Desde Santa Fe.

El Ministerio Público apeló el sobreseimiento del líder de Apropol Alberto Martínez por supuestas "coacciones agravadas" al gobernador Antonio Bonfatti. Argumentó que el fallo del juez Reinaldo Rodríguez que desligó del hecho al policía "luce desacertado y contradictorio" porque procesó a Martínez como supuesto "instigador" del delito de sedición -por el que están imputados otros tres oficiales en actividad- y al mismo tiempo, lo exculpó del operativo contra Bonfatti que formaba parte de la misma trama. El fiscal Walter Rodríguez dijo que las pruebas del alzamiento policial de diciembre de 2013 demuestran "la real existencia de una situación de gravedad institucional que afectó directamente al gobernador": la "máxima autoridad de la provincia" para "disponer las medidas pretendidas por quienes ejecutaron las maniobras delictivas instigadas por Martínez", agregó.

Martínez reconoció en la causa haber enviado al teléfono celular de Bonfatti una batería de mensajes de textos, entre el 4 y el 8 de diciembre de 2013, que el gobernador consideró "intimidantes", según la denuncia del fiscal de Estado Pablo Saccone. Entre otras cosas, lo llamó: "Explotador y negrero de los policías. Te hago responsable de todo lo que suceda... Fascineroso (sic)".

El juez Rodríguez dijo que el lenguaje de Martínez era "inapropiado", pero no "el anuncio de un mal futuro". A pesar de "las manifestaciones notoriamente inadecuadas dada la investidura del gobernador, no surgen anuncios de un mal inminente y grave para Bonfatti o sus afectos o intereses", explicó.

Ya el año pasado cuando se declaró incompetente para entender en la causa, el juez Rodríguez le había bajado el tono a las supuestas amenazas a Bonfatti. Dijo que los mensajes de Martínez tenían "una estricta motivación particular".

El conflicto de competencia llegó entonces hasta la Corte Suprema de Justicia de la Nación, que en abril de este año ordenó al magistrado que acumulara la causa con la de sedición.