María Eugenia Bielsa renunció ayer a su cargo de diputada provincial, pateando el tablero político santafesino. Justificó su gesto "por no haber logrado materializar en acciones legislativas la voluntad del pueblo santafesino" siendo la candidata más votada. Lo consideró "un acto de sinceramiento", y de ningún modo una "claudicación" y se quejó por "la mentira, la manipulación y la conspiración que corrompen la buena política". Bielsa criticó duramente al "modelo Santa Fe del socialismo, por su déficit creciente, el aumento de impuestos y el desgobierno policial". Pero apuntó también a un sector del peronismo: el rossismo. "Agustín Rossi prioriza sus intereses personales por sobre los de la Provincia y los del Movimiento Justicialista", al tiempo que lo acusó de sostener "un Pacto de Necesidad y Urgencia con el socialismo a través del diputado Luis Rubeo". Finalmente para despejar dudas aseguró que "me siento parte del proyecto nacional, pero la lealtad al gobierno nacional no se la define desde la obsecuencia y la cerrada subordinación. Al gobierno nacional se lo recrea desde cada lugar en la construcción cotidiana del prestigio que los militantes de esta Causa debemos aportar con cada una de nuestras acciones". Y aseguró que la decisión se la adelantó el último viernes a la presidenta Cristina Fernández.

Bielsa argumentó que a pesar de contar "con más de 581.000 votos, con mayoría absoluta justicialista, no pudimos acordar una agenda legislativa que lograra confrontar la endeble acción de gobierno del socialismo".

Y allí descargó un glosario de críticas hacia "el modelo socialista, o el modelo Santa Fe como gusta llamarlo el Doctor Binner: déficit fiscal y desfinanciamiento originados en el descontrol de los gastos de funcionamiento y el incremento constante de funcionarios del estado; endeudamiento sistemático y creciente; aumento también sistemático y creciente de impuestos y servicios; subejecución de la inversión y lentificación de la obra pública; dilación de los grandes proyectos de inversión; incumplimiento de los compromisos presupuestarios en las empresas provinciales de agua y de energía; abandono de políticas de incentivo a la producción; retroceso en el sistema de selección de miembros del poder judicial; desgobierno de la fuerza policial y desmanejo en las políticas de seguridad".

A renglón seguido Bielsa explicó que el pecado del peronismo fue que "los 28 diputados que por el Peronismo fuimos elegidos como mayoría, quedamos disgregados en nueve bloques, que se comportaron durante el año como tres interbloques, el del rossismo y sus aliados; el de 100% Santafesino; y el de los Bloques presididos por los diputados Lacava, Mirabella y yo".

Y allí llegó la denuncia más dura "el rossismo y sus aliados, acompañaron la sanción de leyes de pura matriz socialista, endeudamiento y aumento de impuestos, violentando principios doctrinarios del justicialismo y definiciones claras del modelo del gobierno nacional".

Fue entonces que recordó que "en sectores medios y bajos el impuesto inmobiliario aumentó un 200 por ciento, mientras la Presidenta de la Nación se negaba a generalizar el Impuesto de Ingresos Brutos a la industria para evitar el efecto cascada sobre los precios".

Así deslizó la sospecha: "resulta incomprensible, que los mismos legisladores que desde 2008 le venían negando la mal llamada reforma tributaria a Binner, 'se convencieran' de golpe y la votaran". Y en este sentido se preguntó "¿Qué cambió para que el Jefe de Bloque, y hoy Presidente de la Cámara Luis Rubeo, haya variado diametralmente su posición?"

Paradójicamente "la mayoría peronista no pudimos votar leyes, de nuestra autoría que hubiesen permitido, a costa de racionalizar el denominado por el propio Ministro Sciara 'gasto superfluo', la realización de una importante cantidad de obras postergadas en municipios y comunas de toda la geografía provincial".

Bielsa también apuntó contra "un tema tan sensible como la Ley de Emergencia en Seguridad parte del Peronismo también aceptó y avaló esa aberración que el Gobernador dio en llamar 'veto propositivo' que eliminó de la norma el apartamiento de los jefes policiales investigados por enriquecimiento ilícito, asi como el capítulo social que preveía la inclusión de jóvenes y la prevención de adicciones, así como la desprotección de la niñez y de la adolescencia frente a la economía del delito. También vetó la construcción de dos nuevas cárceles".

Entonces fue el turno de la justicia: "En Santa Fe, el Consejo de la Magistratura es una ficción nombrada ad hoc por el Ejecutivo, carente de la institucionalidad que tanto declaman los socialistas a nivel nacional. Y algunos compañeros parecieran estar dispuestos a negociarla a pan y queso, comprometiendo los próximos cuarenta años de la Justicia santafesina". Asi reprochó que ante una propuesta del peronismo " Bonfatti contestó con el discrecional Decreto 3904/12 que significa un retroceso porque termina con la proclamada autolimitación del Gobernador en la designación de jueces y funcionarios judiciales".

La ex diputada describió entonces que todo esto pasaba mientras "Rossi con su práctica siempre contribuye a la fragmentación del Peronismo, esto se verifica en las incontables oportunidades en que hemos intentado trabajar en pos de la unidad de todas las expresiones que lo integran y sistemáticamente hemos chocado contra maniobras disolventes, pese a que públicamente siempre pretenda decirnos lo contrario".