[cerrar]

Comparta esta nota con un amigo

E-Mail de su amigo
Su nombre
Su E-Mail

De cara a los comicios de hoy, es importante revisar el comportamiento del electorado santafesino, no ya en referencia a sus preferencias partidarias o los resultados propiamente dichos; pero sí en cuanto a la adopción del sistema de Boleta Unica que aquí debutó en 2009. En ese marco, Rosario/12 accedió al informe que prepararon técnicos de la Dirección de Reforma Política y Constitucional del ministerio de Gobierno de Santa Fe, que conduce Oscar Blando. Para el trabajo se analizaron unas 12 mil boletas ya escrutadas después de la Primarias Abiertas del 11 de agosto pasado. En ese marco, lo que apuntaron como más destacado fue el crecimiento del voto nulo (casi el 10 por ciento en toda la provincia) y el descenso del voto en blanco. De allí parte una de las primeras conclusiones: Mucha gente que quiso votar blanco no marcó ningún casillero y por ende terminó anulando su voto. La otra cuestión fue determinar la cantidad de votos nulos por haber marcado más de un casillero. En ese aspecto Blando resalta un tema poco conocido: "El votante puede solicitar a la autoridad de mesa otra papeleta si considera que se equivocó. Si corrige tachando terminará anulando su sufragio", dijo el experto.

Los votos para la categoría de concejales analizados por la dirección de Reforma Política, provienen de 36 mesas electorales de distintos lugares de la provincia y son representativos de los 19 departamentos. Rosario fue uno de los lugares con más alto índice de voto anulado --cerca de 50 mil-﷓ que nadie puede anticipar a ciencia cierta si se van a conservar en la elección de hoy o si, por el contrarios, se van a distribuir en gran parte entre los principales candidatos contendientes. Para tener una dimensión, esa cantidad de votos podría equivaler a dos bancas en el Concejo Municipal de esta ciudad. Nada menos.

Entre otras conclusiones del trabajo se determinó que en las PASO de agosto se registró el más alto índice de participación ciudadana desde que está en marcha el sistema. Fue del 73,20 por ciento, es decir por encima de las del 2011 y el 2009. "Este valor es significativo si se considera que las elecciones primarias suelen contar con menores niveles de asistencia que la elección general", apunta el escrito. Y agrega que "en las elecciones de medio término en las que no se eligen cargos ejecutivos, suele haber menos afluencia a las urnas por parte de la ciudadanía".

Respecto del voto nulo se particulariza que el 40,34 por ciento corresponde a votantes que marcaron más de una opción; el 40,22 por ciento no marcó ninguna opción (acá es imposible determinar si quiso votar en blanco o decididamente pretendió anular su voto); y sólo un 15,16 por ciento anuló su papeleta con tachones o expresiones ajenas al proceso electoral. Esto último es un eufemismo para denominar a las inscripciones insultantes o descalificadoras. Aquí se destaca que este porcentaje creció significativamente si se lo compara con las legislativas de 2011 donde sólo se registró un 4,5 por ciento de votos anulados por esta razón.

Con todo, el informe termina por hacer una recomendación que aclare definitivamente los términos: Se inclina por anular el casillero para el voto en blanco para una próxima reforma al sistema electoral. Esto es que se interprete la intención de votar en blanco con el sólo hecho de no marcar ningún casillero. Blando es contundente al respecto: "Si no estuviera taxativamente redactado en la ley de Boleta Unica como lo está, yo hubiese recomendado que esa corrección ya se implemente para las elecciones generales (que se van a desarrollar hoy). Pero habrá que esperar a una reforma para poder aplicar el cambio", dijo.

"A diferencia de la Elección Primaria 2011 en que la categoría de votos nulos más cuantiosa fue aquella en que el elector no marca ninguna opción, este año la tipología que encabeza el ranking de votos nulos fue la de aquellos en que el votante marcó más de una opción electoral, alcanzando un porcentaje del 40,34 por ciento de los votos (en 2011 fue del 30%). Si bien se podría considerar que esto es producto del desconocimiento de cómo votar por parte del electorado, lo que se deduce de la observación de las boletas es que muchos de los votos que entran en esta tipología fueron anulados voluntariamente: el elector realizaba marcas en todos los casilleros (otra expresión de "voto bronca")", señala el informe técnico. Y agrega que se han hallado también "muchos votos con marcas para candidatos de diferentes frentes electorales, por lo que consideramos que esta tipología de voto nulo disminuirá necesariamente en la Elección General (de hoy), en la que ya no hay internas dentro de frentes o partidos".

La conclusión final del equipo técnico de la Dirección de Reforma Política termina con una visión positiva del sistema electoral vigente en Santa Fe. Y destaca que "debe reconocerse a partir de los datos presentados en este Informe -más allá de las causas o motivaciones que conducen a anular el voto- el 90 por ciento de los electores santafesinos emitió su voto correctamente, validándolo con marcas claras, de acuerdo a las pautas establecidas en la campaña de difusión y capacitación desarrollada desde el gobierno provincial", finaliza.