Desde Venado Tuerto

La presidenta Cristina Fernández de Kirchner eligió ayer su propio escenario para lanzar el Plan Estratégico Industrial 2020. Lo hizo en

"el lugar que más me gusta estar, en una fábrica rodeada de trabajadores". Fue en Venado Tuerto en la motopartista Corven beneficiada por un crédito del Bicentenario y que llega para "ofrecer una moto con una importante porcentaje de piezas nacionales" y a cubrir la oferta tras los cierrres de otras plantas nacionales hace una década como fueron Zanella y Juki entre otros como resaltó su propietario Leonardo Iraola. El gobernador Hermes Binner quedó en segundo plano durante el acto. Según protocolo presidencial nunca estuvo previsto que hablara.

La planta de la fábrica más conocida por su marca de amortiguadores, sirvió ayer de marco para una puesta en escena fuerte: rodeada de una decena de gobernadores desde Daniel Scioli, hasta el misionero Maurice Closs, hasta el tucumano Alperovich y el enterriano Uribarri. En la mesa principal, junto la Presidenta, estaba el ministro de Economía Amado Boudou, el empresario Iraola, el titular de la Unión Industrial Argentina, Ignacio de Mendiguren, y el ministro de Planificación, Julio de Vido.

El primer orador fue el empresario Iraola quien recordó que en 2003 se había interesado por el negocio de motos, ya que tras el 2001 habían cerrado las plantas de las marcas más emblemáticas. Recordó que el primer apoyo lo recibió en 2007 del ex presidente Néstor Kirchner, a quien encontró en una cena empresaria en Rosario en 2009. Iraola repitió entonces la frase con la que lo recibió el ex mandatario: "¿Y pibe, cómo va la moto?". Y se escuchó el primer aplauso de la noche por parte de un auditorio de unas dos mil personas.

El Plan Estratégico 2020 -lanzado ayer- fijó como objetivos para la industria un crecimiento anual de cinco por ciento del PBI y del siete del PBI industrial, además de la creación de 1,5 millones de nuevos puestos de trabajo. "Estamos en condiciones de llevar adelante este plan y profundizar el crecimiento económico", indicó Cristina. Y agregó: "Empresarios, trabajadores y el Estado para poder pensar la Argentina debemos hacernos responsables de que esto siga así, somos los gobernantes, empresarios, trabajadores, cientificos, los 40 millones de argentinos".

La mandataria rechazó las políticas de "ajuste porque sólo llevan a la recesión" y destacó que "el crecimiento económico de la Argentina ha tenido mucho que ver con el crecimiento de la industria". Y afirmó que el fortalecimiento del mercado interno permitió al país "sostener el modelo, poder seguir adelante" con el crecimiento.

La presidenta insistió además con la importancia del aumento del valor agregado a la producción de materias en su lugar de origen para que "los jóvenes no abandonen su lugar y tengan que emigrar a los centros urbanos", y agregó que el Estado seguirá invirtiendo en la producción de tecnología porque el país necesita "una gran innovación tecnológica".

Al puntualizar las metas del plan, indicó que se busca pasar de una inversión del 24 por ciento al 28; duplicar el PBI hasta alcanzar los 140 mil millones de dólares; crear un millón y medio más de puestos de trabajo y bajar la tasa de desocupación a un 5 por ciento, lo que se puede considerar como pleno empleo. En varias ocasiones fue ovacionada por los empresarios presentes.

"El sector privado debe trabajar codo a codo con el sector público. El Estado debe intervenir para regular que el crecimiento no sea concentrado en un sector y alcance a todos el desarrollo económico con inclusión social", afirmó.

La expectativa estaba puesta en una posible réplica presidencial tras la solicitada que el candidato a presidente del Frente Amplio Progresista publicara en diarios nacionales. Pero no hubo tal respuesta. En rigor la única intervención de Binner fue la entrega de una plaqueta a la Presidenta, que fue acompañada por un sinnúmero de silbidos y abucheos varios a los que la propia Cristina puso fin con un fuerte aplauso.