"Después de la Constitución de la Nación, esto es lo más importante que regula la vida de los argentinos", resumió el secretario de Justicia nacional, Julián Alvarez para marcar la trascendencia del Código Civil cuya actualización y unificación con el Código Comercial ha puesto en discusión el Ejecutivo. Ocurrió ayer, en la audiencia pública por esta reforma que se desarrolló durante toda la jornada en la sede de la Universidad Nacional de Rosario, y que se nutrió de un centenar de expositores de distinto origen.

El debate pasó por la ciudad. "Es la etapa de escuchar. Los santafesinos en esta ocasión, estamos ante una oportunidad única de participación. Este es un tema sumamente importante para la sociedad. Estamos reformando el código de (Dalmacio) Vélez Sarsfield, que tiene más de 100 años", reforzó el titular del bloque del Frente para la Victoria en Diputados, Agustín Rossi. "Tenemos que hacer un código que incluya a todos, en donde estén representadas todas las pluralidades, las distintas miradas. El nuevo código debe ser mucho más plural, más tolerante y de mayor igualdad en la sociedad", completó. El legislador nacional compartió la mesa con Alvarez, el gobernador Antonio Bonfatti y la intendenta Mónica Fein.

El auditorio se conformó por dirigentes y militantes políticos, gremiales, estudiantes, docentes, juristas y referentes de diversas organizaciones civiles, habida cuenta del amplio universo de temas que atañen a la normativa bajo análisis. Como cada edición de esta audiencia es única, en el público se contaron varios legisladores y dirigentes del oficialismo y de la oposición nacionales como Julián Domínguez, Diana Conti, Ricardo Gil Lavedra y el presidente de la UCR, Mario Barletta. También asistieron la presidenta de la Corte Suprema provincial, María Angélica Gastaldi, el vicerrector de la UNR, Eduardo Seminara, y el decano de Derecho, Ernesto Granados.

La iniciativa reformista impulsada por la presidenta Cristina Fernández propone avanzar sobre situaciones de la vida actual que se encuentran huérfanas de legislación jurídica como el matrimonio igualitario, paternidad de personas solas o en parejas homosexuales, derechos de consumidores, propiedad comunitaria indígena, adopción, y fecundación asistida, entre otros temas no contemplados en el viejo compendio elaborado por Vélez Sarsfield en 1869.

Luego de la consulta inicial de la comisión redactora que encabeza el titular de la Corte Suprema nacional, Ricardo Lorenzetti, a diversos juristas de prestigio, el Ejecutivo giró la iniciativa al Congreso de la Nación, desde donde partió la idea de habilitar una serie de audiencias públicas. "Así escuchamos a los ciudadanos y luego nos queda a los legisladores nacionales todo ese debate para analizar y elaborar la futura ley. Es un proyecto con alto nivel de participación, e intentamos que no quede circunscripto únicamente al ámbito académico o jurídico, sino que todos los sectores puedan expresar su mirada", explicó Rossi.

Bonfatti y Fein destacaron "la posibilidad de tener el acceso al debate a través de una audiencia pública porque siempre hemos creído en el diálogo con los ciudadanos". El gobernador instó a lograr un nuevo código que sea "profundamente progresista". En ese sentido, valoró como "muy trascendente la unificación de ambos códigos y la simplificación normativa sin dejar de contemplar las realidades cotidianas de los argentinos: la ley no cambia la realidad, tiene que reflejar lo que ocurre todos los días en la sociedad".

El secretario de Justicia anticipó que la comisión redactora tiene la misión de crear un nuevo código "escrito en un lenguaje sencillo, que tendrá como objetivo central solucionar los problemas de la realidad, y no los problemas de la academia". Alvarez ponderó la propuesta de simplificar la normativa y eliminar redundancias entre el código civil y el comercial. "Significa la reducción del sistema de 30.000 normas que tiene el sistema actual a unas 3.000, que son las que verdaderamente están en vigencia en nuestra sociedad", dijo.