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La inseguridad fue el tema con el que el gobernador Antonio Bonfatti convocó a una reunión que empezó el miércoles a la tarde y se prolongó hasta la noche, en Santa Fe. Ahí estaban, además sus ministros Rubén Galassi, Raúl Lamberto y Juan Lewis, los intendentes de las dos principales ciudades, Mónica Fein y José Corral, y diputados y senadores del Frente Progresista. Hablaron mucho y no faltaron reproches para con la gestión en seguridad. El más desembozado fue el jefe municipal radical, que reclamó "ir más rápido" con algunas medidas como la Policía Comunitaria y una reforma real de la fuerza. "Hay muchas ideas, pero ningún proyecto concreto", se quejó Corral. Por lo mismo ya había cruzado en diciembre a Galassi y a Lamberto. El diputado radical Darío Boscarol convalidó el reclamo interno y confrontó al Ejecutivo con sectores de la policía "que se resisten a cambiar y están cómodos con esta especie de pacto con algunos sectores del delito". A la salida, dicen que los rostros eran serios y tensos.

El diputado nacional Mario Barletta, que también participó del cónclave, eligió denominar como "observaciones" las demandas que plantearon a puertas cerradas algunos dirigentes frentistas. "Fueron lecturas precisas de lo que ocurre no sólo en las dos ciudades mayores sino en sus departamentos, porque los intendentes, los senadores, son los que tienen más proximidad con los problemas y sus demandas", razonó. Otros portadores de la autocrítica fueron los senadores por Rosario y La Capital, el socialista Miguel Lifschitz y el radical Hugo Marcucci, respectivamente. "Se planteó la necesidad de aumentar la presencia policial en algunos lugares, porque la sensación de desprotección es contundente. Una serie de delitos ocurridos en Colastiné en estos días han sido prueba de ello", apuntó Barletta, justo cuando el vecindario de ese barrio santafesino ayer protagonizó un vehemente reclamo de seguridad.

Antes de las demandas, Bonfatti y sus ministros expusieron hora y media sobre los avances del Plan de Seguridad, la descentralización policial y los primeros pasos de la reforma del sistema procesal penal. "Hay una decisión férrea de tomar la conducción política de la policía, pero hasta ahora eso va generando algunos inconvenientes", interpretó Boscarol luego de la reunión. Se refería a la percepción que los hombres de gobierno sueltan en privado sobre la natural connivencia de sectores de la fuerza de seguridad con organizaciones de las economías delictivas más fuertes, el narcotráfico fundamentalmente.

Barletta señaló que se planteó "acelerar varias iniciativas previstas en el Plan de Seguridad, como el proyecto de Policía Comunitaria, y se planteó trasladar responsabilidad política a los intendentes, que haya mayor coordinación de las políticas de seguridad con los gobiernos locales". Fein también explicitó el mal clima que campea en Rosario sobre la tasa de homicidios y otros emergentes del flagelo.