SANTA FE › LA DIPUTADA BINNERISTA ALICIA CICILIANI LLAMó A LA UNIDAD DEL PARTIDO SOCIALISTA
La legisladora nacional rechazó que el presidente del PS se lance a la gobernación, porque "está llamado a ejercer un rol nacional clave", y subrayó que si renuncia a su banca de senador, sólo quedará un diputado socialista en el Congreso.
› Por Guillermo Zysman
El binnerismo sumó ayer más presión política al sector que lidera Rubén Giustiniani, para evitar la interna a la gobernación. "El presidente del partido está llamado a ejercer un rol nacional clave, armando los programas, recorriendo distritos y cerrando listas ya que en 2011 sólo conservamos una banca en la Cámara de Diputados de la Nación", planteó la diputada Alicia Ciciliani, con mandato hasta 2013, para quien el senador "no puede bajar de la presidencia del PS para ir a una interna partidaria para un cargo provincial". La legisladora, ex viceministra de Trabajo de Hermes Binner admitió que en el camino hacia la unidad "obviamente que se apuntará hacia un armado de candidaturas equilibrado, con lo cual si Antonio (Bonfatti) compite para gobernador, el candidato a intendente muy probablemente sea (Miguel) Zamarini", enrolado en el giustinianismo. Ciciliani hizo un llamado a la militancia del socialismo para "reflexionar y conservar la unidad porque si nos equivocamos la derrota puede ser muy dura. Nuestro partido no tiene la dimensión como para amortiguar equivocaciones y lo que está en juego es una construcción política de años en la ciudad y la provincia".
La interna en el PS se agudizó en el último tramo del año. El propio Binner no sólo impulsa como candidato a sucederlo a su ministro de Gobierno, sino que además embistió en las últimas jornadas contra Giustiniani a quien le adjudicó ser "testimonial", si dejaba la senaduría por la candidatura a gobernador y le endilgó falta de compromiso con su gestión al no haber concurrido a la inauguración de ninguna de las obras públicas habilitadas. El sector de Giustiniani se limitó a defender la hipótesis de la interna abierta y llamó a bajar los decibeles de la confrontación partidaria.
Ayer Ciciliani sumó más presión a la conducción del PS. "El presidente del partido a nivel nacional tiene que jugar fuerte en la Nación el año próximo, recorriendo el país junto a Hermes Binner, un presidenciable que despierta mucho interés en amplios sectores. El año próximo el partido tiene que renovar la casi totalidad de las bancas que tenemos, a excepción de la que ocupo con mandato hasta 2013. El secretario general del partido tiene que buscar aprovechar de la mejor manera el liderazgo y la imagen de Hermes para ganar representación en el Congreso en todos los distritos", dijo a Rosario/12.
En ese marco la diputada dijo no imaginar "que el presidente del Partido a nivel nacional baje a disputar una interna para un cargo provincial, no me cierra bajo ningún aspecto".
La diputada hizo un llamado a la unidad del Partido Socialista y fue más allá al sostener: "Si somos inteligentes no tenemos por qué tener internas en el Frente Progresista. Recién hace tres años que estamos gobernando y sabemos que hacen falta muchos más para consolidar una gestión como ocurrió en Rosario. El socialismo tiene hoy una gran responsabilidad, debemos dejar de mirarnos el ombligo y observar afuera lo que está pasando y no discutir internas".
En sintonía con lo planteado días atrás por Binner, Ciciliani destacó "el cargo de senador nacional que brillantemente ejerce Rubén Giustiniani", tras lo cual advirtió que "como partido no podemos dejarlo en manos de una compañera radical, que respetamos mucho, pero es un lugar que nos pertenece a todo el socialismo".
La legisladora recordó que en 2011 "se ponen en juego muchos cargos y cada uno tiene su importancia y hay espacio para acordar un armado que sea equitativo, proporcional. De hecho en la actualidad el sector de Giustiniani preside el partido, el Concejo Municipal de Rosario, la Cámara de Diputados de la provincia. Y obviamente que si el candidato a gobernador es Antonio, en Rosario muy probablemente el candidato sea Zamarini, es lo que históricamente hemos buscado".
Para Ciciliani "hay que seguir en este proceso de transformación, en mejorar la vida de la gente y en tres años no se hace. En Rosario nos llevó por lo menos 10 años que la gente perciba que esta es una ciudad distinta".
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