Jueves, 16 de agosto de 2007 | Hoy
Ese es el reclamo de ex inundados de Santa Fe, que ayer, y en forma masiva, se concentraron frente a la plaza de Mayo. Y anticiparon que no votarán el 2 de setiembre si no les pagan.
Por Juan Carlos Tizziani
La política de Jorge Obeid de repartir plata a troche y moche en plena campaña tuvo su efecto bumeran. Más de 3.000 inundados de los barrios del oeste se plantaron ayer en la plaza de Mayo para exigir un resarcimiento de 2.000 pesos "como mínimo" por los daños que sufrieron en la inundación del 29 de marzo que afectó a 50.000 santafesinos. "Supieron inundarnos, sepan resarcir todo lo que perdimos", decía uno de los carteles que se colgaron frente a la Casa Gris. El gobierno interpretó el planteo como un operativo político fogoneado por el candidato a intendente Oscar "Cachi" Martínez, pero los líderes de la protesta lo negaron. "Esto no es político. Queremos una reparación, porque si reparten plata a todo el mundo, si tienen 10 millones de pesos para que la gente compre garrafas de gas cuando ya se termina el frío (a razón de 50 pesos por cabeza), que se acuerden también de los inundados. Con 20 millones de pesos le arreglan el problema a 5.000 inundados. Eso es lo que pedimos", dijo Ramón Narváez, presidente de la vecinal Barranquitas Sur y voz cantante de la marcha. Pero la intimación de la bronca tiene un plazo: "Si no nos dan nada, no vamos a votar. El 2 de setiembre nos concentramos en la plaza y no vamos a votar. Primero, que nos paguen y después, votamos", amenazó Narváez.
Los manifestantes llegaron a la plaza de Mayo por las suyas, muchos en bicicleta o en micros de línea. En las cercanías no se advirtió ningún aparato político que los hubiera movilizado. A media mañana, ya eran unos 3.500, según estimó otra vecinalista de Barranquitas Sur, Alicia Salvador. Las vallas que protegen la Casa de Gobierno sirvieron para colgar las demandas. "Obeid y Balbarrey: queremos soluciones ya", decía uno de los carteles con la última palabra subrayada en rojo. "Los inundados también votamos. No miren para otro lado", se leía en otro. Todos con la misma firma: "Barrios inundados".
Obeid ya no estaba en su despacho: tenía cita en la Casa Rosada con el presidente Kirchner. Así que después de varios cabildeos, Narváez y otros dirigentes lograron que los atienda el secretario privado del gobernador, Juan Carlos Pelusa. Y a la salida, anunciaron la primera novedad: "Nos dijeron que a la una de la tarde nos van a dar una respuesta. Van a hablar por teléfono con el gobernador y no sé a quien. Aguantemos en la plaza, no se vayan", dijo Narváez por los parlantes. Los inundados se quedaron.
A la hora convenida, Narváez volvió a salir a la calle y advirtió: "El gobernador Obeid no le da ninguna respuesta a Pelusa o Pelusa no lo llamó. No sé qué pasa. Pero somos siete los que estamos adentro de la Casa de Gobierno y no nos vamos a mover hasta que tengamos una respuesta favorable. A ustedes no le puedo decir que se queden, pero necesitamos el apoyo de todos. Tampoco les digo que entren a la Casa de Gobierno porque tendrían que tumbar las vallas y meterse de prepo. No quiero que nadie salga lastimado. Vamos a seguir con la protesta pacífica", dijo el vecinalista.
Más tarde, Alicia Salvador explicó la bronca de los inundados. "Si el gobierno no le hubiera dado tanta plata a los clubes, si no hubieran puesto 10 millones de pesos para esas garrafas que le van a llegar a todos los inundados, a lo mejor la gente no se hubiera enojado. Pero ahora están enojados. Nos dicen: 'Hay plata para los clubes. ¿Y para nosotros?'. Porque clubes como Unión y Colón esta vez no se inundaron y le dieron plata a ellos y a nosotros que tuvimos el agua adentro, no. Por ahí viene la bronca", dijo Salvador.
Narváez admitió que la vecinal Barranquitas Sur abrió un registro de inundados en el que ya se anotaron casi 6.000 personas de todos los barrios del oeste y el norte de la ciudad. "La gente perdió muchas cosas y sicológicamente está mal. Entonces, sabemos que no vamos a arreglar el problema sicológico con la plata, pero por lo menos que le den algo para que la gente espiritualmente se sienta mejor", dijo. "Pedimos 2.000 pesos como mínimo. Entonces, estamos hablando de 20 millones de pesos para repartir entre 5 mil familias".
-Pero en marzo hubo 50.000 inundados -recordó Rosario/12.
-Sí, hubo 50.000, pero lo que nosotros tenemos chequeados 5.500. Si le pagan a esta gente ya avanzaríamos en algo.
-¿Y si no le dan nada?
-Que se aguanten las consecuencias. El 2 de setiembre volvemos a la plaza de Mayo y no vamos a votar. Primero, que nos paguen, y después votamos.
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