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Domingo, 27 de octubre de 2013

SOCIEDAD › SE PRESENTA EN ROSARIO EL LIBRO "MASMADRES, MENOS MENTIRAS", DE CARLA CZUDNOWSKY

Cuando la honestidad te hace más madre

La periodista y sexóloga se propone una mirada de género sobre la maternidad, que se aleje de las miradas edulcoradas y vaya por más verdad. Pero sobre todo, quiere recuperar aquella transmisión de experiencias del linaje femenino.

Las madres abnegadas ya fueron. Hace mucho tiempo que ocurre en la realidad, pero ahora se anotició el mercado editorial. Varios títulos vienen dando cuenta de otras experiencias de maternidad con matices pero, en general, mucho más honestas. Es posible decir que a veces no soportás a tus hijos, que querés tener tiempo para vos, sin culpa. Es posible contar que te encerrás en el auto para estar sola, que estás harta de verlo todo color de rosa y que tener hijos tiene sus bemoles. Desde la experiencia de mujeres que fueron madres sin abandonar sus intereses y pasiones previas, hay varios libros que te lo cuentan. Carla Czudnowsky, la sexóloga y periodista que muchos conocen por la tele desde hace años, cuando estaba en Zoo y Kaos en la ciudad, hasta 6-7-8 y sus informes en Duro de Domar, empezó a contar sus vivencias en un blog que llevaba el provocador título "Odio a mis hijos", y que le valió unas cuantas críticas. Con un tono distinto al del blog, "un poco más amigable" pero no menos honesto, publicó el libro "Masmadres menos mentiras" que se presenta mañana, a las 18, en Ross Centro Cultural (Córdoba 1347).

Fiel a la consigna, cuando atiende el teléfono a Rosario/12 le pide a su hijo mayor, Benjamín, que la deje un ratito sola para hacer la entrevista. Se puede adivinar que recibe una respuesta negativa, porque le dice: "Entonces voy a hablar al lado tuyo". Imposible descifrar la respuesta del niño. De vuelta al diálogo con la cronista, Carla ironiza: "Es re lindo trabajar toda la vida para que tu casa no sea tuya. Tu vida no vuelve a ser tuya, no de la misma manera por lo menos".

Del mismo modo que atiende el teléfono antes de comenzar propiamente la entrevista, con la misma frescura, Czudnowsky se explaya sobre las sensaciones inesperadas que le trajo la maternidad. En el transcurso de la conversación, queda claro que no les cree nada a las "mamis estándar que están felices todo el tiempo". Es más, le molesta tanta perfección, y prefiere darle lugar a la verdad. "Es cierto que hay momentos en que lo querés matar. Hay minas que no van a aceptar nunca o que sí les pasa pero no lo dicen. Y cuando vos lo decís te prenden fuego en la hoguera. Entonces, por falta de información o por no estar preparada, yo me sentía una infeliz de cómo no estaba amando desde el primer segundo a mi hijo, porque eso es un proceso".

Apegada a la consigna de evitar las mentiras, Carla afirma: "Mi libro sí es un libro sobre maternidad, pero también es un libro sobre género, donde yo planteo que las mujeres tenemos todo el derecho a preguntarnos qué tipo de mujeres queremos ser, si queremos tener hijos o no, eso no nos hace ni peores mamás ni menos mujeres, decidamos lo que decidamos". Es por eso mismo que "las mujeres empezaron a hablar de la maternidad desde las mujeres, no desde los hijos. La novedad es que esto empieza a ser escuchado". Para ella, confluyeron muchos factores para que "de repente" se escucharan las voces de muchas mujeres como ella, a las que suma "Según Roxi, autobiografía de una madre incorrecta", de Azul Lombardía y Julieta Otero. Menos recientes son la "Guía (inútil) para madres primerizas", de Ingrid Beck y Paula Rodríguez o "Un día me convertí en esa madre que aborrecía", de Sonia Santoro. Todas desmontan alguns mitos de la maternidad a partir de su propia experiencia de madres desbordadas en la gran ciudad.

