La mayoría de las mujeres que acuden a los centros de salud de la provincia accede a los métodos anticonceptivos, pero no saben que existe un programa de Salud Sexual y Reproductiva, ni cuáles son los derechos que les garantiza. Así lo establece el Monitoreo Social realizado el año pasado por el Consorcio Nacional de Salud Sexual y Reproductiva (CONDERS), con una encuesta de 1093 casos en los departamentos Rosario, La Capital y San Javier. Las entidades que participan de este mecanismo de control ciudadano son la Asociación Civil Palabras, Indeso Mujer, el Instituto de Género, Derecho y Desarrollo y el Programa de Género, Sociedad y Universidad de la Universidad Nacional del Litoral (UNL).

El trabajo del Conders se basa en una convicción: "La ciudadanía debe ejercer el control de las políticas públicas (incluidas las leyes), las instituciones donde se desarrollan y los profesionales que las implementan, para velar por el cumplimiento de los derechos establecidos y que nos corresponden". La encuesta se desarrolló entre julio y agosto, con 1093 entrevistas de acuerdo a un diseño muestral del Observatorio Social de Extensión Universitaria de la Universidad Nacional del Litoral.

El informe sobre la aplicación del Programa en Santa Fe, realizado por Mabel Busaniche, Fernanda Pagura, Susana Moncalvillo y Gloria Schuster revela que sólo el 44 por ciento conoce la existencia del Programa y apenas el 33 por ciento sabe qué establece. "Tengamos presente que se trata de una población de mujeres que se encuentra de alguna manera en el marco del Programa. Este dato cobra mayor relevancia si tenemos en cuenta que un 65 % del personal afectado al Programa lleva entre 2 y 5 años trabajando en el mismo ﷓indica el informe﷓. Nos preguntamos entonces cuál es la difusión que tiene el mismo, no ya a la población en general, sino en la población usuaria y cuál es el compromiso del personal con el Programa que se establece".

En la misma línea, el 67 por ciento de las consultadas consideró que el programa no está lo suficientemente difundido. "Si se tiene en cuenta que el 30 por ciento recibió información a partir de amigas, vecinas y familiares y sólo un 45 por ciento lo obtuvo desde el efector de salud, podemos inferir que resulta urgente diagramar estrategias de difusión del Programa, no sólo a la población en general sino a las propias mujeres usuarias".

En sus "primeras recomendaciones", el informe enfatiza que "la difusión masiva del Programa es una necesidad prioritaria. No sólo a partir de las campañas en medios masivos de comunicación sino también a partir de folletería disponible en los Centros".

Un dato alentador de la encuesta es que un 94 por ciento de las usuarias conocían la entrega gratuita de métodos anticonceptivos. "Podemos hipotetizar que sigue siendo éste el aspecto más reconocido y divulgado del Programa. Nos preguntamos si la distribución de los métodos se inscribe en un proceso de capacitación, elección, respeto y reconocimiento de los derechos de las mujeres", expresan las autoras del informe.

En cuanto a la elección de los métodos anticonceptivos, más de la mitad (57 por ciento) de las mujeres encuestadas afirmó que concurre a la consulta solicitando un método determinado. El 65 por ciento solicita pastillas anticonceptivas y un 17,5 un dispositivo intrauterino (DIU). Cuando se les preguntó si finalmente pudieron adoptar el método previamente elegido, el 85,5 por ciento dijo que sí. "Nos preguntamos, si esto obedece a un respeto por parte de las/los profesionales a la decisión de las mujeres o por el contrario no existen espacios (ni en la consulta, ni en consejerías) para retrabajar la posibilidad de la existencia de información parcial, de mitos o prejuicios acerca de determinados métodos que pueden estar atravesando estas decisiones", indican las ejecutoras del Monitoreo Social.

Aunque las propias autoras reconocen que haber realizado las encuestas en los mismos centros de salud puede condicionar las respuestas de algunas consultadas, el informe también consigna que el 60 por ciento de las mujeres afirmaron que pueden elegir los métodos anticonceptivos previa explicación; en tanto, el 35,8 dice que les dan lo que tienen en el centro de salud.

Las autoras del informe señalan como un "obstáculo" para la encuesta la dificultad de las usuarias para considerarse como sujetas de derechos, y expresar los problemas que encuentran al ejercerlos. "Cuando se ha podido precisar algunas de las cuestiones que las mismas mujeres denuncian en otros espacios como los talleres, encontramos que comienzan a asomarse una serie de dificultades. Los horarios de atención, las largas esperas, los estudios que se deben realizar en otro lugar junto con cierta discontinuidad en la provisión de los MAC, aparecen como los obstáculos más reconocidos", señala el informe.

El monitoreo social también indagó sobre el trato que recibieron las usuarias en situaciones concretas, como la atención del embarazo y el parto o sobre el trato que reciben quienes se atienden de urgencia por pérdidas. Las respuestas oscilan entre un 13,6 por ciento que dijo haber recibido gritos y retos en el parto y un 10 por ciento que sabe se ha maltratado a las mujeres que llegan con pérdidas". Pero allí hay un dato llamativo: "Aparecieron un 42 por ciento y 76 por ciento de mujeres que optaron por no sabe/no contesta".

Las autoras del informe -que puede consultarse completo en la página web www.conders.org.ar- rescataron que "a pesar de que el Programa Provincial no se encuentra difundido, ni acompañado con el apoyo por parte de la gestión gubernamental que corresponde, se visualiza un mayor acceso a los métodos anticonceptivos, situación inexistente años atrás".