Las principales entidades agropecuarias de Santa Fe adherirán a la suspensión de actividades convocada a nivel nacional para la semana próxima en rechazo a las últimas medidas anunciadas por el gobierno. Federación Agraria, organización que nuclea a pequeños y medianos productores que supo acompañar inicialmente la política agropecuaria de la Nación, definirá hoy en Rosario la modalidad del paro ganadero. "Hay mucho malestar por la no refinanciación de deudas, por la falta de subsidios y por la vista gorda que hace el Gobierno a la concentración de la tierra", explicó Pablo Orsolini, vicepresidente de FAA. Desde Confederación de Asociaciones Rurales de Santa Fe (Carsfé), su titular, Manuel Cabanellas remarcó que el lock out patronal "es una demostración de bronca del sector agropecuario con las políticas del Gobierno, que nos viene atacando desde hace bastante tiempo". El secretario de Agricultura provincial, Daniel Costamagna consideró "lógica" la reacción de las entidades y lamentó las decisiones "inconsultas" adoptadas por el Ministerio de Economía.

Ayer a media tarde la ministra de Economía, Felisa Miceli, confirmó los anuncios que se barajaban extraoficialmente: un recorte del 30 por ciento en las exportaciones, para limitarlas a 45.000 toneladas mensuales. Además, se redujo de 280 a 240 kilos el peso de faena.

Previamente, el presidente de FAA, Eduardo Buzzi, y de Confederaciones Rurales Argentinas (CRA), Mario Llambías habían acordado lanzar un paro de actividades entre el domingo 3 y el lunes 11 de diciembre. Mientras la mesa directiva de CRA formalizó la convocatoria a la protesta ayer mismo, FAA lo hará hoy, cuando se reúna desde las 9 su Consejo Directivo en el centro cultural La Toma de Rosario.

Durante la protesta, los productores no enviarán hacienda al Mercado de Liniers y a los frigoríficos, y suspenderán la comercialización del resto de sus productos, asi como también la compra de insumos. Sólo quedan fuera de la medida de fuerza los productos perecederos.

En diálogo con Rosario/12, Orsolini no ocultó el malestar de los chacareros santafesinos con la política agropecuaria de la administración kirchnerista. "Las diferencias con el gobierno vienen desde hace un tiempo. Hay cerca de 10 mil productores que están endeudados con el Banco Nación por 1800 millones de pesos, la mayoría pertenecientes a economías regionales que no se les ha refinanciado el pasivo y corren riesgo de perder todo. No hay una política ganadera seria y encima llegan estas últimas medidas que perjudican aún más a los pequeños y medianos productores", precisó el vicepresidente de Federación Agraria.

Orsolini aclaró que los chacareros no quieren "volver a ser el pato de la boda y que la renta se la queden los frigoríficos y los supermercados que son los verdaderos formadores de precios. El gobierno hace alarde de los 30 mil millones de reservas que tiene el Banco Central, le paga a las grandes corporaciones como el FMI y se olvida de la deuda interna".

Consultado por este diario, Costamagna advirtió que "las cuestiones vinculadas al campo son muy complejas y las soluciones no son tan sencillas". En ese marco lamentó que en su condición de secretario de Agricultura de Santa Fe "sea un espectador" y no un actor de consulta de parte del gobierno nacional. "Tratándose de medidas tan trascendentales para el campo, entiendo que deben consensuarse, discutirse con los todos los sectores involucrados, con las provincias y las entidades federadas", planteó el funcionario. Un tiro por elevación a la Casa Rosada.

Puntualmente sobre el último anuncio formulados por la Nación, Costamagna evaluó que "la restricción de exportaciones de carne, si se lo anualiza, en el escenario actual de nivel de producción no parece ser algo descabellado, apunta al equilibrio. Lo importante es que estas medidas coyunturales puedan ser corregidas cuando cambie el escenario económico". Finalmente el funcionario del gobierno de Jorge Obeid consideró "lógica" la reacción de las entidades ruralistas santafesinas.