En Santa Fe la flamante Ley nacional de Educación sancionada el jueves en el Congreso se aplicará "probablemente con el viejo esquema de siete años de escuela primaria y cinco de secundaria", según anunció ayer la ministra provincial del área, Adriana Cantero. La funcionaria respondió así a la opción planteada en el articulado de la norma que dejó en manos de cada una de las jurisdicciones la cantidad de años que tendrá el nivel primario y el secundario tras la derogación de la EGB y el Polimodal. Cantero aclaró que la implementación de la nueva ley "será gradual, llevará cuatro años y en el 2007 no habrá cambios. Los padres deben estar tranquilos porque, más allá de las modificaciones, están garantizadas las certificaciones" de los estudios cursados. Para Cantero la ley "es superadora" a la normativa que implementó el menemismo en los '90. La ministra destacó en particular "los cambios en la formación docente y la obligatoriedad del secundario".

El jueves a última hora, la Cámara de Diputados de la Nación sancionó la nueva Ley de Educación. La iniciativa, impulsada por el ministro de Educación Daniel Filmus, consta de 140 artículos y promueve la extensión de la enseñanza obligatoria a todo el ciclo medio (llevando a 13 años la escolaridad ya que incorpora el preescolar) retorna al viejo esquema primaria-secundaria y deroga la educación general básica (EGB) y el polimodal. La flamante normativa incluye modificaciones en la formación docente y unifica criterios y contenidos entre las distintas provincias.

La ley deja en manos de las distintas jurisdicciones la cantidad de años que tendrá el nivel primario y el secundario. En realidad habilita dos opciones: seis años cada nivel o siete años de primaria y cinco de secundaria. "En la última consulta que hicimos a los docentes, la opinión mayoritaria fue volver al esquema de siete años de primaria y cinco de secundaria. Vamos a tener en cuenta esa opinión y la vamos a cruzar con el modelo definitivo a nivel nacional", precisó Cantero a Rosario/12.

"De todas formas -continuó la ministra- el problema de fondo no es la cantidad de años de cada nivel. Tenemos que priorizar la propuesta de enseñanza. Hay un dato que es objetivo: antes de la reforma de los '90 el nivel de repitencia más alto se registraba en el primer y segundo año del secundario. Tras la reforma el nivel más alto se dió en octavo y noveno año. Es decir, se repitió el fénomeno más allá del cambio de nombre. Si nos manejamos con análisis simplistas no vamos a avanzar".

Para la funcionaria "el gran desafío de la nueva ley es la educación secundaria obligatoria, porque la educación adolescente es un tramo complejo. La escuela secundaria ha nacido y crecido en relación a un alumnado selectivo y ahora deberá asumir masividad".

Cantero aclaró que "en la transición podría haber una decisión de complementariedad o homologación" por lo cual quienes terminen sus estudios antes del cambio de sistema "van a tener una certificación" que le va a posibilitar acceder o tener el mismo estandar que los recibidos tiempo después. "La estructura no va a cambiar mágicamente, tenemos un tiempo de transición de cuatro años", recordó.

Al momento de enumerar aspectos positivos de la ley sancionada el jueves, la ministra destacó "la revisión que se hará de la formación docente teniendo en cuenta la complejidad de la labor pedagógica en estos tiempos, la equivalencia que existirá en los contenidos entre las distintas jurisdicciones". Cantero también rescató "el planteo interesante que hace la ley sobre la inclusión educativa, la universalización de la sala de 4 años al nivel inicial y la nueva organización escolar que seguramente incluirá una extensión de la jornada".

Como corolario, la ministra de Educación de Santa Fe remarcó que la nueva norma educativa "nace con recursos a diferencia de la ley anterior (sancionada durante el menemismo) a partir de la vigencia de la Ley de Financimiento Educativo".