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Jueves, 13 de octubre de 2011

SANTA FE › JOSé RAMóN CESCHI, SACERDOTE DE LA CIUDAD DE SAN LORENZO

"No los entiendo a los homosexuales"

El sacerdote dijo que la ley de matrimonio igualitario que
legitima la adopción plena "no es un avance, al contrario".
"Cuando hacen las leyes piensan en los adultos", acotó.

 Por Luis Bastús

Un sacerdote de la ciudad de San Lorenzo cuestionó la posibilidad legal de que parejas homosexuales adopten niños y utilizó las palabras de un niño para calificar a la actriz Flor de la V. como "un monstruo". "No digo que necesariamente el chico será homosexual, pero se identifican con sus padres y aunque sea heterosexual, esa situación los desconcierta. Los adultos que hagan lo que quieran, pero el problema son los bebés, que van moldeando su personalidad de acuerdo a lo que ven", dijo el párroco franciscano José Ramón Ceschi a Rosario/12. En la vereda opuesta, desde la asociación civil Vox encuadraron los dichos del cura católico como "estertores fundamentalistas de un debate concluido que ya está fuera de época".

El religioso, que reside en el Convento San Carlos, había realizado polémicas declaraciones a un noticiero local y en una entrevista difundida por la FM Vale y el portal SL24.com.ar, a propósito de la presentación televisiva que Flor de la V hizo de sus hijos, nacidos de un vientre alquilado. Y eligió contar la anécdota de un niño tucumano que definió a la vedette trans como "un monstruo". "Los chicos a veces tienen las ideas más claras que nosotros", completó Ceschi.

En diálogo con este diario, el sacerdote, de 70 años, cuestionó la ley de matrimonio igualitario que legitima la adopción plena. "Cuando hacen las leyes piensan en los adultos y no en los chicos, pese a que estos tienen más derechos que aquellos. No es un avance, al contrario", opinó.

--¿Qué dice de los chicos maltratados y abusados en el seno de hogares formados por parejas heterosexuales?

--No hay que comparar lo bueno de uno con lo malo de lo otro. Los chicos necesitan percibir en su ámbito una imagen definitivamente masculina con otra definitivamente femenina. Los varones tenemos mayor parte de elementos masculinos y algún pequeño elemento femenino, y las mujeres al revés. Los homosexuales acentúan una dimensión. El bebé va percibiendo las dos dimensiones y asume la que le corresponde: si es nene, la masculina; si es nena, la femenina. El recién nacido no tiene modo de integrar en su personalidad esa doble dimensión. Pienso en el caso de un chiquito adoptado por una pareja de lesbianas que, al cumplir 3 años, quería ser mujercita también, porque le faltó el complemento masculino para identificarse.

--Si fuera así, los varones que crecieron sin padre serían gays. Nada prueba que la sexualidad de los padres determine la del hijo.

--No es que siempre se vaya a dar, pero por lo general, un chico que creció en un ambiente homosexual pero se identificó heterosexual quizás haya tenido alternativas para desarrollar la tendencia natural de sentirse atraído por el mal llamado sexo opuesto, que en realidad es el sexo complementario. Pero eso es más bien una excepción. Hubiera sido suficiente mantener la unión civil de personas del mismo sexo, hasta ahí. Los adultos que hagan lo que quieran, no dudo que los homosexuales tienen amor por los chicos, pero el clima que ellos les ofrecen no es el que los niños necesitan.

--¿Chequeó sus conclusiones con psicólogos, por ejemplo?

--Los psicólogos tienen distintas opiniones. En Francia se lo discutió y no se avanzó. Acá nos apresuramos demasiado, sabemos lo que hizo Kirchner para sacar la ley de matrimonio igualitario.

--¿Usted ha dicho que las parejas homosexuales no son felices?

--Sí, pero no lo digo más desde que en Santiago del Estero una mujer me dijo que vivía en pareja con una señora y que eran felices. No los entiendo a los homosexuales, habiendo tan lindas hijas de Eva.

--En su opinión, parece que para tener plenitud de derechos hay que ser heterosexual.

--Por supuesto que reconozco a los homosexuales como sujetos de derecho.

--¿Qué hay entonces de su derecho a formar una familia?

--Hay una colisión de derechos: el de ellos a tener una familia, y el de los niños a tener una familia compuesta por varón y mujer. Y cuando hay colisión de derechos, el de los niños debe prevalecer sobre el de los adultos.

--La Convención de Derechos del Niño habla de familia pero nada dice sobre género. ¿Cree que hoy, en 2011, existe un solo patrón de familia?

--No, existen otros, incluso la mal llamada familia homosexual es una familia, pero no es 100 por ciento lo que tendría que ser.

--¿Por qué atribuye la construcción de la sexualidad sólo a los padres?

--Nadie elige ser homosexual ni heterosexual. No digo que necesariamente el chico criado en pareja homosexual también lo será, pero los chicos se identifican y aunque sean heterosexuales eso los desconcierta. A veces, la presencia muy fuerte de la madre puede ser una causa. Hay quienes consideran un origen genético, pero yo no me animo a decir que eso es habitual.

--Sería lo mismo que suponer que los gays son hijos biológicos de gays.

--En una pareja heterosexual, si los dos cumplen bien su rol, puede haber una tercera persona que induzca. Conozco chicos de 13 o 14 años, que están en una etapa de indefinición, y que otro chico mayor, homosexual, lo atrae y desarrolla en él inclinación homosexual. Dentro de cada uno de nosotros existe la homosexualidad en dimensión latente.

--¿Usted conoce algún niño adoptado por una pareja de personas del mismo sexo?

--No, personalmente no conozco ninguno.

El presidente de Vox Asociación Civil, Guillermo Lovagnini, calificó las expresiones del sacerdote Ceschi como "estertores de un debate concluido". Infirió que el religioso "se perdió el debate por la ley de matrimonio igualitario y, además, defiende su pensamiento religioso, que para eso le pagan". El dirigente que defiende la diversidad sexual planteó que la crítica del párroco "es un fundamentalismo fuera de época", y recordó que "la homosexualidad se quitó de la lista de enfermedades hace más de 30 años". Lovagnini confrontó que "la sexualidad no la determinan sólo los padres sino el entorno cultural y el momento histórico: yo soy hijo de heterosexuales, y soy puto".

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Ceschi, de 70 años, está recluido en el convento San Carlos.
 
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