Carla llegó al libro después de escribir durante tres años su blog, que desde el principio tuvo gran cantidad de visitas. Alrededor de 5000 personas leían sus posteos, pero las reacciones no eran siempre de lo más amables "Había gente a la que no les gustaba lo que yo decía. Pero a mí me encanta. Otras autoras se plantan desde un lugar más amigable. Yo en el blog lo hice desde un lugar más provocador", apunta Carla, antes de aclarar que "es muy distinto al tono del libro". Su intención era llamar a las cosas por su nombre porque cree que "a veces es necesario que alguien te zamarree un poco. Mojar la oreja, que haya una reacción frente a eso. En el transcurso de 3 años, los tonos son variados, ahora me estoy yendo bastante a las cuestiones de género, pero desde la experiencia de las madres, no del feminismo. Me estoy metiendo más con las mamás y lo que nos pasa a nosotras".

También Carla relativiza las críticas que recibió en su blog porque reconoce que --como buena periodista-- busca el título más provocador. "Los títulos son tramposos y la gente medio que le da pereza leer todo el posteo y le encanta opinarte sin saber. Eso es lo que tienen los foros, o twitter". Por ejemplo, no salió indemne de un posteo llamado "La cofradía de las mosquitas muertas", dedicado a cómo se paran las mamás que llevan a sus hijos a la puerta de la escuela. "Sólo te llamé la atención, pero no es para enojarte. Creo que hay como una irratibilidad y una susceptibilidad y que no siempre los que se enojan leyeron todo el contenido, necesitan del título para poder irritarse", contó.

Pero de lo que hablará mañana, a las 18, junto a las periodistas Patricia Dibert y Virginia Giacosa es de su libro con elocuente título. "Insto a ser más madre no a ser la mejor. Porque esto de ser la mejor tiene doble cara. ¿La mejor comparada con quien? Mejor es una palabra chota para mí, prefiero más, me parece una palabra más linda, más dulce. Lo mejor es ser la mejor que una puede ser sin traicionarse a una y que los niños sean felices. Los demás no me interesa. Que los niños sean felices y que yo no sienta culpa ni frustración, y que haga las cosas que me apasionan, porque después se paga carístimo", sintetiza cuál es el espíritu del libro que insta, además, a compartir entre las mujeres las experiencias de la maternidad.

"Antes había algo muy bueno, y es que las mujeres pasaban mucho tiempo juntas con las mujeres. A mí me criaron entre tías, abuelas. Una me bañaba, otra me contaba los cuentos, otra jugaba a las cartas. Esa cosa de linaje femenino, donde sabés cómo son las cosas de la mujer porque estás entre mujeres, se atomizó mucho, porque trabajás, estás con mil cosas, vivís en una gran ciudad, cuando estás entre mujeres, con tus amigas, no querés hablar de tus hijos y ellas tampoco", considera Czudnowsky. Para ella, falta esa transmisión de experiencia entre mujeres que permitía la cercanía, y la cotidianidad compartida. "Esta ausencia de linaje femenino produce una gran orfandad con la maternidad", apunta sobre los efectos de la pérdida de tiempo para compartir entre mujeres.

Es que Czudnowsky se dio cuenta, apenas tuvo a su primer hijo, hace ocho años, que nunca se había preparado para la maternidad. "No llegamos preparadas, no sabemos todo lo que necesitamos saber para ser madres. Y no hay nada más importante para llegar preparadas. A mí me parece notorio", apunta Czudnowsky, que allí encuentra una diferencia sustancial con otras épocas, cuando las mujeres pasaban mucho tiempo juntas, y se legaban la sabiduría. "A diferencia del blog, en el libro propongo que pensemos esto juntas. Antes, el plan del patriarcado era que lo único que nos tocara a nosotras fuera la maternidad. Si hoy existiera el plan del patriarcado sería dividir para reinar y estamos muy divididas. Creo que esa despersonalización y fragmentación del ser se ve más claramente durante la maternidad que en ningún otro momento de tu vida --reflexiona la autora de "Masmadres, menos mentiras"--. Cuando sentís que te estás volviendo loca, durante el puerperio. Que estás feliz pero te querés morir. Es como una fragmentación y una superposición de capas y emociones encontradas, que no entendés bien". Carla sabe que su vivencia es compartida, y que cada vez se escuchan más voces. "Creo que hoy lo estamos diciendo muchas más, algunas de una manera más amigable, otras llamando a la reflexión de una manera más provocativa, pero en este libro creo que encontré el tono justo. Creo que es un libro visceral".

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Carla dice sin tapujos que ser madre no es siempre perfecto.
 
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