Desde Santa Fe

Jorge Obeid inauguró ayer el período de sesiones ordinarias de la Legislatura con un catálogo de los logros de su gobierno. "Santa Fe está de pie y va por el rumbo correcto", afirmó. Fue su último discurso ante diputados y senadores a ocho de meses de terminar su mandato, el 10 de diciembre. Una despedida que mezcló el toque nostálgico con el montaje electoral frente a una platea poblada también por cuatro aspirantes a sucederlo en la Casa Gris: a su derecha, su candidato favorito, Rafael Bielsa; a su izquierda, el socialista Hermes Binner y en otros planos, la senadora Roxana Latorre y el radical Juan Carlos Millet. Sólo faltaba Agustín Rossi. El clima ya se había caldeado en las puertas de la Legislatura cuando una barra del PJ rosarino copó la plaza, desalojó de la primera fila -a empujones y amenazas- a una protesta de trabajadores del Banco de Santa Fe transferidos a la provincia y desde allí, se dedicó a festejar al gobernador ("Obeid querido, el pueblo está contigo", le gritaron) y a insultar a Binner con un típico cantito de tribuna ("Binner, compadre..."). Obeid se zambulló entre sus seguidores para repartir apretones de manos, algún abrazo y devolver aplausos. Y ya en el final, cerró su discurso en el mismo tono de campaña. "Más allá de los fuegos de artificios que son naturales en el período preelectoral, lo importante es que dejamos una provincia en crecimiento, sólida, gobernable, ordenada y con sus cuentas equilibradas", dijo el mandatario. Entonces "no nos dejemos guiar por la 'sociedad del pensamiento fácil' ni por la cofradía del santo reproche'", agregó parafraseando a Joaquín Sabina. Una pretendida ironía para la oposición.

Obeid se tomó una hora y doce minutos para leer su mensaje. Ya el año pasado había omitido cualquier mención a Carlos Reutemann. Ayer, ni se acordó de él, un dato que los seguidores de Lole no suelen pasar por alto. El recinto de la Cámara de Diputados estaba repleto. El protocolo ubicó a Rafael Bielsa a la derecha de Obeid, cerca de su hermana y vicegobernadora. En el otro extremo, a la izquierda, a Binner. Y en el centro, al presidente de la Corte Suprema, Roberto Falistocco, al arzobispo de Santa Fe, monseñor José María Arancedo y al intendente Martín Balbarrey, entre otros.

"Es tiempo de balances, de dar cuenta de lo realizado y de los proyectos en ejecución", dijo el gobernador en la primera línea de su discurso. El recinto ya había quedado en penumbras. El único iluminado era Obeid, pero con una luz tenue y blanca. Las diapositivas comenzaron a proyectarse sobre el mismo espacio -casi cuatro por seis metros- que alguna vez el pintor Antonio Alice imaginó para su cuadro "Los constituyentes del 53" que hoy está en el Congreso de la Nación.

"Hemos trabajado por un Estado democrático, solidario, plural, inclusivo, comprometido con la distribución social y la producción. Un Estado que hace y ayuda a hacer", afirmó el mandatario.

Obeid intentó apabullar a su platea con cifras de una provincia récord. "Santa Fe ha pasado a ser la primera exportadora argentina ﷓dijo﷓. Hoy es la primera productora nacional de soja, leche, aceites vegetales, productos lácteos, harinas proteicas y maquinarias agrícolas. La segunda productora nacional de cereales, ganado bovino, miel, muebles de madera y la tercera productora de autopartes. Y hemos dado un paso de extraordinaria importancia al declarar a Santa Fe la primera provincia productora de biocombustible", agregó.

De paso, mechó otro dato. "Santa Fe es también la segunda menos endeudada del país, que ha reducido casi un 20 por ciento de su deuda pública en tres años. Mientras hay provincias que deberían destinar los recursos de cuatro ejercicios para cancelar su deuda, la nuestra podría hacerlo con sólo el 29,5 por ciento de los recursos totales de un año", se autoelogió. Pasaron quince minutos hasta el primer aplauso quebró el tono monocorde. Y fue cuando Obeid recordó que mantuvo el superavit fiscal en los cuatro años de gobierno. "Y sin aumentar un solo impuesto", se jactó.

Más tarde, el gobernador conquistó el segundo aplauso -igual que el año pasado- cuando ponderó el modelo de estatización de Aguas Santafesinas SA que incluso copió el gobierno de Néstor Kirchner. "Rompimos con diez años de maltrato, desidia y humillación por parte de quienes manejaban la concesión" de la empresa.

El tercer aplauso llegó cuando ratificó que "la lucha contra la droga no tiene para nosotros límites ni condicionamiento alguno. Nadie, ningún funcionario del rango que fuere, tiene inmunidad ni complicidad en cualquier tipo de delito que se cometiera o del cual fuera cómplice", disparó Obeid.

Sobre el final, Obeid subrayó el tono electoral. "En 120 días se realizarán las elecciones generales. Más allá de los fuegos de artificio que son naturales en un período preelectoral, lo importante es que dejamos una provincia en crecimiento, sólida, gobernable, ordenada y con sus cuentas equilibradas", dijo el gobernador. Y mencionó la herencia que le dejará al sucesor: las políticas de estado para la región centro, biocombustibles, rutas trasversales, hidrovía, reforma policial, reforma judicial). Y un plan estrategégico. "Es probable que desde su organización moderna, Santa Fe no haya registrado un conjunto de obras estructurales de tanta importancia como la que se han planteado en esta gestión".

"Seguramente, los gobiernos venideros podrán mejorar todo lo hecho, pero el camino trazado marca un rumbo a seguir", expresó. Más aplausos. "Santa Fe está de pie y va por el rumbo correcto", insistió.

"Hemos hablado de cosas concretas, como para no alimentar las angustias del poeta que se preguntaba 'Y si después de tantas palabras no sobrevive la palabra'. A las palabras, efectivamente, se las lleva el viento. Los hechos son las expresiones tangibles de las obras de gobierno", concluyó Obeid.