Si bien la ecuación no le cierra a las autoridades de Central, la decisión de Damián Ledesma por continuar su carrera fuera de Arroyito obligan a los dirigentes auriazules a asumir la partida del zaguero central. Independiente quiere al jugador pero lo que pagaría por él no llega, siquiera, a cubrir el dinero necesario para levantar los embargos que pesan sobre el club en la Asociación del Fútbol Argentino que le impiden inscribir refuerzos y emitir transfers. Pero como el futbolista está sin contrato, si Central no acepta la propuesta del diablo correrá riesgo cierto de perder al jugador y el dinero.

La transacción es confusa desde su inicio. Porque en verdad son los dirigentes de Independiente lo que pretenden sumar a Ledesma al equipo, en vez de ser el entrenador el que debiera convencer a los conductores institucionales de sumar al zaguero central "canaya". Y todo se simplifica debido a la precaridad laboral que cuenta Ledesma en el club auriazul, donde no firma contrato desde julio de 2006. Es por ello que el futbolista se quedará con el pase en su poder dentro de seis meses, y para evitar tal gris salida el propio jugador le propuso a Horacio Usandizaga ser transferido a Independiente, entidad que pone sobre la mesa 600 mil dólares limpios por el club, monto que llega apenas al 50 por ciento de lo ofertado en julio pasado por Arsenal de Sarandí por el mismo defensor: 1.200.000 de la moneda norteamericana.

Un escenario más dramático sería para la conducción centralista si el futbolista decide irse a jugar al exterior, más precisamente a Europa, donde se tolera contratar a un jugador sin contrato, como es el caso de Ledesma, sin pagar indemnización alguna al club que lo pierde. Pero como no es aspiración del Negro dejar Arroyito con el pase en su poder, el Vasco poca fuerza podrá hacer para retener al defensor, como pretende el entrenador Leonardo Madelón, más aún teniendo en cuenta que Ledesma ya le hizo explícito su deseo de dejar la ciudad.

De aceptar la oferta de los rojos, los 600 mil dólares quedarán retenidos en AFA, donde el club tiene embargos por más de un millón de dólares, o bien quedarán atrapados por las medidas judiciales que tienen inmovilizados los fondos que el club tiene depositados en una cuenta judicial. Los embargos entablados en la ciudad por los famosos ex inversores inhiben a los dirigentes a disponer los dólares que posee la institución. Los registrados en AFA, en su caso, tienen vedados a los auriazules para liberar el transfer de un jugador, como será necesario en el caso de Ledesma, e incluso de inscribir a un refuerzo.

Y para destrabar las restricciones en AFA Central debe pagarle, entre otros, al representante de jugadores Juan Carlos Silvetti, quien le inició una demanda al club en Buenos Aires por 435 mil dólares, y al ex entrenador de fútbol de salón de Ñuls, Hugo Castañeira, por 360 mil dólares. Advertido de las dificultades que Central tiene en AFA, es que Independiente se adelanta en la gestión, por cuanto ahora habrá dos meses por delante en donde los auriazules podrán resolver su situación.

Sobre este y otros temas inherentes al primer equipo, anoche los dirigentes cenaron con Leonardo Madelón.