DEPORTES › ENTREVISTA CON EL PRESIDENTE DE CENTRAL, HORACIO USANDIZAGA
"En septiembre me voy sí o sí"
El dirigente aseguró que no peleará la reelección en el club. También elogió el acuerdo entre la AFA y el gobierno pero afirmó que deberían "convocar a alguien que sepa del negocio" para evitar que sólo haya publicidad gubernamental.
Por Alejo Diz
El teléfono no para de sonar. Su hijo Manuel lo busca para consensuar decisiones respecto a las negociaciones que Central lleva adelante para contratar y vender jugadores. Horacio Usandizaga posterga el diálogo con el nuevo manager del club. Se sienta y apoya sus brazos en el escritorio, inclinando su cuerpo levemente hacia adelante. Presta atención a la primera pregunta, toma aire y deja perder su mirada hacia el fondo de la oficina. Comienza a contestar con voz serena, casi irreconocible para su avasallante vehemencia, y echa atrás su espalda para recostarse en el sillón y responder. "El torneo Apertura no lo disfruté, porque siempre uno pretende algo más. Digo que fue el torneo que menos problemas tuve en lo personal, en lo anímico. Nuestra preocupación siempre estuvo centrada en llegar a los 30 puntos, también lo dijo Ariel (Cuffaro Russo), para poder zafar de esa situación angustiante que venía viviendo Central por el bajo promedio. Si en el próximo torneo podemos llegar a esos puntos, aunque vamos por algo más, sin generar tanta expectativa, estaríamos en 60 puntos, lo que nos daría más tranquilidad para que los muchachos jueguen mejor. Porque se juega con mucha presión en esta situación. Mire, le digo algo que me parece que tiene visos de racionabilidad: hay presión cuando un equipo está peleando el descenso, y también, aunque menor, cuando se pelea la punta. Si no cómo se explica que Banfield y Ñuls hayan perdido en la última fecha, y algunos partidos previos, que hacían a su destino final.
--¿Esto no obedece a la carga de dramatismo con que se juega en nuestro país?
--Sí, y también con el hecho de que se jueguen torneos cortos. Y le anticipo que voy a plantear en AFA volver a jugar torneos a dos ruedas, como sucede en todo el mundo.
--¿Cómo explica que en el campeonato que menos plata invirtió el club bajo su gestión se obtuvieron los mejores resultados?
--Es que no es una cuestión de inversión. No aisle usted a Central, analice al fútbol argentino. Porque dígame qué inversión importante hizo Banfield o Ñuls. Ellos (por Ñuls) trajeron varios jugadores y les salieron bien las cosas. Porque hay que reconocer que los jugadores que trajo Ñuls rindieron mucho. Por el contrario, a los clubes que hicieron alguna inversión no les fue tan bien. Ocurre que hay una gran paridad entre todos, ya no se puede hablar de clubes grandes o chicos. En los últimos años salieron campeones Lanús, Banfield o Estudiantes, que tiene más jerarquía, pero no es un club grande.
--Esa paridad que marca a nivel deportivo todavía no se refleja en el plano económico, donde sigue habiendo asimetrías a la hora de repartir el dinero de la televisión, más allá que esa brecha se redujo con el último acuerdo.
--Hubo una aproximación para reducir esas asimetrías. Utilizamos una palabra que siempre es escuchada: hablamos de solidaridad. Nosotros insistimos en ser más solidarios. No había que irritar demasiado a los grandes. El plus se repartió conforme al problema que nos llevó a discutir el nuevo contrato. El fútbol estaba con un serio problema porque los ingresos no alcanzaban para compensar los gastos, más allá que por ahí algún club se enloquece y compra jugadores que luego no puede pagar. Incluso ha pasado en este club. Nosotros tomamos la decisión de gastar en el fútbol profesional e invertir en el fútbol amateur. En este temporada reducimos los gastos mensuales del plantel superior en 900 mil pesos. Ya no pagamos más sueldos de 25 mil o 40 mil dólares. Con estos nuevos ingresos, Central va lograr el equilibrio entre recursos y gastos, y así se puede sostener un proyecto.
--¿Cuál fue su primera reflexión cuando escuchó que el gobierno nacional iba a adquirir los derechos de televisión del fútbol?
--El fútbol cómo estaba planteado era decididamente deficitario. Con esta nueva plata, a partir de 2010 Central no tendrá más déficit de funcionamiento. Sabíamos que el presidente Julio Grondona iba a hacer esa gestión con el gobierno, pero yo le asignaba pocas posibilidades de éxito. Sé que ha habido gente que criticó la decisión de los clubes. Si yo tengo que ser crítico, le dijo que el Estado, que de alguna manera está subsidiando al fútbol, tendría que tratar de lograr mejores ingresos.
--Pero los derechos cambiaron de mano de una semana a la otra.
--Sí, está bien, pero ya han transcurrido seis meses. El Estado debe llamar a alguien que entienda en esto para empezar a vender publicidad y que no haga sólo propaganda estatal. Es cierto que el Estado debe hacer publicidad y tiene asignaciones presupuestarias para hacerlo, pero me parece que la imagen que está generando es que solamente se hizo el negocio para hacer publicidad. Igual, creo que la decisión del gobierno es buena. Yo hubiese apoyado una determinación política así. Si usted analiza lo que está pasando en el mundo, la televisión sostiene el fútbol, e incluso hay leyes, como en el Parlamento Europeo, donde se emitieron resoluciones para intentar que se globalice la forma de comercializar el fútbol. Todos citan como el mejor modelo el inglés, donde el equipo que más percibe, que es el Manchester United, no llega ni a duplicar al que menos recibe, que es Derby Country. Y acá estamos camino a eso, porque Boca y River cobran 30.600.000 pesos, y los que menos ganan, que son 14 equipos, entre los cuales están Ñuls y Central, reciben 16.750.000 pesos. En España, en cambio, cada club vende sus propios derechos y así Barcelona y Real Madrid sacan muchas diferencias.
