0 Colón: Pozo, Garcé, Ferrero, Goux; Soto, Pellerano, Capurro, Rivarola, Torres; Nieto, Fuertes. DT. Antonio Mohamed.

1 Ñuls: Peratta; Machuca, Schiavi, Insaurralde; Roselli, Bernardi, Barrientos, Vangioni; Formica; Achucarro, Boghossian. DT. Roberto Sensini.

Gol: ST: 20m Boghossian (Ñ).

Cambios: ST: 11m Quilez por Soto (C), 24m Bertoglio por Capurro (C), 26m Quiroga por Vangioni (Ñ), 29m Bauman por Torres (C), 30m Dolci por Formica (Ñ) y 38m Sperdutti por Achucarro (Ñ).

Arbitro: Javier Collado.

Cancha: Colón

Expulsados: ST: 30m Barrientos (Ñ) y 45m Rivarola (C).

El pie derecho de Joaquín Boghossian y la mano diestra de Sebastián Peratta apuntalaron el sueño de Ñuls de lograr una nueva vuelta olímpica en el fútbol argentino. La síntesis de la decisiva victoria de ayer ante Colón reposa en los dos jugadores de mayor protagonismo. El goleador, por anotar la diferencia; el arquero, por taparle a Rivarola una excepcional pelota. Aunque los leprosos se impusieron por mejor juego colectivo, animando quizá el partido con más situaciones de gol a favor. Pero el lánguido nueve uruguayo hizo sólo la más difícil, obligando a los hinchas a un final infartante, con los sabaleros volcados compulsivamente al ataque y los leprosos jugando con uno menos y aferrados a Schiavi, quien despejó todos los centros. En el parque Independencia esta ahora el único líder del Apertura, a tres fechas del final.

La aspiración de Ñuls de tomar las riendas del partido duró el primer cuarto de hora, cuando a Achucarro y Formica le llegaba la pelota, como consecuencia del trabajo defensivo desplegado en el mediocampo por Barrientos y Bernardi. En ese período del partido Formica se encontró cara a cara con Pozo, en remate que se fue desviado. El pase profundo fue de Barrientos al recuperar en la salida de Colón. Luego el equipo se Sensini probó por arriba: cabezazo de Schiavi que el uno local desvió al corner.

Al promediar los 20 minutos de juego los volantes leprosos empezaron a llegar tarde a los cruces, Achucarro terminó de perder conexión con los mediocampistas, y Colón paulatinamente comenzó a jugar cada vez más cerca de Peratta. Las generales del partido se alteraron: el sabalero dominaba la pelota; Ñuls reaccionaba, aunque esporádicamente, de contragolpe.

Ante el predominio de Colón los jugadores de Ñuls abusaron del juego brusco, cediendo al rival siete tiros libres, de los cuales sólo uno inquietó a Peratta: Fuertes cabeceó, de espalda al arco, desviado dentro del área menor.

En el primer contragolpe bien armado, Ñuls lo tuvo con escapada de Boghossian, quien al picar al vació sacó un derechazo que se estrelló en el primer palo de Pozo. Pero como Colón no sabía sorprender a la defensa leprosa, la única que fue al arco de Peratta fue un cabezazo de Nieto que cayó en las manos del arquero. Ñuls no pudo marcar cuando dispuso de la pelota, tampoco desequilibró cuando lo buscó por sorpresa, saliendo rápido de su propio campo.

Se corrigió Ñuls en el segundo tiempo. Más precisamente los hombres encargados en la marca, que comenzaron a ganar más sin cometer infracciones, negándole así a Colón oportunidades en pelotas detenidas. También mejoró Achucarro, al tener más participación, y Vangioni, abriendo la cancha por la izquierda. El paraguayo lo tuvo con extraña definición de chilena desviada. Luego Boghossian la tiró increíblemente afuera al cabecear en soledad pisando el área chica.

A diferencia del primer tiempo, la actividad ofensiva de Ñuls no mermó, hasta que llegó una maniobra sorprendente de Boghossian, eludiendo a tres defensores, se hizo el espacio y sacó un derechazo cruzado que estuvo lejos del alcance de Pozo. Ñuls ganaba, aunque por delante había 25 minutos.

Todo se complicó cuando irresponsablemente Barrientos se hizo expulsar, por doble amonestación, al tirar lejos una pelota. Encima Mohamed metió en cancha todos los delanteros que tenía a disposición. Sensini rearmó la defensa con Quiroga y Dolci. Colón agredía, aunque en la única que se equivocaron los centrales, Peratta levantó la mano para taparle el gol a Rivarola. Ñuls soportó cada embestida rival, hasta que llegó el final. Rivarola vio la roja por pegarle un pelotazo al árbitro y sus compañeros arremetieron ante el juez. El sabalero se quedaba sin chances de pelear por el torneo que ayer devolvió a los leprosos a la punta.