Hermes Binner intentó ayer despegarse de la puja desatada al interior del Frente Progresista con un sector del radicalismo y tendió puentes con el gobierno nacional. En ese sentido vaticinó un rol poco protagónico del presidente Néstor Kirchner durante la campaña electoral en la provincia. Según dijo el ex intendente de Rosario, el santacruceño no ha tenido "una posición muy determinante en Santa Fe". Binner atribuyó esa actitud presidencial no sólo a una cierta simpatía y respeto que hay entre ambos, sino a que "hay un cruce de votos importante, alrededor del 70 por ciento"; es decir, que comparten una porción importante del electorado.

En relación al debate aún no cerrado con el grupo de los radicales denominados Mimí (por el presidente de ese partido a nivel provincial Felipe Michlig y el diputado Juan Carlos Millet), reiteró su postura tendiente al diálogo "cuyos plazos se van terminando. Si no se arriba a un consenso habrá que definirlo en las internas", señaló.

"Nos interesa no sólo ganar una elección sino gobernar", dijo además para luego agregar: "Para eso hace falta tener un programa". En ese sentido, manifestó que los sorprendió la gran cantidad de "gente que tiene ganas de participar y que no está dentro de partidos políticos".

A contramano de ese movimiento, criticó al gobierno provincial que "incide en la ciudad de Rosario lanzando planes de vivienda donde ni siquiera se convoca a la Municipalidad" mientras que por otro lado existen "muchos pueblos olvidados, y ¿por qué la provincia no incide ahí?".

Luego volvió a la carga por la autonomía para Rosario. "Estamos a contramano de la Constitución Nacional que habla de la autonomía de los Municipios", remató.