Vecinos y ambientalistas del área metropolitana le pidieron al gobernador Jorge Obeid una audiencia para reclamarle que ordene el cierre del relleno sanitario que funciona en la localidad de Ricardone, donde a diario se depositan aproximadamente mil toneladas de basura, de las cuales cerca de 700 provienen de la ciudad de Rosario. "A esta altura, después de la contundente Resolución de la Defensoría del Pueblo, nadie puede dudar de la contaminación que genera el relleno", argumentó el presidente de la Asociación Ambiental Verde Esperanza, Osvaldo Gaggino. "Tenemos que acudir al gobernador -explicó el dirigente a Rosario/12- porque la Secretaría de Medio Ambiente no controla nada y todos los municipios de la región miran para otro lado. Nadie parece haber tomado conciencia del daño que genera este basural en la salud de la población". Gaggino mencionó, entre los efectos nocivos derivados del contacto con los lixiviados -líquidos que genera la basura-, enfermedades hepáticas, en los huesos, reducción de las capacidades mentales, daños neurológicos y leucemias.

La polémica en torno a la posible contaminación del relleno sanitario ubicado en Ricardone se reabrió días atrás al conocerse la Resolución Nº33 firmada por el defensor del Pueblo de Santa Fe, Carlos Bermúdez. Allí se señalaba que "existe contaminación del agua potable con riesgo para la salud y el ambiente de los vecinos del relleno". Según el ombusman, "la causa material y eficiente de la contaminación es consecuencia de (la planta) Resicom", ubicada en esta localidad del departamento San Lorenzo, donde desde fines del 2004 la municipalidad de Rosario traslada alrededor de 700 toneladas diarias de residuos.

Al respecto, el organismo provincial recomendó a la Secretaría de Medio Ambiente de Santa Fe la "inmediata elaboración de un plan de remediación de la contaminación del agua para el consumo y la adopción de medidas cautelares urgentes para controlar la situación".

A instancias de este pronunciamiento de la Defensoría y "ante la falta de acción de (el secretario de Medio Ambiente provincial, Marcelo) Terenzio", los ambientalistas ingresaron el viernes en la delegación local de la Gobernación un pedido de audiencia para reunirse con Obeid. Según adelantó Gaggiano, de concretarse el encuentro, las organizaciones ambientales solicitarán a Obeid que proceda a cerrar el relleno "ante las evidencias de la contaminación que genera".

El relleno funciona como tal desde 1978. Recibe los residuos de gran parte de los municipios del cordón industrial y desde fines del 2004 de la ciudad de Rosario. "En total son casi mil toneladas diarias. El relleno aloja también material que proviene de las curtiembres de Esperanza y los residuos patológicos del Hospital Centenario de Rosario. Es prácticamente un basural a cielo abierto sin tratamiento. Cuando la Defensoría del Pueblo quiso entrar a realizar una especie de inspección ocular no se lo permitieron. Nadie controla", se quejó el ambientalista.

Gaggiano vine en Fray Luis Beltrán "a tres kilómetros del relleno sanitario de Ricardone y el olor es impresionante. Estoy además a un kilómetro de Celulosa y a tres cuadras de Sulfacid. Nadie en la provincia controla nada, tampoco los municipios de la región. Todos se hacen los desentendidos. Hasta ahora, nadie a nivel gubernamental, ningún legislador le prestó atención a este tema, que es más que grave".

El presidente de la Asociación Ambiental Verde Esperanza aclaró que esta organización no gubernamental no tiene "ningún interés político partidario. Sólo buscamos mejorar la calidad de vida de la gente que vive en la zona. La solución pasa por reciclar la basura, por hacer un tratamiento responsable de los residuos", señaló Gaggiano que ya presentó dos demandas en la Justicia contra el relleno por "incumplimiento de las leyes ambientales que están vigentes en la provincia".