La Secretaría de Salud Pública municipal informó ayer -como lo había adelantado en exclusiva este diario en la edición de ayer que la tasa de mortalidad infantil bajó a un dígito en Rosario, al descender 1,3 puntos entre 2008 y 2009 pasándose de 10,7 por mil nacidos vivos a 9,4 por mil en ese período. Al respecto, la directora del Sistema Municipal de Información en Salud, Analía Chumpitaz, destacó la persistencia de la curva descendente desde el año 1994 cuando la tasa era del 20,8 por mil. Chumpitaz remarcó que cuando se alcanzan valores de un dígito "es cada vez más difícil que la tasa descienda porque los factores que intervienen en las causas son más complicados de resolver, ya sea por cuestiones económicas o socioculturales, o por conductas y prácticas arraigadas tanto en la sociedad, como en los servicios de salud".

La tasa de mortalidad infantil relaciona las defunciones de menores de un año ocurridas durante un año y el número de nacidos vivos registrados en el transcurso de ese mismo período. Es considerada como uno de los indicadores más importantes para la planificación y programación de actividades en salud y, debido a su especial utilidad, es necesario calcular e interpretar correctamente sus valores, remarcó Chumpitaz. Entre las causas más importantes que provocan estas muertes, se señalan las perinatales. Estas se vinculan con la atención de parto y del recién nacido. Luego siguen las malformaciones congénitas.

De acuerdo a los datos ayer difundidos, la tasa de mortalidad infantil (por 1000 nacidos vivos) por año en la última década y media fue: en 1994 del 20,8; 1995 17,7; 1996 14,9; 1997 15,0; 1998 15,0; 1999 11,8;

2000 13,9; 2001 12,8; 2002 13,0; 2003 12,1; 2004 11,0; 2005 11,2; 2006 11,7; 2007 10,6; 2008 10,7; 2009 9,4.

Desde el municipio recordaron que en lo que a mortalidad infantil se refiere se viene trabajando sobre tres ejes de acción: "El apoyo al crecimiento y desarrollo de los niños en edad preescolar, la capacitación y concientización de la población acerca de la importancia de la vacunación como medida preventiva, y el mejoramiento de la gestión interna de los efectores de salud mediante la revisión de su estructura, de sus recursos, de sus dispositivos y sus procesos de trabajo con el objeto de perfeccionar las capacidades del sistema".

En la búsqueda por reducir la mortalidad infantil las maternidades tanto públicas (municipales y provinciales) como privadas "cumplen un rol muy importante bajo la idea de que la mujer y su entorno deben tomar un rol clave en tanto protagonistas activos en el cuidado de los embarazos, el nacimiento y posterior cuidado de los hijos". También se impulsan acciones conjuntas tendientes a garantizar el cumplimiento efectivo de los derechos de los niños y de la salud materna.

De manera general, el trabajo cotidiano de los diferentes efectores promueven el encuentro de la población con los integrantes de los diferentes equipos de salud y los distintos espacios que promueven un empoderamiento de los ciudadanos respecto de los Derechos Sexuales y Reproductivos y la prevención de la transmisión vertical del VIH. De esta manera los equipos se acercan y conocen las circunstancias personales, familiares y socioeconómicos que rodean la salud de las mujeres y los niños a efectos de implementar estrategias para una mejor atención.