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Primer imperativo. Cástate yo. ¿No ves que han llegado las navidades?

Éstos son días de paz y amor. Amor como estrellita mía, nada de obscenidad. Paz como en medio oriente. No pez. No esa guerra de fluidos corporales. No al descaste. Al conjunto no le gustan los fluidos ni los corporales. Sólo por hoy, cástate yo. Sólo por hoy la sensualera tendrá que bajarse el vestidito. Afiná el pulso, yo. No mezcles yo con mundo porque te sale un pastiche siniestro.

Inmacúlate ya. Inmacúlate yo. Tras agotar los caireles has leído: "mostrar el vello púbico no es ilegal en Japón". ¿Será posible? ¿Qué clase de lecturas optimizas? En la lisa serenidad del día la trompeta del yo aúlla en la rebaba y los miasmas, mientras los buenos ponen los brazos en jarra y te vigilan. Sólo por hoy encerrá tus metáforas en una agrupación de cajas custodiadas por serafines arropados. No rutiles. No humedezcas. No abismes. Borrá de tu mente la leyenda del jabón.

Frunces y orlas. No sé, no sé, las navidades te pegan de muy malas manera. Púlcrate yo, para que los obispos y las obispas no te frunzan el ceño. Frúncete el tuétano, yo. Frúncete el arte, yo. Tan inútil el are. Tan inútil yo. No atraigas al pez hombre, no te arrojes acariciantemente. Que una orla multicolor no penda de tu gargantilla, sólo por hoy. No mixtures la llanura con tus amarillos pájaros azules. No titiles. No.

Segundo imperativo. Agráciate yo. No te salgas de la botella caza moscas, sólo por hoy. No muerdas con tu risa, sólo por hoy. Saltadas las tapitas y brilladas las luces, no te quites el vestido de pantera acuática. Que la plena tersura del colgar no te vuele. No sigas las pisadas del gamo por un rayón de claridad. Sólo por hoy, agráciate en la botella caza moscas.

No mezcles cielo con ron. Las rayas y las coyundas de los agapantos mezclados con el porno shop, que sean retenidas en la botella. No frotes. No te frotes yo, sólo por hoy. Sé el yo más bueno y más casto del mundo. Trata de estar dentro de escena. Obsceno es el yo fuera de escena. Mascúllate yo. Trátate de tú, no te vosees.

La sensualera. Unete. Unete al conjunto aunque estés destinado al fracaso. Mostrar los genitales es completamente obsceno en Japón. Fuera de escena los pájaros y las pajareras, como en el resto del mundo, en Japón. Los niños se hacen en escena. Fuera de escena estás vos, yo, con la sensualera pizpireta. Nadie te ve. Todos te imaginan. Yo.

La pira y el yo. No te mojes el lóbulo con ron porque los indicios acumulan en la pira el despiole. Esos zumbidos acarician. Que no acaricien las mordeduras del potro alado y los zumbidos, dentro de la botella caza moscas, sólo por hoy. El arte. El yo. El arte es tan solitario. El yo tan solitario. Tan inútil el arte. Tan inútil el yo. El yo convaleciente necesita un arte. El arte convaleciente necesita un yo urgente, urgido en la botella. No frotes el arte volado de repliegues.

La botella caza-moscas

No sé, no sé. ¿será la bebida que me faltó beber? Tengo métodos de embriaguez tan raros? Dios libra al conjunto de las sábanas empapadas de ron y miasma. El conjunto esplende. El yo corusca en la botella caza moscas para el bien del conjunto. ¿Impacta la desnudez o impacta el alma desnuda? No sé, no sé, voy a seguir papando para el bien del conjunto. Estrellita mía estaba en escena con los rulos en la cabeza. Los otros rulos estaban fuera de escena. Nadie los imaginaba. Sólo yo.

Mariposas imperiales

Las moscas a mi lado se deleitan de mi papar. No hay muchas. No todas las moscas están dispuestas a entrar por una ranura tan pequeña. Esta manía por embriagarme con lo no bebido me sienta tan mal que me hace sentir bien. Me mantiene fuera de la raya. Dentro de Japón con sus rulos, sus mariposas imperiales, la titilación y los métodos de embriaguez tan raros... El conjunto ve moscas donde hay mariposas imperiales. No te asomes yo en los refucilos. Sólo por hoy, no te derrames.

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