Aunque a Ñuls se le escurrió de las manos el título del Apertura y Central jugó la Promoción, en el año que está próximo a concluir la ciudad recuperó en parte su histórico potencial deportivo. Los leprosos reunieron 60 puntos que lo dejaron en sala de espera para ingresar a Copa Libertadores; los canayas se hicieron de 56 puntos que sanaron su promedio, tanto que ahora Gimnasia y Racing lo miran de abajo. Pero los objetivos se renuevan, la exigencia se acrecienta, y ahora entran en juego los dirigentes, debiendo rearmar sus respectivos planteles. En el parque Independencia la prioridad es conservar lo que hay, mientras que en Arroyito urge la necesidad por sumar un arquero y un delantero.

La base está. En el primer semestre de 2010 los hinchas de Ñuls gritarán más goles de Joaquín Boghossian, quien no sólo desea permanecer en el club, sino que tiene su contrato vigente con los leprosos. El uruguayo jugará la Copa, al igual que Jorge Achucarro y Mauro Formica, a quien no se pretende negociar. Sólo una oferta que supere los tres millones de dólares podría a hacer cavilar a los directivos rojinegros sobre la permanencia de talentoso juvenil.

Pero en Tribunales, donde se administra el fideicomiso rojinegro, lo que importa es que Ñuls tenga fondos para cubrir sus obligaciones. Y para eso será necesario transferir a un jugador, estando en primera fila de la vidriera Leonel Vangioni y Juan Manuel Insaurralde. Aunque de desprenderse del defensor, Roberto Sensini reclamará por un central, atento a que Rolando Schiavi ya no tiene edad para jugar dos partidos por semana.

Es prioridad de Sensini sumar un volante derecho, sector del campo de juego donde nunca encontró al hombre titular, más aún cuando se lesionó Diego Mateo. Nahuel Roselli y Franco Dolci no conformaron.

De igual modo, el plantel leproso ya tiene su primera inclusión para cuando retome los trabajos el 2 de enero: el defensor Cristian Lema, proveniente de Guillermo Brown de Puerto Madryn, quien en agosto pasado no pudo firmar con los rojinegros por problemas administrativos.

Goleador se busca. Horacio Usandizaga ya no tiene plata para salir a comprar lo primero que le ofrezcan, antojo que se dio con Martín Astudillo, por ejemplo. Ahora el Vasco y su hijo Manuel deberán esforzarse más, puesto que las cuentas ya no derrochan billetes. Por el contrario, Usandizaga deja sujeta la llegada de futbolistas a una venta. Al respecto, Boca amaga con venir por Jesús Méndez pero no ofrece plata. Como en Arroyito descartan que el xeneize puede reunir más de dos millones de dólares para llevarse al ex River, Manuel ya preparó la contraofensiva: algo de plata, más los préstamos de Roberto Abbondanzieri, Cristian Chávez y Lucas Viatri. Y como al nueve no se lo van a dar, entonces el ex asesor legal tomará con gusto las cesiones del arquero y el volante.

Ante la lesión de Diego Braghieri (ver aparte), los canayas intentarán resistir las ofertas por Guillermo Burdisso, a quien sí es improbable que se puede sostener más allá de agosto próximo.

Las cartas para cubrir la baja por lesión de Jorge Broun están en el Pato. De igual forma, de no ser el uno de Boca algún otro arquero se sumará. Las actuación de Hernán Galíndez no contagió seguridad. Pero si urge un arquero, también obsesiona el arribo de un goleador, por más que vuelva Milton Caraglio a estar a disposición del entrenador.

Lo de Luciano Figueroa no progresará si el jugador mantiene sus elevadas pretensiones económicas. Carlos Luna, delantero de Tigre, se lo lleva el primero que pague 600 mil dólares. La gestión de Manuel apunta al guaraní Pablo César Velázquez, de presente en Rubio Ñu de Paraguay, pero cuyo pase pertenece a Libertad. El paraguayo viene de marcar 10 goles en el torneo del vecino país. Las negociaciones se llevan adelante con el ex jugador auriazul Juan Ramón Jara, devenido en intermediario.