Un vallado metálico de dos metros de altura y más de 120 policías de uniformes rodearon ayer la casa del ex jefe del Area 212, coronel Juan Orlando Rolón, ante el escrache de un puñado de manifestantes -en su mayoría jóvenes- convocados por la Liga Argentina de los Derechos del Hombre. El militar vive en la esquina de Gran Bourg al 4100, muy cerca de la coqueta costanera santafesina, donde volvió a tronar una consigna clásica: "¡Como a los nazis te va a pasar, donde vaya te iremos a escrachar!".

Rolón ya había sido escrachado por la organización Hijos hace dos años cuando plantaron unas 70 cruces en la vereda de su casa, uno por cada muerto y desaparecido en los años de plomo.

Ayer, los militantes de organizaciones de izquierda colgaron carteles en los árboles de la cuadra que anunciaban: "Genocida: a 100 metros". Rolón cumple prisión domiciliaria después de que el juez federal de Santa Fe, Reinaldo Rodríguez lo procesada como supuesto jefe de una "asociación ilícita" y otros delitos ﷓como "privación ilegítima de la libertad y tormentos".

Pero ayer, la desproporción entre el operativo policial ﷓que comandó el propio jefe de la Unidad Regional I, comisario Juan Luis Heck﷓ y la decena de escrachadores dejó una evidencia. "Las veces que recorrimos el barrio cuando organizábamos este repudio nunca vimos policías vigilando la prisión domiciliaria de Rolón y hoy hay una gran cantidad sólo porque vinimos a escarcharlo", dijo la única oradora del acto, Cecilia Volken.

"Este genocida puede entrar y salir de su casa cuando quiera. Es más: hay quienes lo han visto hacerlo ¡Basta de privilegios para los fascistas! ¡Cárcel común para los genocidas!" "La Liga Argentina por los Derechos del Hombre exige que el genocida Rolón sea indagado y procesado en todas las causas que investigan el terrorismo de estado en Santa Fe y denuncia el proceder de la Cámara Fcederal de Rosario que continúa actuando como defensa de los genocidas y sostiene la impunidad de los delitos de lesa humanidad", advirtió Volken.