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Pablo "Vitamina" Sánchez es un referente indiscutido para los simpatizantes de Rosario Central. En su época de jugador se destacaba por el exquisito manejo del balón y por la inteligencia dentro de un campo de juego. Ahora en el papel de técnico quiere demostrar que tiene condiciones para ser un muy buen entrenador. En una entrevista con Rosario/12, "Vitamina", habló de Rosario Central, del plantel de Cuffaro Russo y de la experiencia que cosechó como técnico en Banfield y en el fútbol boliviano. "A Central lo veo muy bien, los jugadores se consolidaron y van a tener un gran futuro", afirmó Sánchez. Como cuando lucía la diez en su espalda, Vitamina recorrió la mitad de la cancha para ubicar a su jugador preferido. "El jugador que más me gusta es Mario Paglialunga porque es el que más entiende el juego", reconoció "Vita", quién también se refirió a su paso como jugador por Holanda y a las cosas que disfruta en su vida personal.

-¿Cómo lo viste a Central en el torneo anterior?

-Yo creo que estuvo muy bien. Cuando agarró Cuffaro Russo se habían creado muchas dudas porque se habían ido muchos jugadores titulares y el equipo arrancaba muy mal con el promedio pero la verdad se hizo un torneo muy bueno y se consolidaron un montón de jugadores.

-¿En el nuevo campeonato con la llegada de Lucho que puede pasar?

-La llegada de Lucho es muy importante y le va a dar muchas satisfacciones pero también está la recuperación de Caraglio y además todos los chicos que recién estaban empezando caso Paglialunga, Burdisso y Gervasio Núñez y hoy se sienten titulares e importantes. Se ve un gran futuro para Central.

-¿Qué jugadores del club tienen un gran futuro?

-Los marcadores centrales de Central son para Europa y para Italia puntualmente. Burdisso, Braghieri, Valentini y Boggino tienen ese perfil. Son defensores duros y bravos al estilo de Walter Samuel. Broun aunque esté lesionado es muy bueno, Gómez también y los delanteros son muy completos, pero a mí el que más me gusta es Mario Paglialunga porque es el jugador que más entiende el juego.

-¿En qué cosas entiende el juego?

-En sus decisiones, en sus posiciones tácticas, en los lugares donde se ubica en la cancha. Paglialunga casi siempre se termina quedando con la pelota, sabe donde tiene que pararse, va leyendo que puede hacer el rival y es muy dotado técnicamente con su zurda. Arriesga cuando tiene que arriesgar con un pase largo pero por lo general juega corto a dos toques, condición primordial para el lugar donde él se desempeña en la cancha.

-¿Qué cosas valoras de un jugador que no sean las condiciones técnicas? -La predisposición al trabajo y el acatamiento de las decisiones del técnico. Eso son dos virtudes que puede tener un jugador y que no todos las tienen.

-¿Qué consejos que te daban como jugador ahora aplicás como técnico?

-Muchos. Desde el cuidado personal, el tema del descanso y la alimentación. Uno con veinte años se acostaba a las tres de la mañana y no sentía fatiga, cansancio o el desacople de horarios pero a los 25 o 30 años sí se siente. El jugador tiene que entender "el cuando, el como, el donde y el con quien". Cuando entienda eso va a tener una vida ordenada más allá de su técnica individual, de la formación física y de todo lo que le pueda dar un técnico.

-¿Qué te dejó el curso de técnico?

-Hay algunas materias que son importantes. Pedagogía, Psicología y Lengua me sirvieron para mejorar la manera de hablarles a mis dirigidos y el manejo de grupos. Desde la táctica y la técnica supongo que es más difícil enseñarme a mí, que a la persona que no fue jugador profesional. A mí me sirvió mucho haber jugado. Cuando la gente pide que saques a un jugador, uno sabe exactamente que está sintiendo el futbolista, igual si erra un gol o si lo aplauden o lo insultan. La gente puede tener una idea pero no va a saber lo que es salir a la cancha con 45 mil personas y que se tape de papelitos.

-¿Qué haces mientras no trabajas?

-Miro mucho fútbol y trato de mirarlo desde el lugar del técnico que es lo que más me costó cuando que me retire. Antes me sentaba en la tribuna de Central y pensaba como hubiera resuelto tal jugada de forma individual, pensaba todavía como jugador. La cuestión era empezar a verlo como entrenador.

-¿Te gusta el fútbol argentino?

-Me gusta ver el fútbol argentino. Es un fútbol muy complicado porque lo viví en carne propia. Fui a Europa y me pareció más sencillo y cuando volví los primeros seis meses me costaron un montón. Se juega a un ritmo muy alto, con presión constante y además tenes el silbido, los insultos y el murmullo.

-¿Qué cosas te dieron cada uno de los equipos que dirigiste?

-Banfield me dio la posibilidad de darme cuenta que era lo que me gustaba, Central me dio la posibilidad de dirigir al equipo de mis amores y aunque no me fue bien, fue una experiencia importante. No sé si buena o mala pero fue importante y Oriente Petrolero fue el lugar donde trabajé más tranquilo y adquirí más experiencia en un lugar que tenía algunas falencias estructurales.

-¿Hoy donde te gustaría dirigir?

-En esta etapa de aprendizaje me gustaría dirigir en el exterior. En países sudamericanos donde el fútbol se vive con menor intensidad, tienen menos exigencia y uno puede trabajar más tranquilo. Yo me comprometo mucho y me enamoro del club donde voy. Me enamoro de su gente y de su historia.

-¿Sentís más presión como técnico o cuando eras jugador?

-Es mayor como técnico. Como técnico te podes sentir apenas partícipe de una derrota, un triunfo o un empate pero el jugador es el más importante. Cuando te toca irte y el jugador se comprometió con el técnico se siente muy mal. Como técnico tenes que tomar decisiones sobre el plantel y el momento más feo, es cuando tenes que decirle a un jugador que no lo vas a tener en cuenta. Eso es lo más feo de esta profesión, aún más que cuando te echan.