Los actores civiles en el juicio por la catástrofe del río Salado, Jorge Castro y su esposa Milagros Demiryi, recusaron al juez Jorge Patrizi (Instrucción 8º) por supuesto "prejuzgamiento", después de que éste se tomara tres meses para descartar las pruebas que ellos intentaron sumar al proceso y rechazar la indagatoria de Carlos Reutemann con el mismo argumento que utilizó a mediados de abril cuando lo eximió de cualquier responsabilidad, precisamente, "por falta de elementos probatorios". "Una incongruencia que causa estrépito", dijeron los querellantes al solicitar que el magistrado se aparte de la investigación. Pero el escrito de los Castro se acompañó con otra prueba sorpresa: El testimonio ante escribano público de tres testigos -cuya identidad se mantiene en reserva- que acusan a Lole. "Esas declaraciones demuestran, entre otras cosas, que el día 29 de abril de 2003, a las 9.30 o antes, el entonces gobernador de la provincia sabía que la zona donde se produjeron más muertes como consecuencia del estrago, inexorablemente y a la brevedad, iba a quedar bajo las aguas, como efectivamente ocurrió", denunciaron los Castro.

El 19 de abril último, Patrizi procesó por supuesto "estrago culposo agravado por la muerte de 18 personas" a tres ex funcionarios de Reutemann: el ex ministro de Obras Públicas, Edgardo Berli; el ex director de Hidráulica, Ricardo Fratti y el ex intendente de Santa Fe, Marcelo Alvarez. Pero eximió de culpa y cargo a Lole. "No se encontraron elementos para sospechar" del ex gobernador, dijo el magistrado al considerar que después de tres años de investigación aún no había "elementos suficientes" para acusarlo. En la misma resolución, el juez decretó la "falta de mérito" para otros siete ex funcionarios que estaban imputados, entre ellos el ex secretario de Obras Públicas de la provincia, Carlos Gómez Galissier; el ex administrador de Vialidad Provincial, José D'Ambrosio y el ex director de Defensa Civil, Carlos Filomena.

El 3 de julio, los actores civiles ofrecieron al juez una batería de pruebas y solicitaron la indagatoria de Reutemann y de su ex ministro de Gobierno, Carlos Carranza, entre otros.

El 15 de agosto la Cámara Penal de Santa Fe (Sala I) confirmó el procesamiento de Berli, Fratti y Alvarez, la "falta de mérito" de los demás imputados y volvió a dejar al margen del proceso a Reutemann. El 3 de octubre, el juez Patrizi rechazó el pedido de los esposos Castro para sumar más pruebas a la causa e indagar al ex gobernador. "Es cierto que los elementos probatorios incorporados a la causa con posterioridad al 19 de abril de 2006 (cuando Patrizi procesó a Berli, Fratti y Alvarez y eximió a los demás) han sido acercados exclusivamente por esta parte. Ni usted ni el señor fiscal (Ricardo Favaretto) impulsaron la obtención de otras probanzas a partir de aquella decisión. Nuestro ofrecimiento de pruebas se produjo el día 3 de julio y usted lo deniega tres meses después", afirmaron los actores civiles con un toque irónico.

Los Castro ofrecieron otra prueba más. "Las declaraciones de tres ciudadanos ante escribano público que demuestran, entre otras cosas, que día 29 de abril de 2003, a las 9.30 o antes, Reutemann sabía que la zona donde se produjo más muertes como consecuencia del estrago, inexorablemente y a la brevedad, iba a quedar bajo las aguas, como efectivamente ocurrió". Acompañaron el testimonio en sobre abierto que debería cerrarse una vez que se constante su existencia. "Se trata de que los declarantes tengan la identidad protegida y reservada" hasta que sean "citados a ratificar sus declaraciones, bajo juramento de ley", concluyeron.