A cuatro fechas del final de temporada los números de Ñuls y Central en el promedio ya no son tan dramáticos y dan licencia para pensar a futuro. De eso aún no pueden ocuparse los jugadores, que tienen por delante desafíos trascendentes, pero sí los dirigentes, que descontracturados por los últimos resultados abren libreta con lápiz en mano y comienzan a garabatear el plantel que afrontará la temporada que larga en agosto. Tanto en el parque Independencia como en Arroyito ya hay pistas sobre quiénes dejarán de jugar en los clubes de la ciudad.

Bajas rojinegras. El camino de la partida en Ñuls lo señala Justo Villar, quien ya anunció su desembarco al Valladolid para julio. El arquero se quedará con el pase en su poder, como resultado de una negociación disparada por una importante deuda que mantenía la entidad para con él. Pero hay otros jugadores que también desean irse de la entidad, tal es el caso de Germán Ré, que desde 2005 Eduardo López amaga con venderlo. El Colorado, junto al arquero y Ariel Zapata, son de los últimos bastiones que quedan del plantel que alcanzó el título del 2004. El mandamás leproso le prometió liberarlo para el segundo semestre del año, y Ré está entusiasmado con ello.

La situación de Rolando Schiavi no debería discutirse, puesto que tiene un año más de contrato con la entidad. Pero su problemas con Ricardo Caruso Lombardi abre una discusión impensada para López, quien ahora debe decidir entre el defensor o el entrenador.

A Juan Quiroga y Pablo Aguilar también se les acabará en junio su respectiva relación contractual con el club. López ya anticipó que a Quiroga le comprará el pase (la mitad pertenece a Defensa y Justicia), pero aún no hay decisión respecto a Aguilar, quien hasta hoy debería volver el mes que viene a Chacarita. Por Nicolás Spolli habrá ofertas millonarias, mientras que a Santiago Salcedo habrá que comprarle el pase para que permanezca en Ñuls, como ya se hizo con Alejandro Da Silva.

Bajas auriazules. La dirigencia de Central fue la primera en poner un pie en el mercado extranjero para concretar negocios, como los que se hicieron con las transferencias de Cristian Alvarez y Tomás Costa. Por ellos ingresarán 5 millones de euros, dinero que se reinvertirá para reforzar el plantel, como con la adquisición del pase de Jesús Méndez.

Pero en Central el cartel de salida también lo deberán seguir Hernán Castellano, Gonzalo Belloso y Ronald Raldes, a quienes no se les renovará contrato. Detrás de ellos se encolumnará Martín Arzuaga, quien desde su llegada a Arroyito no pudo enderezar su condición física.

Emiliano Papa está a préstamo en el club y en julio deberá volver a Vélez. Pero en Liniers Hugo Tocalli no está convencido en hacerle un lugar en el plantel, por lo que la dirigencia que preside Horacio Usandizaga le requerirá a Vélez la cotización del jugador con aspiración de iniciar las conversaciones.

Y quien también se sumaría a la nómina de la diáspora es Leonardo Borzani, por quien de llegar una oferta será transferido debido a la continuidad de Jesús Méndez y la buena impresión que causó Mario Paglialunga, quien tendrá en la pretemporada la oportunidad de arrancar como titular en los primeros ensayos.

Todavía no está resuelta la continuidad de Leonardo Madelón como técnico de Central, pero la dirigencia tiene definido que en el receso irá a la búsqueda de un zaguero central, un enganche (insistirán por Ezequiel González, quien juega en Grecia) y un delantero por afuera, con las características de César Delgado, aunque son nulas las chances de recuperar el Chelito, actualmente en Francia.