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Alejandro Bodart (foto) estuvo en Rosario esta semana en plena campaña para las Primarias Abiertas Simultáneas y Obligatorias del 9 de agosto. El candidato de Nueva Izquierda (Movimiento Socialista de los Trabajadores estuvo primero en Villa Constitución, donde apoyó la lucha de los trabajadores de Acindar. Todavía decepcionado porque la izquierda no pudo presentar un frente que incluyera a todos los sectores, Bodart salió a pedir el voto con un argumento concluyente: sólo aquellos que superen el piso de 500.000 sufragios entrarán en la compulsa definitiva del 25 de octubre.

Entusiasmado por "la explosión de lo nuevo" en Grecia, Bodart también subrayó la performance del Frente Social y Popular -al que pertenecen- en la provincia de Santa Fe. El Frente Social y Popular obtuvo 92 mil votos, que llevaron a Carlos del Frade y Mercedes Meier a la Cámara de Diputados de la Provincia, mientras en Rosario, con 34 mil votos, Celeste Lepratti será concejala y en Villa Constitución, Adolfo "Fito" Araujo fue electo concejal.

Bodart detalló que las banderas "social, ambiental, de género y una profunda reforma política" son los ejes de la campaña con la que aspiran a convencer a un electorado "sin opciones. Si la elección se polariza entre Daniel Scioli y Mauricio Macri, cuál es la alternativa, si son dos gotas de agua. La devaluación y la reducción del bajo público las tienen los dos en carpeta".

Bodart no termina de resignarse a lo que considera una oportunidad perdida. "Al no haber un frente de toda la izquierda, es muy difícil combatir de igual a igual con estos grandes aparatos, desde el llano. Era la posibilidad de poner en pie un proyecto nacional de más alcance", consideró. Bodart viajó varias veces a Grecia y subraya la experiencia de Syriza, donde "la izquierda se unió" mientras "hace cinco años sacaban el dos por ciento de los votos". Para Bodart, "lo que pasa en Grecia, esta explosión de lo nuevo, es un laboratorio".

En cuanto a las propuestas de campaña, Bodart reclamó que se haga una auditoría sobre la deuda externa. "En los últimos dos años, se pagaron 200 mil millones de deuda. Esa plata la necesitamos para pagar el 82 por ciento móvil a los jubilados, y tener un piso de salario acorde a la canasta familiar", expresó Bodart sobre sus propuestas, que incluyen también "cambiar el sistema impositivo que paguen los que más tienen, eliminar impuestos regresivos como el IVA y gravar la renta financiera".

Bodart afirmó además que "la segunda bandera es ambiental, para cambiar el sistema productivo extractivista y altamente contaminante; discutir el Código Minero para terminar con la megaminería". El dirigente planteó su oposición al uso de agrotóxicos "que están haciendo un desastre ambiental, como el caso de Monsanto" y también dijo: "Estamos en contra del fracking que está prohibido en Estados Unidos", al tiempo que bregó por una "matriz energética de mayor colaboración en América Latina" . En ese punto, dijo que aspiran a poner un "freno claro a las corporaciones, a partir de otro modelo productivo sustentable con la naturaleza".

El Movimiento Socialista de los Trabajadores plantea también la "emergencia en violencia de género", y aseguró que los estándares internacionales hablan de un refugio cada 10 mil mujeres, mientras en Argentina hay un refugio cada 10 millones de habitantes. "Una mujer golpeada no tiene adonde ir, y sufre un sometimiento económico, no sólo físico". Bodart cuestionó la "cultura machista, patriarcal, apoyada en instituciones como la iglesia".

La Nueva Izquierda apuesta también a "una profunda reforma política", en la que los funcionarios públicos "tienen que ganar como una directora de escuela, y ser obligados por ley a mandar sus hijos a la escuela pública, así como atenderse en hospitales públicos". Aseguró que así estarán más cerca de la realidad que deben modificar. En ese marco, proponen la "elección por voto directo de fiscales, jueces y comisarios".