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(Desde Santa Fe)

El ministro de Seguridad, Leandro Corti, volvió a quedar ayer en la mira de la Cámara de Diputados. La cita para pedirle explicaciones sobre la inseguridad en la provincia pasó para el jueves que viene. Pero hoy, la Cámara repudiará el ataque que sufrió la diputada del PJ, Patricia Gazcue, reclamará el rápido esclarecimiento del caso y expresará su disgusto por las declaraciones del propio Corti, quien levantó sospechas sobre el relato de la legisladora y la situación violenta que sufrió en su domicilio, la semana pasada. El proyecto de resolución fue aprobado ayer a la tarde por la comisión de Derechos y Garantías, en un plenario al que asistió Gazcue y hoy se votará sobre tablas en el recinto. "En vez de hacer un montaje mediático con este caso particular, el ministro debería estar preocupado por la grave crisis de seguridad que aqueja a los santafesinos", planteó la legisladora.

Gazcue participó ayer en el pleno de Derechos y Garantías, donde relató la secuencia que vivió en estos quince días. El pedido de interpelación a Corti que firmó con su colega Héctor Acuña, con más de 60 preguntas. Y lo que sucedió la semana pasada. El lunes, la llamaron a las diez de la noche desde la Policía con la excusa de preguntarle por una vecina que vive enfrente, pero, en realidad, le preguntaron su nombre y su domicilio. "Yo me asusté", dijo la diputada. Su esposo, Carlos Carlozzi, asesor de la Casa Rosada, concurrió entonces a la comisaría 5ª, del barrio Sargento Cabral, donde pidió una custodia para su familia. "Tuvimos tres móviles rotando durante toda la noche", explicó Gazcue. El martes, Carlozzi viajó a Buenos Aires. Y el miércoles, a la 7.20, cuando el patrullero ya no estaba, un desconocido toca el timbre de la casa, como si trajera una encomienda. "Cuando empiezo a abrir la puerta, me toman del cuello, me tiran contra la pared, me tiran al piso, sacan un arma y se encapuchan", recordó. Le robaron un teléfono celular y una notebook, donde guardaba su trabajo parlamentario.

Esta semana, Corti interpretó las llamadas de la Policía previas al robo como "una confusión" y descartó cualquier "expresión mafiosa" o "amenazante". Y hasta negó que la legisladora tuviera asignada una custodia. "No hubo ningún pedido por parte de la diputada. Se hizo como se hace en todos los lugares, una vigilancia discreta y en ese momento (el del robo), la diputada abrió la puerta e ingresó el masculino. Pero no existió ningún tipo de puesto fijo de vigilancia, ni se ordenó ni se solicitó", le dijo al diario El Litoral. Gazcue reaccionó con enojo. "No sé si el ministro miente o está mal informado. No entiendo por qué dice eso. Yo fui víctima de un hecho que pudo haber sido peor. La estoy pasando muy mal yo y mi familia. Tengo miedo, mucho miedo", concluyó.