El senador provincial por Rosario, Miguel Cappiello, le bajó el pulgar a la llamada Ley Bertero, aprobada por Diputados el último año, y que viene a reubicar la frontera para el uso de agroquímicos a solo 100 metros de los centros urbanos. "Tengo muchas dudas con la ley que vino de Diputados, creo que hay muchas cosas que no están claras y que hay que aclarar", dijo el legislador. Entre los puntos a discutir

Cappiello señaló la "barrera verde", el descuento de impuestos sobre las tierras excluidas, el rol de contralor de los ingenieros agrónomos y los controles de salud sobre los peones rurales que debe pagar el Estado provincial. "En este marco no voy a votar esta norma en el Senado", aseguró Cappiello.

La ley Bertero establece la posibilidad de fumigar en los campos por vía terrestre a una distancia de sólo 200 metros de la zona urbana (pueblos, escuelas y viviendas) o incluso a 100 metros si existe una barrera forestal. Para la aplicación de agrotóxicos desde el aire, establece 3000 metros de frontera pero con la chance de reducirla a 800 en casos especiales.

Entre los puntos oscuros Cappiello apuntó al "apartado donde se habla de la barrera verde (por el arbolado), sobre la que no se explicita demasiado cómo se genera, en qué tiempo", y que permitiría fumigar a cien metros de las viviendas. "Cuando fui ministro de Salud hice tres resoluciones donde decíamos que la que tenía que fijar la línea agronómica eran los municipios y comunas, que debía regularse la disposición final de los envases y que no debían fraccionarse los agroquímicos", recordó.

También objetó el hecho de que esta ley habla de "cobrarle la mitad del inmobiliario rural a los dueños de la tierra a modo de indemnización (por el no uso del suelo afectado) cuando esto significa que las comunas y los municipios dejen de percibir casi el 50 por ciento de su presupuesto. Esta una indemnización que no corresponde si hablamos de cuidarle la salud a la gente". En tercer lugar Cappiello remarcó: "Tampoco me queda claro el rol de los ingenieros agrónomos que según el texto tienen que controlar varios ítemes como la cantidad, calidad y mezclas de productos agroquímicos, así como las recetas y su aplicación, y sobre todo las zonas donde se van a esparcir".

El senador recordó que "hace unos años habíamos prohibido la siembra en banquinas de rutas provinciales para evitar el uso de agroquímicos, pero aun hoy se ven banquinas sembradas".

"Entonces --resumió-- todo esto quiero que se explique, así como otro punto de la ley que obliga al Ministerio de Salud a hacer controles periódicos sobre los trabajadores rurales, pero no dice qué tipo de análisis y con qué periodicidad".

Al legislador le preocupa "por qué debe ser el Estado y no las obras sociales de los peones rurales los que deben costear estos controles, cuando es una responsabilidad de los empresarios rurales productores".

Por eso dijo sin dudar, ayer en LT8 al periodista Leo Ricciardino: "En este marco no voy a votar esta norma en el Senado".

Esta misma semana desde el colectivo de organizaciones que cuidan la salud y el medio ambiente alertaron sobre los riesgos que implicaría una posible aprobación. Es que la iniciativa de la diputada socialista Inés Bertero obtuvo un polémico apoyo en la Cámara baja en octubre del año pasado.