"Si hay alguien en Santa Fe que conoce cómo funciona el Poder Legislativo, soy yo". De esa manera, aunque remarcó que la prioridad por el momento es la elección provincial, el ministro de Defensa, Agustín Rossi, se anotó en la carrera por integrar la lista de legisladores nacionales del Frente Para la Victoria. Es que apenas unos días después de que los santafesinos conozcan sus nuevas autoridades, comenzará otra pulseada política en la provincia. El 20 de junio se deberán presentar listas de precandidatos, y seis días después se procederá a la oficialización de boletas. Rossi, no obstante, reconoció que "siempre la última palabra la tiene la presidenta".

-Cuando anunció el retiro de su precandidatura presidencial, habló de "expectativas de protagonismo político" en la provincia, ¿hasta dónde llegan esas ansias?, le preguntó Rosario/12

-Lo primero que hay que decir es que la provincia ha sido mi territorio político inicial, empecé a militar en la ciudad de Rosario hace 35 años, en la Juventud Peronista, representé a la provincia en dos oportunidades como diputado nacional, y en el medio fui una vez precandidato y otra vez precandidato y candidato a gobernador. Cuando tomé la decisión de retirar la candidatura quise hacerlo en la ciudad de Rosario, por lo que expliqué ese mismo día, como una señal de que mi lugar de pertenencia es Santa Fe y que mis próximos pasos políticos van a estar orientados en la provincia ¿Cuáles van a ser los próximos pasos? Seguramente en estos días voy a iniciar una gira por toda la provincia para apoyar a los candidatos provinciales y locales con vistas a las elecciones provinciales, y después acompañar al Frente Para la Victoria o aportar al triunfo del FPV a nivel nacional desde la provincia.

-En un hipotético próximo gobierno del FPV, ¿no se ve o no desea ser funcionario nacional?

-Yo soy un dirigente político, he demostrado claramente cuál es mi vocación de construcción colectiva, pero me parece que esa etapa es de la conformación de un nuevo gobierno, mucho más adelante que esta etapa que estamos hablando ahora. Ahora quiero aportar, canalizar todo el esfuerzo militante que he hecho durante todo este tiempo para consolidar una precandidatura presidencial...volcar todo no en el territorio de la Argentina, sino en la provincia.

-¿Si Perotti-Ramos se hubiera consensuado antes, se hubiese logrado una mejor elección en las PASO?

--Ese es un análisis contra fáctico: si hubiésemos hecho lo que no hicimos nos hubiese ido mejor. Yo creo que la fórmula de Omar y Alejandro ha hecho una muy buena elección, han hecho un enorme esfuerzo. Creo que el desafío más importante cuando empezaron a encarar la campaña era evitar un escenario que se quería presentar como polarizado. Eso se logró ampliamente. Los santafesinos saben que hay tres espacios políticos con potencialidad electoral. Y como dije el jueves, lo cierto es que yo espero que en este segundo tramo de la campaña ese voto de cambio que se dividió entre bronca y esperanza, la esperanza le gane a la bronca y eso permita que Omar Perotti sea gobernador de la provincia.

-Para delinear la lista de diputados nacionales del FPV, ¿se necesitan los mismos preceptos que se establecieron con la fórmula Perotti-Ramos, una fórmula consensuada, que integre y unifique a todas las líneas?

-Sería bueno en términos de encontrar un escenario de consenso, pero todavía es prematuro hablar de eso. La obligación de todos los dirigentes del FPV en la provincia es claramente apuntalar las expectativas y después habrá tiempo para el resto.

-La Cámara de Diputados es un lugar cómodo para usted ¿Siente que cumple un rol importante allí dentro del FPV?

-Yo he sido siete años y medio presidente del bloque de diputados nacionales. He dejado ese lugar con un fuerte reconocimiento de mis pares y mucho afecto de los compañeros diputados del FPV y también de respeto por parte de los opositores. Conozco el Poder Legislativo, su funcionamiento. En Santa Fe se eligen diputados y senadores, bueno...veremos ahí cómo se termina definiendo. Pero obviamente que soy un dirigente político que conoce claramente cómo funciona no solamente la Cámara de Diputados, sino el Poder Legislativo Nacional, he sido miembro de numerosas comisiones parlamentarias, bicamerales. Si hay alguien en Santa Fe que conoce cómo funciona el Poder Legislativo soy yo.

-A la hora de definir, ¿Cristina Fernández siempre tiene la última palabra?

-Siempre la última palabra la tiene la presidenta. Esto es así, la palabra de la presidenta es la de quien conduce este espacio político. Pero me parece, vuelvo a decir, que nos estamos adelantando a un debate que todavía no es momento de darlo. Las energías de todos tienen que estar puestas en consolidar las posibilidades electorales del FPV en este momento. Yo tomé mi decisión de bajarme, de pronunciar mi retiro de la candidatura en Rosario porque claramente quería definir que la provincia iba a ser mi ámbito de actuación política de cara al futuro.

-¿Por qué el PRO se instaló como fuerza en la provincia?

-Santa Fe siempre tuvo durante muchísimos años una fuerza política claramente conservadora, que era la Democracia Progresista, que tuvo un caudal electoral. Ya había en la provincia la idea de un voto conservador, de derecha. Pero durante mucho tiempo en la provincia convivieron tres espacios políticos, es más, si hago un poco de historia, en el 73, cuando ganó la fórmula que encabezaba Sylvestre Begnis, si bien es cierto que el peronismo fue dividido en esa elección, el que entró segundo fue el PDP y hubo que ir a un ballotage con el FREJULI. O sea, el escenario de tres espacios políticos no es uno que no tenga memoria histórica en la provincia, en general había dos fuerzas predominantes, que eran el radicalismo y el justicialismo, lo que sería hoy la alianza radical socialista y el FPV y una fuerza que estaba en el 20 por ciento, que yo digo que en algún momento fue el PDP. Ahora coexisten esos mismos tres espacios quizás con los porcentajes cambiados. Y ahora hay un desgaste del gobierno socialista, más del 70 por ciento de los santafesinos votaron opciones de cambio, un poco más en Rosario, y ese voto se canalizó por dos fuerzas, por el FPV y el PRO. A mi criterio, en el voto del PRO hay mucho de bronca y en el nuestro hay más de esperanza.

-La línea oficialista del Frente Progresista hizo una muy mala elección en Rosario, bastión histórico del socialismo, ¿usted percibe un modelo agotado, un fin de ciclo?

-Hay que ver cómo termina la elección, pero yo creo que los rosarinos están buscando otras alternativas. Hay un degaste después de muchísimos años de gestión, pero que se profundizó fundamentalmente en estos últimos cuatro años, que coincide con un desgaste provincial. Rosario además siempre ha tenido intendentes que han marcado liderazgos, independientemente de su posición ideológica. Usandizaga en su estilo, lo mismo Cavallero, lo mismo Binner. Lo que busca Rosario es eso, un nuevo liderazgo, y estoy convencido que quién puede dárselo es Roberto Sukerman.