En apenas un par de horas, ayer la dirigencia de Central resolvió la desvinculación de Reinaldo Merlo como entrenador del primer equipo para pasarle la responsabilidad a Héctor Rivoira, que al igual que sus últimos antecesores en Arroyito se lo contrató por reunir "el consenso del hincha". La salida de Mostaza busca "descomprimir" la presión que agobia a los jugadores, y para ello la directiva fue a la búsqueda del hacedor del último ascenso de Atlético Tucumán. Rivoira acordó ayer de palabra su arribo al club y mañana por la tarde dirigirá la primera práctica. Debutará el lunes ante Instituto de Córdoba en el Gigante.

Aunque el club cambie de gobierno, en Central no hay técnico que soporte una temporada. De la presente crisis deportiva se hizo cargo Merlo, que ayer pasó por Arroyo Seco a saludar a los jugadores y ratificar su renuncia, la cual llegó como consecuencia lógica de lo que hacía el equipo en cancha. Raudo, el presidente Norberto Speciale y el manager Gonzalo Belloso convocaron a Héctor Rivoira, que representa la nueva esperanza de los hinchas, las mismas que trajeron, en su tiempo, Leonardo Madelón, Gustavo Alfaro, Ariel Cuffaro Russo, por citar los últimos casos. "Rivoira es el nuevo técnico de Central", dijo un lacónico Belloso al retirarse de la práctica vespertina donde por última vez se vieron las caras los jugadores con Mostaza.

En los últimos tres años pasaron por el banco auriazul diez entrenadores, si se cuentan los dos procesos de Madelón y Merlo, y los trabajos interinos de Jorge Díaz (un partido) y Hugo Galloni. El undécimo de la lista es Rivoira, que se pondrá a la tarea de hacer aquello que no pudieron los otros: que Central juegue bien al fútbol, requisito imprescindible para lograr el ascenso. "Por suerte los resultados ayudan y estamos a solo seis puntos del puntero", rescató el Kily González.

Por lo que hizo el "canaya" en las primeras 12 fechas del Nacional B, es difícil de explicar cómo el equipo rescató 16 puntos. Pero como los números no asustaban (Central siempre estaba a pocas unidades de líder), semanas atrás los dirigentes salieron en defensa de Merlo ratificando su permanencia. Y tras la derrota en Corrientes con Boca Unidos fue el propio entrenador el que puso punto final a su segundo ciclo en la entidad. "Se fue una gran persona", lamentó González, quien fue el jugador que ayer habló en nombre del plantel. "Somos los culpables de esta situación. Es lamentable que Merlo se tenga que ir así. Nosotros hicimos todo lo posible, pusimos lo mejor, pero las cosas no se dieron", analizó el Kily.

Con Mostaza tirando la toalla, Speciale y Belloso fueron a la búsqueda de Rivoira, quien es un erudito de la divisional, llevando a primera a Chacarita (1999), Instituto (204) y Atlético Tucumán el pasado año, antecedentes que lo llevaron a ser la opción con más consenso en Arroyito. Ayer a la mañana Rivoira acordó de palabra con Speciale los términos de su contrato, pero recién mañana por la tarde asumirá las riendas del plantel. El sucesor de Merlo tendrá una semana de trabajo antes de su debut, que se producirá el lunes a las 21 ante Instituto, en el Gigante.