Desde Santa Fe.

El sobrevuelo de Mauricio Macri por zonas afectadas por las inundaciones junto al intendente santafesino José Corral y el gobernador de Entre Ríos Gustavo Bordet se vivió ayer con enojo y tensión en el Frente Progresista. La diputada Alicia Gutiérrez dijo que la decisión de excluir del recorrido al gobernador Miguel Lifschitz y "reemplazarlo" por Corral era un "ninguneo" al mandatario y a la provincia. Y se preguntó si Macri volvería a Santa Fe para ver en directo -ya no por aire sino por tierra- el drama de los que padecen las crecidas de los ríos. "¿Se animará Macri a recorrer nuestra provincia inundada?", planteó la legisladora. El cruce se produjo mientras la situación se agrava con el correr de las horas: la autopista Santa Fe-Rosario se cortó por el desborde del Colastiné (entre Coronda y Arocena), la ruta 6 sigue cortada por el Salado, ya hubo piquetes en el puente carretero a Santo Tomé y en Recreo, y en la costa, los vecinos de la Vuelta del Paraguayo denunciaron que "el gobierno de Corral miente" porque la situación de los damnificados es de "abandono total".

Macri hizo pie en La Paz, Entre Ríos, pero al helicóptero subió a Bordet y a Corral, quien después operó como su vocero en la provincia y hasta publicó fotos de él con el visitante y los ministros Rogelio Frigerio (Interior), Carolina Stanley (Desarrollo Social) y Ricardo Buryaille (Agroindustria). "La visita del presidente ha sido muy importante", dijo Corral. Y explicó que Macri le había prometido "obras de infraestructura clave para la ciudad, como el desagüe Espora y la construcción de viviendas para reubicar en cota segura a familias que viven en sectores vulnerables". Esta semana, el intendente ya había dicho que Macri lo llamó por teléfono y le prometió una partida de 10 millones de pesos que "si bien es mucho menos de lo que llevamos gastado en estos meses, es una ayuda importante", explicó.

El anuncio del intendente generó cierto malestar en la Casa Gris, donde poco antes el ministro de Gobierno Pablo Farías había dicho que Lifschitz le pedirá a Macri una asistencia de 30 millones de pesos -para las zonas afectadas-, que extienda la emergencia agropecuaria a todo el territorio santafesino y el envío de helicópteros y vehículos del Ejército para llegar a las poblaciones aisladas por el agua. Farías tenía previsto repasar la crisis en una reunión con Corral y su gabinete, pero después mandó al secretario de Protección Civil, Marcos Escajadillo.

Ayer, Lifschitz confirmó que solicitará al gobierno nacional "apoyo económico" porque "será necesaria una inversión en infraestructura". "Tenemos entre dos millones y medio y tres millones de hectáreas bajo agua" y la red de caminos rurales está "destrozada", dijo el gobernador. Ya no habló de los 30 millones que mencionó Farías.

A la tarde, cuando el desborde del Colastiné había cortado la autopista Santa Fe-Rosario (entre Coronda y Arocena), seguían cortadas las rutas 6 y 8 y el 80 por ciento de la zona tambera bajo agua, Corral comenzó a publicar sus fotos con Macri y a alabar al presidente.

Mientras tanto, los vecinos de la Vuelta del Paraguayo acusaron a Corral. "El gobierno municipal miente", dice un documento que se conoció ayer. "Denunciamos que se profundiza el abandono que padecemos" en los distritos de la costa. "A casi cuatro meses desde que el agua ingresó al barrio y a pesar de los millones de pesos que el municipio de Santa Fe destina a 'sobrellevar' (sic) la emergencia, las personas que nos evacuamos, las que nos autoevacuamos y las que continuamos en nuestras viviendas en el barrio nos encontramos en un abandono total".