CENTRAL

Jugar en casa, un desafío

Central: Ojeda; Moreira, Azconzábal, Garcé, Villagra; Encina, Calgaro, Ledesma o Di María, González; Belloso, Ruben. DT: Néstor Gorosito.

Por rendimiento y resultados, el técnico de Central ya encontró el equipo y la fórmula para jugar de visitante. Pero no así para hacerlo en condición de local, donde los canallas han perdido la mayoría de los puntos y han producido muy poco dentro del campo de juego.

Y en afán de conservar al mismo protagonismo desplegado en terrenos ajenos, Gorosito probará esta noche una alineación similar a la que goleó a Nueva Chicago, advertido también del poder contragolpeador del conjunto rival.

A diferencia de otras presentaciones en el Gigante, hoy se podrá ver un equipo con menos velocidad, pero que pugnará por marcar presencia en el mediocampo, donde Vélez ofrece a jugadores de generosas cualidades físicas. Volverá una zaga de centrales -Azconzábal (en la foto) y Garcé- que aún no transmite confianza, pero arriba Marco Ruben tendrá la libertad necesaria para ser la principal referencia en el área, allí donde explotan sus mejores condiciones.

VELEZ

Disputa en el medio campo

Vélez: Sessa; Cubero, Pellegrino, Hernán Pellerano, Broggi; Ocampo o Robles, Moreno y Fabianesi, Bustos, Escudero; Castromán, Mauro Zárate. DT: Miguel Russo.

Sin Emiliano Papa como titular, pero con los regresos de Fabián Cubero y Hernán Pellerano, la alineación de Liniers que se presentará en el Gigante basará su estrategia de juego en la disputa de la pelota en el mediocampo.

Este Vélez, ya sin Gracián y Somoza, tiene menos ambición por el gol y, claro está, menos recursos para llegar a él. La partida de sus mejores talentos fue suplida con mayor sacrificio físico, priorizando el entrenador fuerza y despliegue por sobre habilidad e inteligencia. Aunque en el ataque descansa lo mejor del conjunto. Es que Mauro Zárate y Lucas Castromán desnivelan por velocidad y picardía sin dejar de perder protagonismo en la tabla de goleadores.

El equipo de Russo sale en velocidad cuando recupera la pelota y todas van a los pies de sus delanteros. Pero cuando la marca del rival lo incomoda su juego carece de agresividad y queda relegado al rubro defensivo.