Paula Español fue subsecretaria de Comercio Exterior durante la presidencia de Cristina Fernández de Kirchner. Ahora, al frente de la consultora Radar recorre el país para trazar un monitoreo preciso del sector industrial y sus importaciones. De paso por la zona para participar del segundo Congreso de Economía Política que se realizó ayer en Santa Fe, la economista dialogó con Rosario/12 y observó que las Pymes son las "grandes perjudicadas" del modelo económico del gobierno nacional. "En los primeros ocho meses hay una caída de casi 120 mil puestos de trabajo", afirmó.

-¿Las Pymes son las grandes perjudicadas de este modelo económico?

-Sí, y no son las únicas. Las Pymes sufren lo que ellas denominan "la tormenta perfecta". Depende el sector, en línea blanca por ejemplo, la caída fue de entre el 10 y el 30 por ciento. Se observa suba de costos por la fuerte devaluación que hubo, apertura de las importaciones y caída de la actividad. En su conjunto, las Pymes están sufriendo mucho por supuesto esta situación, y son empresas que están a lo largo y ancho del país. Sufren un impacto muy importante y la consecuencia directa es una caída del empleo. Entonces, más allá del índice que se quiera tomar, el informe del Ministerio de Trabajo del registro del empleo registrados en el sector privado, en los primeros ocho meses hay una caída de casi 120 mil puestos de trabajo.

-¿Rubro por rubro, observa grandes caídas?

-De exportaciones sí. El único sector que no sufrió caídas es el vinculado a la producción primaria, fundamentalmente por una gran liquidación inicial de stock que había. Pero las exportaciones industriales cayeron en los primeros ocho meses un 9 por ciento, pero no solo cayeron por el sector automotriz a Brasil, tenemos fuertes caídas en gráfica, en todo lo que es química de consumo, en autopartes tenemos una caída del 20, 22 por ciento de las exportaciones. Se derrumbaron las exportaciones y lo único que se sostuvo fue la exportación de producción primaria, un claro reflejo de un nuevo esquema macroeconómico, que en definitiva maneja el nuevo gobierno.

-El gobierno se abraza de modo férreo a la llegada de inversiones extranjeras, ¿qué implica esto, qué representa por ejemplo la organización de un "Mini Davos"?

-Es un mantra, yo creo que hay cierta idea...no quiero llamarle ingenuidad, pero podemos recordar esa famosa frase de `les hablé con el corazón y me contestaron con el bolsillo`. Lo cierto es que los empresarios son empresarios, tanto los nacionales como los de multinacionales. Hay algo que tiene mucho de marketing, el primer discurso fue `cambio de gobierno, nuevas expectativas, lluvia de inversiones`. Pasaron ocho, nueve meses y lo cierto es que si vos tomás los datos de los primeros seis meses de 2011 a 2015 la inversión extranjera estuvo arriba de 1300 millones de dólares. Año 2016, nueva gestión, el ingreso fue 1290 millones, o sea más baja que el promedio de años anteriores. Eso quiere decir que no hubo una lluvia de inversiones, las inversiones vienen cuando hay algún tipo de demanda.

-¿Qué valor real tiene una caída de la inflación si se produce a costa de una contracción económica?

-La desaceleración de la inflación es real, pero esta idea de que ahora se controla la inflación lo cierto es que ahora nos estamos acercando a valores similares que teníamos un año atrás a costa de una caída de la actividad que va a estar alrededor del 2 por ciento del PBI, con una suba además de precios en el sector alimentos, con lo cual tiene un impacto aún más fuerte sobre la capacidad de compra y el ingreso de las clases más populares y vulnerables. Tenemos que pensar cuál es el objetivo de un plan económico y si el único es bajar la inflación a toda costa.