Miércoles, 4 de octubre de 2006 | Hoy
El objetivo fue salir de la discusión pública por el reparto de cargos, aunar criterios para consolidar el Frente Progresista y avanzar en la integración de otras fuerzas políticas.
El más chicanero en la previa había sido el propio presidente de la UCR, Felipe Michlig, sobre quien pesa un pedido de desafuero en el Senado y su destino político depende de sus colegas del PJ. "Esto se ha convertido en un culebrón. Espero que la sangre no llegue al río", protestó en el contrapunto por el compañero de fórmula de Hermes Binner. El socialismo prefiere una mujer de Santa Fe y la UCR replicó con el senador Carlos Fascendini. Ayer, radicales y socialistas volvieron a reencontrarse cara a cara, acaso para evitar la profecía de Michlig: salir de la discusión pública por el reparto de cargos y "aunar criterios para consolidar el Frente Progresista y avanzar en la integración de otras fuerzas políticas" como el ARI y el PDP, dijo el diputado nacional Eduardo Di Pollina, el único vocero de la reunión. Michlig y sus correligionarios optaron por el silencio.
El encuentro se realizó en la Casa Radical, donde los dos sectores internos de la UCR -celeste y verde- se citaron una hora antes de recibir a sus visitantes del socialismo. Otra previa, entre Michlig, Fascendini, "Changui" Cáceres, el intendente de Vera, Raúl Seco Encina, los diputados Juan Carlos Millet, Hugo Marcucci y Santiago Mascheroni y el concejal de Santo Tomé, Fabián Palo Oliver, entre otros. La ex diputada Lilia Puig de Stubrin se retiró antes como una tromba.
La reunión entre los socios del Frente había generado expectativa pública. Más, por las chicanas de Michlig a Binner, ante el deseo de éste de llevar una compañera de fórmula de Santa Fe. "Si hay tanto interés en la capital provincial, lo que se podría hacer es elegir el candidato a gobernador de Santa Fe. Entonces, le daríamos la importancia que aparentemente se le quiere dar a la ciudad capital. Pero me parece que tanto se habló este tema que ya se convirtió en un culebrón y no se respetan los acuerdos firmados oportunamente", se quejó el radical.
Pasado el mediodía llegaron los socialistas. Un quinteto: el secretario de Gobierno de Rosario, Juan Carlos Zabalza; el diputado nacional Eduardo Di Pollina y los diputados provinciales Antonio Bonfatti, Sergio Liberatti y Alfredo Cecchi. Dos cercanos a Binner, dos amigos de Rubén Giustiniani y uno del viejo cuño democrático.
Después de casi tres horas de reunión, los radicales evitaron el contacto con la prensa. "Sin comentarios", se excusó Michlig. En cambio, Di Pollina aceptó informar sobre lo que había ocurrido puertas adentro. "Hablamos de lo que veníamos hablando durante todo este tiempo: cómo integrar al resto de los partidos políticos. Un tema pendiente en la construcción del Frente Progresista porque hay otros partidos políticos y sectores sociales que también se van a integrar. Esos fueron los temas", explicó el socialista.
-¿Reclamaron que el candidato que acompañe a Binner en la fórmula sea de Santa Fe?
-No. No hablamos de ese tema, ni de ninguna candidatura.
-El radicalismo había planteado esta reunión como casi decisiva para el Frente. Había dicho que se tenía que definir el candidato a vicegobernador. Si no se habló de eso, ¿que dijo la UCR? ¿Cómo quedan ahora?
-Quedamos en una nueva reunión y en hablarnos. No vamos a hacer comentarios sobre lo que compete al funcionamiento orgánico de la UCR.
-¿Existe la posibilidad de ir solos a las elecciones de 2007: el socialismo por un lado y el radicalismo por el otro?
-No, en ningún momento se evaluó esa posibilidad. En todo momento estuvimos charlando de qué manera continuamos con el Frente Progresista -contestó Di Pollina.
-¿Hablaron de la integración de un futuro gobierno? -le planteó el colega interesado en saber si ya se habían repartido bancas en la Legislatura y sillones de un gabinete.
Di Pollina hizo un esfuerzo para no reírse. "No, no. Nos parece que falta mucho tiempo para eso. El problema es que todavía no ganamos las elecciones, primero hay ganar las elecciones. Hay que ser muy responsables, muy serios. Falta mucho tiempo, más de un año", contestó el legislador en tono diplomático.
-Entonces, ¿de qué hablaron? ¿Hicieron catarsis? ¿Limaron asperezas? Porque hasta ahora no hablaron de nada de lo que le preguntamos -insistió otra colega, acaso fastidiada porque la sangre no había llegado al río.
-Hablamos de varios temas. Somos dos fuerzas políticas, más las otras que se puedan sumar. Construir el frente tiene su complejidad. Básicamente, hablamos de aunar criterios para consolidar el Frente Progresista.
-¿Y avanzaron?
-Avanzamos. El Frente Progresista será una alternativa, que no le quepa la menor duda a nadie -contestó Di Pollina. "Cada vez que hay una reunión nos acercamos a criterios comunes, eso es lo que percibe cada partido político. Así que la idea es coincidir, consensuar".
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