--En las principales ligas europeas se detectaron casos de corrupción a nivel arbitral. ¿Podemos pensar que nuestro fútbol está ajeno a esa problemática?
--Lo que pasa es que allá hay un sistema de apuestas que influye mucho, de hecho en Italia hubo equipos que perdieron la categoría. Por eso yo no estoy convencido de aplicar al prode bancado, como se pide. Hay que andar con mucho ojo en esta Argentina donde desde el punto de vista ético se ha retrocedido bastante. No noto que haya frenos éticos en muchos sectores de nuestra sociedad. Me doy cuenta que ésta Argentina no es la misma de hace 60 años atrás.
--En aquel tiempo gobernada Juan Domingo Perón.
--Sí, claro, no digo que antes no había deshonestidad, lo que digo es que ahora veo deshonestidad en sectores de la sociedad donde antes no la había. Dejemos la política de lado, porque en política siempre hay deshonestos.
-Volvamos al fútbol entonces. ¿De todos los técnicos que contrató, cuál de ellos hizo jugar mejor a Central?
--Este, el de Cuffaro Russo, más allá de los resultados. Yo siempre pido actitud, alma, transpirar la camiseta, después el resultado es aleatorio. Para Central lo importante es que la gente vea que los jugadores hacen lo imposible para tratar de obtener el mejor resultado. Ahora veo que Central es un equipo que corre, baja a defender hasta el nueve. Lo que nos está faltando es hacer goles, porque hemos errado cualquier cantidad. Si hubiésemos tenido un Boghossian estábamos entre los primeros. Por eso la gente me pide que traiga un nueve. Pero yo creo que lo tenemos, porque Caraglio es un excelente jugador. A la gente le digo que vamos a tratar de salir campeón, no puedo decirle otra cosa. Pero lo que quiero hacer antes de irme es dejarle al que venga resuelto el problema del promedio.
--Usted habla de irse, pero la semana pasada, en una cena con socios, prometió seguir al frente del club hasta que Central salga campeón.
--Lo dije porque estoy confiado, pero la verdad es que no podré cumplir. Mi mandato termina el 10 de septiembre y me voy, ya estoy grande.
--No suena muy creíble su promesa.
--La gente tampoco me creía cuando dije que iba a renunciar como intendente y lo hice. Ya no tengo nada que analizar, me voy. Me vinieron a buscar para sacar a Central de la situación difícil y me comprometí a asegurar que el club no quebraba.
--¿Y si ahora lo vienen a buscar para que se presente a un nuevo mando?
--No, no, me voy. A Central lo sacamos de la quiebra, cumplí. También teníamos también la posibilidad de acogernos a la Ley de Fideicomiso.
--Como hizo Ñuls...
--(risas)...no, yo voté esa Ley en el Senado, que permite zafar de la quiebra formándose una comisión administradora, pero con desplazamiento de autoridades. Lo que hizo Ñuls es distinto, pero la Justicia... Mejor no hablar más.
--¿De todas las polémicas que protagonizó como presidente de Central, se arrepintió de su papel alguna de ellas?
--Sí, del exabrupto con los jugadores. Estaba angustiado y teníamos algunos problemas. No era la primera vez que decía un exabrupto, pero me reuní con los jugadores y lo entendieron. Yo tengo muchos antecedentes de exabruptos, soy reincidente en eso. A mí me debe importar más el socio que el hincha, y como presidente ahí me equivoqué. Pero yo no engañé a nadie, llegué a Central con 67 años y todos ya me conocían por mi paso en la política, donde tengo malos antecedentes por mis exabruptos.
--¿Sigue en contacto con autoridades o funcionarios políticos?
--Por supuesto que me interesa la política, pero ahora como ciudadano. Ya no soy una figura trascendente. Me vienen a ver porque soy presidente de Central, no por lo que fui como político. Pero yo he sido muy terminante con todos los que vinieron a hablarme. A la política no vuelvo más. Ojo, no reniego de mi pasado, es una etapa cumplida. Tengo 70 años. Aprendí muchísimo en mi paso por la política, donde tuve aciertos y errores. Yo hice política desde los 22 años. Pasé por todos los cargos: concejal, intendente, candidato a gobernador, diputado, senador, en fin, he hecho de todo. Fue una experiencia muy educativa para mi, porque tuve contacto con la gente y pasó por muchos momentos gratificantes, de felicidad; otros momentos no tantos, donde sufrí, pero así es la vida, a veces uno cree que toca el cielo con las manos y en otros que la vida va contra uno. Cuando me preguntaron a qué candidato iba a votar a senador dije que votaba por (Carlos) Reutemann (Partido Justicialista), por lo que es para los santafesinos. Pero también dije que votaba la lista de diputados que lideraba mi amigo (Jorge) Alvarez (Frente Progresista). En mi opinión, hoy en día los partidos políticos deben recrearse, están un poco distorsionados. El justicialismo está dividido, al igual el radicalismo. Creo que debe producirse un reacomodamiento político. Ahora se vota al hombre en vez de al partido.
--Si la figura es más importante que el movimiento, ¿no será que se perdió identidad política?
--No tenga ninguna duda, hemos perdido identidad política.