Los pabellones 1, 5, 6 y 7 de la Unidad 11 de Piñero comenzarán hoy una huelga de hambre por el agua potable, por la calidad de la alimentación y por atención sanitaria, entre otros reclamos. "Tomamos agua sucia con olor a podrido denuncian, la toman nuestros familiares y enferman", expresó Lilian Echegoy, de la Coordinadora de Trabajo Carcelario, y contó que la medida también se debe a "una comida que no sea insuficiente y descompuesta". Los detenidos reclaman "un médico infectólogo y exigen que los tratamientos médicos no se interrumpan abruptamente empeorando la enfermedad".

La referente del organismo de derechos humanos ha escuchado a los detenidos decirle que "dan unas pastillas para todo, para el dolor de cabeza y para una infección". "Vivimos en un estado de abandono permanente, de permanente desidia por parte de las autoridades", denuncian los presos ante la CTC, en la que confían para que lleve desde su lugar, desde el lugar de las víctimas, sus reclamos al Poder político, a la Justicia, a la prensa, a la sociedad.

"En las puertas de las prisiones argentinas podría escribirse lo que en los campos de concentración de la Dictadura: Los que aquí entráis perded toda esperanza. Piñero revoca en su despojada arquitectura y en el tratamiento de las personas privadas de su libertad derechos consagrados por la Constitución Nacional. Seis, siete horas deben aguardar los familiares en los días de visita, ciudadanos y ciudadanas humildes que esperan en días helados y lluviosos o en días ardientes", consideró Echegoy.