Domingo, 26 de julio de 2009 | Hoy
DEPORTES › LO QUE CENTRAL Y ÑULS DEBEN A LOS FUTBOLISTAS Y LO QUE PRESTA LA AFA.
Tras la amenaza de Agremiados de no comenzar el torneo por las deudas de los clubes con los jugadores a través de los contratos incumplidos; se destapó una realidad financiera en el fútbol argentino de la que no están excentos los clubes de la ciudad.
Por Alejo Diz
Entre la Asociación del Fútbol Argentino (AFA) y los clubes hay una relación de complicidad donde lo que domina es el desconocimiento. Nadie sabe lo que hace la casa rectora del fútbol nacional con los millones que recauda y Julio Grondona le presta plata a las entidades sin preguntar para qué fin. En la ausencia total de control sobre los billetes que vuelan detrás de la redonda es donde germina la malversación de fondos, la que llevó a una crisis económica encubierta por el silencio de los protagonistas, hasta que uno pegó el grito y obligó al debate. Ese fue Sergio Marchi, titular de Futbolistas Argentinos Agremiados (FAA), quien denunció a los clubes que no pagan los contratos, nómina en la que hay un renglón reservado para Central y Ñuls, aunque en la ciudad se debe apenas un millón y medio de pesos, de los 28 que le exige el gremio a las entidades de Primera División.
"Así cómo están los clubes, el fútbol no empieza", advirtió Marchi, días atrás, tras poner al descubierto los repetidos incumplimientos contractuales del clubes, quienes a su vez no dejan de retirar dinero de la AFA. "Que se jodan, no les presto más plata", bramó Grondona, tomando distancia de cualquier responsabilidad y ajustando más el cinturón de los dirigentes de los clubes.
El aviso de Marchi obligó a Grondona a reconocer los exorbitantes desfasajes financieros que tiene enredados a la mayoría de las instituciones de Primera, que juntos le deben a los futbolistas 28 millones de pesos, según informe publicado el miércoles por Clarín. Pero de esta crisis nacional, las entidades de la ciudad son apenas actores de reparto.
Por caso, Central tiene un rojo en FAA de 773.063,49 pesos y 70 mil dólares, rojo que nació lustro atrás. Ese son los casos de Claudio González, más conocido en las tribunas como "El Yerbatero", que jugó muy poco en Arroyito, pero que aún espera ser citado a la sede para percibir 30 mil pesos. Al igual que Pablo "Vitamina" Sánchez, que de su segunda etapa como jugador todavía le deben 68.769.769,82 pesos. Horacio Carbonari, en cambio, recurrió al gremio para intentar hacerse de los 14.101,97 pesos no saldados por su último vínculo con la entidad. La lista tiene continuidad con el actual volante de Gimnasia y Esgrima, Mariano Messera, a quien se la adeudan 30 mil pesos con cuatro centavos, según consigna la documentación registrada en las oficinas de Marchi. Juan Pablo Cárdenas, por su parte, algún día deberá recibir 92.183,48 pesos, y Daniel Díaz, a pesar de que fue transferido por una cifra millonaria a Cruz Azul de México, se fue sin cobrar los últimos 20 mil pesos de su vínculo.
Aunque peor la pasaron los uruguayos en Central, al menos Líber Vespa y Ricardo Canals, que supieron formar parte de los primeros planteles que dirigió Edgardo Bauza, y con ellos hay un pasivo de 400 mil pesos en total. A Ramiro Fassi no se le abonó una cuota de 44.408 pesos por su convenio, mientras que a Ariel Garcé ocurrió lo mismo, aunque el saldo impago en su caso es de 73.600 pesos. Y lo último que apareció fue el reclamo del oriental Ignacio Ithurralde, a quien se le rescindió el contrato en diciembre omitiendo Central abonarle 70 mil dólares.
La situación de Ñuls no es análoga al resto de los clubes debido a que se encuentra amparado por la Ley de Fideicomiso para Entidades Deportivas, lo que obliga a hacer repaso de la deuda. De igual modo, en los primeros meses de gestión de la nueva dirigencia se rubricaron convenios de pago con ex jugadores, como Cristian Fabbiani, aunque muchos otros ya habían recurrido a la Justicia, tales los casos de Julio César Saldaña y Walter Silvani, para ver si corrían mejor suerte. Con reclamos para los del parque Independencia, a FAA se llegaron Pablo Vázquez, intentando cobrar 30 mil pesos, Gustavo Pinto, quien está a la espera de casi 140 mil pesos por su contrato y Pablo Monsalvo, recientemente desvinculado, pero a quien deberán volver a llamar para entregarle los 150 mil pesos que le pertenecen por sus servicios prestados en la entidad.
Colofón de esto, entre canayas y leprosos hay un pasivo con los futbolistas de 1.525.063,49 pesos, sin contar el caso de Daniel Quinteros, el ex volante de Central, a quien se le adeuda la risueña suma de 24 centavos, según consta en los registros contables de FAA.
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