Los productores agropecuarios santafesinos empezaron ayer a delinear la modalidad que adoptarán las medidas de fuerza a realizar en las próximas semanas para expresar su rechazo al aumento en las retenciones a las exportaciones de soja. Desde Carsfe, su titular, Manuel Cabanellas adelantó ser partidario de un lock out "de 30 días para que el Gobierno nacional entienda el valor del campo". La cúpula de la Federación Agraria, otrora aliada del Ejecutivo, también se inclinó por un paro "de más días y más acciones directas en las rutas". El presidente de la Sociedad Rural de Rosario también se manifestó a favor de protestas "contundentes aunque no en enero por la escasa repercusión pública que puede tener".

Los cuatro puntos porcentuales que incrementó la Nación en las retenciones a las exportaciones de soja, se sabe, cayeron muy mal en el campo. En los sectores agrarios santafesinos se descuenta que de no modificar el Gobierno esta decisión económica, tendiente a subsidiar algunos productos de la canasta básica para que no suban de precio en el mercado interno, habrá medidas de fuerza de alto acatamiento.

El secretario gremial de Federación Agraria, Omar Barchetta confirmó que representantes de esa entidad ya se están reuniendo "con las otras organizaciones y ya tenemos una propuesta para hacer una protesta en estos días, de características de asamblea en repudio a la medida oficial. Vamos por más días y por la presencia de los productores en la ruta que asegure que nadie entregue ni granos ni carnes. Esta es la única forma de plantarse el gobierno", dijo en diálogo con Radio Dos.

"A nosotros también nos preocupa el tema de los precios de la canasta básica pero hay otros mecanismos para financiar", sostuvo Barchetta, quien estableció que el diálogo con el gobierno nacional es difícil: "La ministra (de Economía, Felisa Micelli) no resuelve nada, sólo le interesa el acuerdo de precios cuando debemos acordar una mejor política agropecuaria con menor recarga impositiva".

Por su parte, el presiente de la Sociedad Rural Argentina, Ricardo Delgado, admitió que "hay algunas instituciones que quieren ponerse en pie de guerra aunque no hay nada charlado con nosotros. Pero en cuanto al paro no creo que sea el momento, sería una estupidez. No sirve hacer una movilización en enero cuando se pretende hacerle entender a la gente que vive en la ciudad que lo que come todos los días es un privilegio en cuanto a la calidad", explicó, en referencia al escaso movimiento que se registra en las principales ciudades del país en el verano.

"Con el gobierno hay un diálogo de sordos. Nuestro sector está siendo castigado porque es el único que se le enfrenta. Existe una excusa de querer garantizar los precios bajos a los alimentos pero alguien se queda con una diferencia y no es el productor agropecuario", sentenció.

En tanto, el presidente de la Confederación de Asociaciones Rurales de Santa Fe (Carsfe), Manuel Cabanellas adelantó que esa entidad resolverá su situación a fines de enero cuando realicen su propio encuentro. "Si vamos al paro será de 30 días para que el gobierno entienda el valor del productor agropecuario. El productor quiere trabajar. Al paro lo convoca el gobierno que nos cambia las reglas del juego todo el tiempo", sostuvo.

Para Carsfe, la gestión Kirchner "quiere confrontar a la ciudad con el campo, pero todos saben de dónde vienen los alimentos. Un paro de 30 días podría provocar desabastecimiento en toda la Argentina", advirtieron.