Domingo, 9 de febrero de 2014 | Hoy
SANTA FE › LA RATIFICACIóN DEL PROCESAMIENTO DE TOGNOLI ABRE UNA NUEVA INSTANCIA JUDICIAL
El fallo de la Cámara Federal de Rosario dejó a Tognoli y a otros dos policías de Drogas Peligrosas un paso del juicio oral al quedar firme la resolución por encubrimiento agravado, extorsión e incumplimiento de deberes de funcionario público.
Por Juan Carlos Tizziani
Desde Santa Fe
El comisario Hugo Tognoli, quedó a un paso del juicio oral. El fallo de la Cámara Federal de Rosario (Sala B) que confirmó esta semana la resolución del juez santafesino Francisco Miño que lo había procesado -en abril de 2013 por el supuesto "encubrimiento" al narco Daniel "Tuerto" Mendoza y la "extorsión" a Norma Castaño, la líder de Madres Solidarias que denunció la trama, lo dejó a borde del enjuiciamiento público. La Cámara ponderó las pruebas que acusan a Tognoli, entre ellas dos notas de Castaño al ex gobernador Hermes Binner que ella presentó en la Casa Gris el 7 y el 9 de febrero de 2011 para advertirle sobre Tognoli, pero que Binner desatendió porque su sucesor, Antonio Bonfatti lo designó jefe de Policía de la provincia en diciembre de ese año. La Cámara dijo que la investigación que involucra a otros dos policías de Drogas Peligrosas - el ex subjefe de Inteligencia, José Luis Baella y Mauricio Otaduy- "deja al descubierto la conexión existente entre los altos mandos de la estructura policial" con Mendoza, quien en julio de 2012 fue detenido con 13,6 kilos de cocaína y una cocina de estupefacientes en su casa.
La Cámara ratificó en su totalidad la resolución del juez Miño, que había procesado a Tognoli por "encubrimiento agravado" a Mendoza, "partícipe necesario" de la "extorsión" a Castaño, "omisión" e "incumplimiento de deberes" y a Mendoza y Otaduy como "autor" y "partícipe necesario" en las coacciones a Castaño. El doctor Miño ya había procesado a Baella en diciembre de 2012 por los mismos cargos que pesan sobre Tognoli, pero como aquel no apeló, la resolución quedó firme y pasó a juicio oral. Lo mismo podría ocurrir ahora con los otros tres imputados en la causa: Tognoli, Otaduy y Mendoza.
El hecho que desencadenó la investigación ocurrió el 3 de marzo de 2011. Baella lo informó como un supuesto seguimiento a Mendoza, pero el fiscal federal Walter Rodríguez descubrió que era un simulacro. Mendoza llegó hasta la casa de Castaño, donde habló unos minutos con ella en las puertas de la vivienda, mientras Otaduy, que vive en la casa de enfrente, filmaba la escena. Castaño dijo que en esa visita Mendoza le pidió que levante las denuncias contra Tognoli por "su connivencia con personas vinculadas al narcotráfico" y que el día anterior había visto al ex jefe de Drogas Peligrosas en la casa de Otaduy. Dos meses después, en mayo de 2011, Mendoza volvió a la carga con un acoso con mensajes de textos y la amenaza de difundir filmaciones. El video apareció en Youtube con el título "Madre del dolor transa con narco".
La Cámara de Rosario coincidió -con lo que antes habían dicho el fiscal Rodríguez y el juez Miño-, que el encuentro entre Mendoza y Castaño era un "montaje" para coaccionar a la víctima. "El seguimiento de Mendoza fue armado por Baella y Tognoli para obtener una filmación para coaccionar a Castaño". "Ha quedado demostrado que el propósito de la supuesta investigación iniciada contra Mendoza en marzo de 2011 era crear un marco formal donde incorporar judicialmente el gestado encuentro entre éste y Castaño con el fin de extorsionar a la última y no poner al descubierto la actividad ilícita de Mendoza".
En el fallo, la Cámara valoró las pruebas que "en mayor medida comprometen la situación de Tognoli".
Son las siguientes:
* 20 de mayo de 2011. La Dirección de Asuntos Internos de la provincia pidió informes a Drogas Peligrosas para saber si Mendoza "era investigado por narcotráfico". Le contestaron con "datos de otras personas del mismo apellido, pero vinculadas a casos menores", dijo la Cámara. Y agregó: "Tognoli era el máximo responsable de un área encargada de combatir el narcotráfico y omitió informar sobre las investigaciones iniciadas a Mendoza, a pesar de que dos meses antes había presentado al juez Miño los partes preventivos y el video en el que se lo veía con Castaño en el marco de una supuesta investigación a Mendoza por comercio de estupefacientes".
Un año y medio después, el 6 de noviembre de 2012, cuando Tognoli ya había sido detenido en la causa de Rosario, apuntó a Castaño y aludió a ese video en la que se la veía hablar con Mendoza, en la puerta de su casa en Santa Fe. "A mí que me explique cómo puede ser que en una investigación a un infractor a la ley, esta persona (Mendoza) a la que se le estaba haciendo un seguimiento entraba a su casa y ella (Castaño) lo saludaba afectuosamente. Usted si está en la lucha contra la droga, dejaría entrar a su domicilio a un infractor? Yo lo pregunto, que alguien lo conteste", tiró Tognoli.
Le contestó la Cámara: "El 20 de mayo de 2011, cuando desde Asuntos Internos le preguntaron sobre las existencia de investigaciones seguidas contra Mendoza", Tognoli "decidió omitir lo que se sabía sobre él. Sin embargo, tiempo después admitió con base en el video obtenido por la dependencia a su cargo en marzo de 2011, que Mendoza era 'un infractor a la ley'", dice el fallo.
* 3 de marzo de 2012. Alrededor de las 21.30, el subjefe de Inteligencia de Drogas Peligrosas, José Luis Baella, fue hasta la casa de Mendoza, en Colastiné Norte, al volante de un Corsa color champán con vidrios polarizados (patente HER 858) de Drogas Peligrosas. A las 21.45, Mendoza subió en la parte trasera del auto para dar una vuelta y volvió quince minutos después. Un encuentro secreto entre Baella y Mendoza, que está probado en la causa. El fiscal Rodríguez descubrió que esa misma noche, Baella le mandó un mensaje de texto a Tognoli, que ya no era su jefe en Drogas Peligrosas sino el jefe de Policía de la provincia, el cargo en el que lo designó Bonfatti el 12 de diciembre de 2011. Eran las 23.12 de ese sábado, cuando Baella mandó el mensaje y a los tres minutos, 23.22, Tognoli le contestó "con un ok", relató una fuente judicial. Ese cruce telefónico "permite deducir" que Tognoli no era ajeno al encuentro entre Baella y Mendoza y deja al descubierto la conexión existente entre los altos mandos de la estructura policial, con quien ya entonces contaba con causas iniciadas en su contra por el comercio de estupefacientes y en cuyo domicilio (cuatro meses después, el 12 de julio de 2012) se secuestrara una considerable cantidad de sustancias (13,6 kilos de cocaína y otros elementos propios de lo que se conoce como `cocina'", planteó la Cámara.
Las pruebas demuestran que "Mendoza habría gozado de protección para el desarrollo de su actividad de comercio de drogas y que tal protección le habría sido brindada no sólo por Baella sino también por Tognoli", concluyó el tribunal federal.
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