Domingo, 13 de mayo de 2007 | Hoy
Grabaciones que confirman que uno de los equipos de bombeo de la ciudad de Santa Fe, no funcionaba antes de las lluvias de marzo.
Desde Santa Fe
La comisión del Concejo Municipal que investiga la responsabilidades políticas en la crisis hídrica del 29 de marzo comienza a acorralar al intendente Martín Balbarrey. Dos testigos clave que declararon esta semana ante los concejales confirmaron que el equipo de bombeo Nº 2 no funcionaba antes de la emergencia y uno de ellos aportó incluso una cinta grabada de un entredicho subido de tono entre el jefe del Departamento de Estaciones de Bombeo, Raúl Gallegos y uno de los empleados municipales que atendía los equipos. Los dos testimonios abonan la hipótesis de la negligencia y complican al secretario de Asuntos Hídricos, Horacio Ruiz, a quien la Comisión Investigadora amenazó ahora con denunciar ante la justicia por supuesto "incumplimiento de los deberes de funcionario público" porque no comunicó a los agentes que prestan servicios en las estaciones de bombeo que estaban citados a declarar ante los concejales, aunque algunos de ellos se presentaron espontáneamente.
Balbarrey ya advirtió en público que la pesquisa del Concejo Municipal es parte de un operativo político del arco opositor para echarlo del cargo, a pesar de que él se postulará para la reelección en la interna del PJ, el 1º de julio -y si gana- en los comicios generales del 2 de setiembre. La comisión investigadora está integrada por cuatro concejales: tres del frente Progresista y uno del peronismo disidente. La quinta silla quedó vacía porque el bloque oficial decidió no participar.
La primera respuesta de Balbarrey fue descalificar a los concejales que lo investigan, a quienes llamó "golpistas" y "cobardes". "Es propio de actitudes cobardes tratar de desestabilizarme para lograr lo que no han podido lograr con los votos, es una vergüenza", se quejó. Y después, vetó la resolución del Concejo Municipal que había creado la Comisión Investigadora, a pesar de no tener facultades para hacerlo. Pero el jueves, el Concejo consideró extemporáneo el veto de Balbarrey y se lo devolvió como lo había recibido, sin más trámites. "Consideramos improcedente que se haya utilizado esa herramienta legislativa que es el veto. Creemos que no corresponde, por lo tanto la actitud legislativa es reenviar el expediente y no rechazar el veto", dijo la concejala socialista Marta Fassino.
"Quieren crear el mito de una bomba que no funcionó para hacerme un juicio político", llegó a decir también Balbarrey en su defensa. Ya a mediados de abril, el diario electrónico Notife.com había revelado que la estación de bombeo Nº 2 quedó fuera de servicio el 14 de marzo, quince días antes de las inundaciones.
Pero esta semana, la Comisión Investigadora reunió más pruebas de que, efectivamente, la estación de bombeo Nº 2 -que asiste a Santa Rosa de Lima y Villa del Parque, los barrios que más sufrieron la inundación- no funcionaba antes del 29 de marzo. Los concejales recibieron el relato de dos testigos clave: un vecino de Santa Rosa de Lima, José Balbuena, que trabaja en una empresa constructora y un operario de la propia Casabomba Nº 2 que le confirmaron la hipótesis: los equipos de la estación de bombeo estaban inactivos dos semanas antes de la crisis.
Balbuena aportó incluso otra prueba: una grabación que tomó con su teléfono celular del entredicho entre el jefe del Departamento de Estaciones de Bombeo, Raúl Gallegos y un operario de los equipos que interpretó como una presión del funcionario para que el colapso de la bomba no tomara estado público.
"Cuando empieza a llover, fuimos con un grupo de vecinos para colaborar y poner otras bombas que habían traído", recordó Balbuena. "No había gente capacitada para hacerlo. Como yo y otros muchachos tenemos conocimiento, fuimos a dar una mano para instalar las bombas portátiles. Estábamos con desconfianza, porque sabíamos que no andaba. Porque nosotros vamos cada tanto a pescar y la gente de las estaciones, que vive en Santa Rosa, nos hacían el comentario de que la bomba no funcionaba.
-¿Por qué grabó las discusiones con su celular?
-Todo empezó con la discusión por una foto que salió en un diario (de Santa Fe). Decían que la bomba Nº 2 estaba a full, pero la bomba 2 no funcionaba. Entonces, un empleado le hizo un cuestionamiento a un tal ingeniero Gallego que yo no sabía si era de Hidráulica o de Estaciones de Bombeo. Empiezan a discutir sobre eso y se puso un poquito caliente. Prendí el celular y me puse a grabarlo. La foto por la que discutían era de la bomba 3, que está al nivel de la defensa, es decir unos cinco metros más arriba que la 1 y la 2.
-¿Qué quedó fuera de la grabación?
-Principalmente, el reconocimiento del ingeniero Gallego que desde hacía un tiempo venía 'pateando' los requerimientos de que se solucione el tema. Los transformadores de las bombas 1 y 2 están al nivel de la autopista, y eso es lo primero que se inunda cuando llueve. Salía algo así como 70 mil pesos arreglarlo, poner los transformadores a una altura prudente para que las bombas, por más que queden tapadas con agua, sigan trabajando. Muchas cosas. Y hubo amenazas fuertes, del ingeniero Gallego al empleado.
-¿Amenazas de qué tipo?
-Que si hablaba, si daba algún tipo de información fuera de la Municipalidad, podía ser sancionado o suspendido o hasta despedido.
-¿Le pedían que se calle?
-Sí. Entonces, yo empiezo a grabar, cuando la discusión ya estaba bastante fuerte.
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