A pesar de las adversidades que encuentra Ñuls para conseguir refuerzos, en el parque Independencia se harán las gestiones para conseguir un delantero de probada categoría. El hombre elegido por Ricardo Caruso Lombardi es Alejandro Delorte, quien el entrenador dirigió en Argentinos Juniors. Pero en La Paternal hay poca disposición a desprenderse del lungo punta, actitud similar que muestra Tigre por negociar a Leandro Lázzaro, el hombre gol del subcampeón del fútbol argentino que Lombardi también supo tener bajo órdenes en su paso por la entidad de Victoria.

En algunos casos son los jugadores los que no quieren venir a Ñuls por la coyuntura que rodea al club del parque Independencia. Pero en esta oportunidad la negativa proviene de las propias entidades, que no quieren desprenderse de sus jugadores para que se vayan a jugar al club donde actualmente trabaja Lombardi. Es que el conductor táctico leproso viene de dirigir a Tigre y Argentinos en los últimos años y es precisamente en esas entidades donde echa los ojos para dar con los refuerzos que pretende para los rojinegros.

Prioridad para Lombardi es Delorte, el delantero de dos metros de altura que juega en Argentinos y que ya hizo saber su disposición a correr en el Coloso del Parque. Lo que traba la negociación es el escaso margen de maniobra que tiene el propio futbolista para desligarse del bichito.

Con Lázzaro, en cambio, las conversaciones tienen otras características. Es que en julio el goleador de Victoria se quedará con el pase en su poder y por ello los dirigentes de Tigre evalúan con seriedad la posibilidad de transferirlo para recibir una retribución económica que no podrían gozar si el punta se queda seis meses más en la institución.

Lo de Cristian Pellerano, por su parte, transita por otros carriles, no sólo porque se trata de un volante sino porque en Racing el futbolista no es tenido en cuenta y su desvinculación de la entidad de Avellaneda no sería un obstáculo en caso de que Ñuls se decida ficharlo.