Miguel Lifschitz llevó ayer a la cumbre de gobernadores en Córdoba dos planteos para el ministro del Interior, Rogelio Frigerio: le reclamó una deuda pendiente y una promesa incumplida. La deuda es el déficit de la Caja de Jubilaciones que el año pasado superó los 2.000 millones de pesos. Y la promesa, el salvataje al corazón productivo de Santa Fe, golpeado por una emergencia hídrica sin precedentes que costará más de 2.000 millones de dólares. El gobernador le pidió a Frigerio que "tome cartas en el asunto" porque la asistencia de la Nación no llega y crece el malestar de los productores del centro oeste. "Hoy no tenemos un interlocutor que pueda dar una respuesta unificada a las problemáticas del sector productivo", le dijo. Fue suave. Casi al mismo tiempo, en Santa Fe, su ministro de la Producción, Luis Contigiani y el subsecretario de Lechería, Pedro Morini, advertían sobre la inercia nacional ante la crisis. "El problema es que no hemos recibido ni un solo peso", se quejó Morini, quien atribuyó la demora a un "Estado nacional elefantiásico" y "paralítico". Y cuando le preguntaron si era cierto lo que dicen en el campo, que los funcionarios de Mauricio Macri "no han cumplido nada, sólo hablan para los medios", Morini contestó: "Es verdad".

En Córdoba, Frigerio y los gobernadores firmaron un acuerdo que devuelve a las provincias --en cinco años-- el 15 por ciento de coparticipación que la Nación retenía para financiar la Anses. El convenio no tiene efectos para Santa Fe porque después del fallo de la Corte Suprema de la Nación de diciembre, el gobierno de Macri ya no puede disponer de esos fondos de la provincia. En la Legislatura estiman que Lifschitz tendrá este año una transferencia adicional de recursos de 8.000 millones de pesos y deberá negociar con Macri el pago de la deuda histórica, que oscilaría entre 30 mil y 40 mil millones, según los intereses que se pacten.

El gobernador aprovechó para expresarle a Frigerio la necesidad de que la Nación transfiera a la provincia los fondos para cubrir el déficit de la Caja de Jubilaciones, como se acordó cuando no fue transferida a la órbita nacional, en los '90. "Nosotros planteamos este tema porque ahora, al devolverse a todas las provincias el 15 por ciento de coparticipación, Santa Fe vuelve a quedar rezagada porque no transfirió la Caja y asumió el déficit" en los últimos diez años. "Esta situación no ocurre con las provincias que sí transfirieron sus cajas a la Nación. Por lo tanto, pedimos un tratamiento igualitario y que la Nación se haga cargo del déficit por lo menos en la parte que corresponde a las jubilaciones armonizadas", explicó.

El otro reclamo fue el salvataje a los sectores productivos de Santa Fe, que compartió con el gobernador de Entre Ríos, Gustavo Bordet. "Necesitamos que el ministro del Interior tome cartas en el asunto y coordine las respuestas de los distintos ministerios porque no tenemos un interlocutor que nos pueda dar una respuesta unificada sobre las distintas problemáticas que está sufriendo el sector productivo en nuestra provincia", expresó Lifschitz.

--¿Fue positiva la reunión o esperaba otra cosa?-- le preguntaron.

--No esperaba otra cosa. Fue positiva para las provincias que van a recuperar ese 15 por ciento de coparticipación y en el caso de Santa Fe, aprovechamos para plantear nuestros temas.

Poco antes, el ministro Contigiani y el subsecretario Morini habían advertido sobre la falta de respuesta de Macri a las demandas de Santa Fe. "Estoy muy preocupado. Creo que hay buenas intenciones del gobierno nacional pero cuando llega la hora de plasmarlas en la realidad, no hay coordinación. Hasta ahora son sólo promesas. Estamos ante un Estado que parece paralítico", tiró Morini.

--Un colega de LT10 planteó que los productores se quejaban porque a 50 días de los anuncios para el sector lechero, no habían cumplido nada, solo hablan para los medios.

--Es verdad--, contestó Morini.

Hace dos semanas, Contigiani dijo que la ayuda prometida para la cuenca lechera de 55 millones de pesos -que no llega- era "una cifra muy menor ante el impacto que ha tenido Santa Fe en su corazón productivo que estará por encima de los 2.000 millones de dólares". Y comparó esa pérdida con el aumento del 10 por ciento de los combustibles que significará para el sector productivo otro "impuestazo" de 500 millones de dólares.