No es lo económico ni la negociación de su desvinculación del fútbol de Turquía lo que retrasa la vuelta de Matías Escobar a Central. Quien militara en las divisiones inferiores auriazules años atrás se declaró hincha de Ñuls a mediados de año, cuando su nombre se lo vinculaba con la entidad rojinegra. Y por eso antes de firmar, dirigentes y futbolista definen los pasos a dar para justificar una retractación de aquella confesión. Con Cristian Tula, en cambio, aún no hay un punto de acuerdo entre la conducción de Central y la de San Lorenzo, dueño de su pase.

En el anterior receso deportivo, Ñuls fue por Escobar, quien también tenía una oferta del Kayserispor de Turquía. Como la propuesta rojinegra nunca fue clara en cuanto a la forma de pago, las conversaciones se extendieron por casi un mes, período en donde el propio ex volante de Gimnasia y Esgrima de La Plata llegó a confesar que es hincha de Ñuls, a modo de minimizar sus antecedentes en las divisiones inferiores canayas. Escobar su encuentra atrapado en su propia declaración, y se piensa en cómo remendar aquellas palabras de simpatía para con la rojinegra. Es allí donde descansa la mayor dificultad de su contratación. El pase de Escobar pertenece a un grupo empresario de La Plata, con quien Manuel Usandizaga ya tiene despejado los números de la operación. Y como el contrato del volante en Turquía no es del todo oneroso, tampoco hubo mayores discusiones para llegar a un acuerdo en lo que será su vínculo con Central, hasta julio de 2009.

Al cierre de esta edición, Manuel se encontraba reunido con Cristian González, cónclave donde asesor y futbolista debatían la continuidad del volante en el club. El Kily tiene vínculo vigente esta julio próximo y se encuentra en recuperación de una lesión de ligamentos en su rodilla derecha.