Domingo, 30 de abril de 2006 | Hoy
Así se expresaron entidades que nuclean a inundados respecto de la causa
en la que se expresó el juez Patrizi. Ayer marcharon junto a miles de personas en la capital provincial, a tres años de las graves inundaciones que dejaron un saldo de 23 muertos.
Por Juan Carlos Tizziani
Desde Santa Fe
Una multitud doliente colmó anoche la plaza de Mayo para demandar juicio y castigo a los inundadores, como llaman a los responsables políticos de la catástrofe del río Salado. Pero el fallo del juez Jorge Patrizi (Instrucción 8ª) que procesó a tres ex funcionarios de Carlos Reutemann -el ex ministro Edgardo Berli, el ex director de Hidráulica, Ricardo Fratti y el ex intendente Marcelo Alvarez- pero declaró la inocencia de Lole lo que encendió la bronca y endureció el lenguaje. "El fallo es un insulto a la verdad y una burla a nuestro dolor", sentenció un documento que se leyó de espaldas a la Casa Gris. Sobre el final del acto, la Marcha de las Antorchas se plantó frente al Palacio de Justicia con otra demanda: "Cárcel a Reutemann" y colgó una imagen del ex gobernador en traje a rayas: "A mi nadie me procesó. La impunidad al palo". Una ironía por aquella primera defensa de Reutemann que ya quedó en la historia. "A mi nadie me avisó". Los rollos de papel higiénico llovieron sobre la escalinata de Tribunales. A tres años de aquel martes de pesadilla, 29 de abril de 2003, las heridas siguen abiertas, el duelo inconcluso y una promesa pendiente: "La lucha continúa".
Los barrios del oeste volvieron a revivir ayer sus viejos dolores. Un día gris, lluvioso, aumentó la angustia. Pero las expectativas por el acto crecieron con el correr de las horas a pesar del clima adverso. Al caer la noche, una multitud cubrió media plaza, hasta los mástiles del centro, donde ayer las banderas fueron reemplazadas por los nombres de los muertos. "Presente", gritaron una y otra vez, cuando desde el palco recordaron a cada uno de ellos.
El acto cerró con la lectura de un documento durísimo, firmado por todas las organizaciones de inundados, organismos de derechos humanos y decenas de expresiones sociales y políticas. La demanda se repitió en grito: "Cárcel a Reutemann".
El detonante de tanta bronca fue el fallo de Patrizi. "Así llegamos a un proceso de tres años con dos jueces (Diego de la Torre y Patrizi), un fiscal inactivo (Ricardo Favaretto) que no acusa y como corolario hoy tenemos el primer fallo que consagra la impunidad de Reutemann", recordó el documento.
"Durante estos tres años, los movimientos de inundados en lucha, junto a las organizaciones sociales, civiles, políticas (...) hemos tenido que poner todo nuestro esfuerzo en ordenar los hechos que aparecían desarticulados, encontrar datos que sistemáticamente se ocultaban, buscar y entender las causas y señalar a los responsables.
"Durante estos tres años, los inundados, gente de los barrios del oeste, en lugar de dedicarnos a reparar las tremendas heridas que nos produjo la catástrofe, hemos tenido que ser ingenieros, arquitectos, abogados, sicólogos y legistas.
"Hemos tenido la dura tarea de rescribir la historia, para que el orden de los acontecimientos sean esclarecidos y los responsables de la inundaciones identificados y señalados. Hemos mantenido una dura y desigual lucha contra el poder político y judicial que sistemáticamente han negado, ocultado y protegido a sus inundadores".
"Hemos tenido que luchar contra las acciones e inducciones que desde el poder pretendieron dividirnos, desmoralizarnos, amordazarnos con prebendas, amedrentarnos con amenazas de cárcel, descalificarnos, ridiculizarnos o tratarnos de violentos".
"Enfrentarnos a las maniobras, muy bien aprendidas de la dictadura que nos tratan de 'loquitos' porque no nos resignamos y seguimos buscando justicia. Aprendimos de qué manera y por qué el poder se recicla.
"Hemos aprendido cuán corrupta es nuestra justicia", agregó el documento. "Por eso, ahora, los inundados sabemos distinguir con total claridad que este fallo de la justicia es un insulto a la verdad y una burla a nuestro dolor.
"Aprendimos muchas cosas muchas cosas dolorosas, pero también aprendimos a entender otras luchas y juntos hacernos más. Hoy entendemos que la única lucha que se pierde, es la que se abandona. Durante tres años, los inundados aprendimos que sin justicia en todo y para todos es imposible el olvido y el perdón.
"Por todo eso, exigimos al presidente (Néstor) Kirchner que se posicione y defina. Y deje de premiar al gran inundador Reutemann. A tres años de la lucha, decimos: 'cárcel a Reutemann. Juicio y castigo a los culpables. La lucha continúa".
Sobre el final, un grupo muy numeroso de la Marcha de las Antorchas se cruzó hasta Tribunales, donde colgó una la imagen de Reutemann en traje a rayas y la ironía: "A mi nadie me procesó". Una línea de policías con el jefe de la Unidad Regional I a la cabeza, se convirtió en testigo privilegiado del escrache. "Un freno a la impunidad", lo definió una de las resistentes de la marcha.
"A lo largo de tres años fuimos testigos de cómo la corporación se mueve en las penumbras para protegerse. Los que fuimos inundados sabemos que no podemos descuidarnos ya que el accionar impune del poder se paga muy cargo, con desolación y muerte".
"Así hoy, la impunidad de Reutemann se manifiesta plenamente en el fallo del juez Patrizi y en las acciones del fiscal Favaretto con las cuales ya se aseguró el cargo de juez". "Porque los inundados ya lo juzgamos y lo condenamos, cárcel a Reutemann", concluyó la Marcha de las Antorchas.
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