Miércoles, 22 de agosto de 2007 | Hoy
SANTA FE › "MEGA OPERATIVO DE DISUASION" EN LA CASA GRIS
Por Juan Carlos Tizziani
La primera respuesta del gobierno ante los inundados que tomaron el balcón del gobernador Jorge Obeid en la Casa Gris en reclamo de un subsidio de 2 mil pesos quedó ayer a la vista pública. Más de 200 policías se acantonaron en la sede oficial, mientras otros 50 custodiaban la Municipalidad de Santa Fe y la Secretaría de Promoción Comunitaria para resistir otra supuesta marcha como la del viernes. Un "mega operativo de disuasión" según el ministro Roberto Rosúa que quedó aún más en evidencia cuando sólo cinco representantes de los inundados llegaron hasta la plaza de Mayo para una entrevista con funcionarios de Promoción Comunitaria, que el viernes les había prometido el jefe de Policía de la provincia, Gabriel Leegstra, pero se toparon con un blindaje inédito: una calle cerrada, vallas soldadas al suelo, pelotones de caballería, perros adiestrados y un centenar de policías detrás del corralito. Los cinco inundados esperaron en vano: nadie los atendió. "No vamos a recibir a nadie bajo condiciones de violencia y amenazas", dijo Rosúa que interpretó la protesta como "una acción electoralista de tipo partidaria porque es conocida la actuación política de uno de los dirigentes que la manejó", Ramón Narváez, a quien vinculó con un concejal de la UCR.
El destinatario de tanta furia oficial era uno de los cinco inundados que esperaban en la puerta ser atendidos por alguien y reaccionó en ironía. "Nosotros somos gente de barrio, humilde, que viene a pedir lo que le corresponde, nada más. Hay tantas cosas que faltan en Santa Fe que Rosúa nunca se preocupó por aclarar porque sino no podría haber tantas cruces en la plaza de Mayo. Son todos muertos acá y nunca hicieron nada por ellos. ¿Y hoy nos quiere cuestionar a nosotros?", dijo Narváez.
La Casa Gris amaneció ayer fortificada como nunca. Las puertas con candados, efectivos de la Guardia de Infantería listos para actuar, una autobomba en la cochera y hasta mangueras desplegadas por los pasillos. En las afueras, muchos patrulleros y camionetas.
-¿Cuantos policías participan en el operativo?", preguntó Rosario/12.
No tengo la cifra exacta, pero no son tantos se excusó Rosúa.
Ciento setenta intercedió una colega de LT10.
¿Ciento setenta? ¿Usted está segura? repreguntó Rosúa.
Sí, de las distintas fuerzas insistió la periodista.
¡Ah!, pocos. Yo creí que había más se consoló el ministro.
Más tarde, el jefe de la Unidad Regional I, comisario Juan Faustino Ruiz, despejó la incógnita: participaron del operativo 250 efectivos de la Guardia de Infantería, la sección Perros, la Caballería Montada, Investigaciones y de distintas comisarías.
"No estamos dispuestos bajo ninguna circunstancias a ser objeto de acciones violentas que niegan la existencia del sistema democrático e institucional. De manera, que con toda prudencia y moderación, vamos a tratar de evitar que los actos violentos, como los de la semana pasada, puedan afectar a la Casa Gris", dijo Rosúa. Y anunció una denuncia penal por la toma del balcón de Obeid. "La policía ha labrado actuaciones que van a ser puestas en manos del juez Diego de la Torre (Instrucción 7ª), donde se identifica a los autores de actos violentos, tales como trepar por los andamios y acceder al balcón del primer piso que corresponde al despacho del gobernador".
Rosúa interpretó después la protesta de los inundados como una "acción electoralista de tipo partidaria porque es conocida la actuación política de uno de los dirigentes que la manejó", dijo en obvia referencia a Narváez, a quien vinculó al concejal de la UCR, Jorge Henn.
De rondón, el ministro intentó vincular también al candidato del Frente Progresista, Mario Barletta, pero reculó. "¿Le parece que Barletta está detrás de esta protesta de inundados?", insistió un colega. "No, yo no digo que Barletta esté dentro de esa posición. Yo contesté apreciaciones de Barletta. El dijo que lo llena de tristeza ver la separación que existe entre la gente y el gobierno y yo digo que a mi me llena de tristeza ver la excesiva proximidad de Barletta con algunos manifestantes", contestó Rosúa.
Narváez rechazó las acusaciones de Rosúa. "Nosotros vinimos porque el jefe de Policía nos había prometido una entrevista para hoy (por ayer). Y nos reciben con vallas más reforzadas, candados, caballos, más policías. No entendemos esto. Nosotros somos inundados, no estamos haciendo política. Ellos quieren deformar todo, pero no pueden porque nosotros venimos con la verdad".
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