Cuando en un partido se encuentran un equipo que no sabe jugar y otro que no se corre un paso de lo trazado en el pizarrón, es imposible que salga un buen espectáculo. Ñuls fue el que cargó con todas sus limitaciones, Arsenal fue un conformista. Los jugadores estuvieron nerviosos, al punto de haber dos expulsiones a la media hora de juego. Con el empate sin goles fue el público el que perdió la serenidad, tensión que la policía multiplicó con represión con disparados de bala de goma. Hubo confusión en la desconcentración del hincha, similar a la que sufrió el equipo en los 90 minutos de juego.

En rigor, con una semana de trabajo muy poco se puede corregir. Cagna se preocupó por conservar los aciertos defensivos construidos por Javier Torrente, pero nada pudo hacer por el resto, que tan mal hace la lepra: jugar en ataque.

La lepra tuvo un primer tiempo sin disparos al arco. Le pegaron a Bernardi de atrás, reaccionó y tras tumulto generalizado un dubitativo Toia le mostró la roja al cinco leproso y Marcone.

Arsenal jamás hace algo que no esté en sus planes. Ataca con buenos jugadores, pero como nadie sale del guión no hay lugar para la sorpresa. Lo de Ñuls, en cambio, es mucho más grave: no tiene orientación al momento de jugar. Porque Pablo Pérez no puede asumir el rol de conductor, Mateo no está para levantar la vista, Aquino tiene problemas técnicos de dominio del balón, Sperduti no se saca el traje de llanero solitario y así Valencia, dando continuidad a la pelota en dos jugadas, terminó siendo el único jugador que ofreció algo productivo.

Luego Cagna metió a Noir y sacó a Sperduti por Villalba. Este cambio llamó la atención de todos, aunque trajo beneficios. Porque el volante central logró hacer circular la pelota entre los jugadores y Ñuls se acomodó en el campo. El primer remate al arco fue de Pablo Pérez desde fuera del área, a los 26 del complemento, y pegó en el palo. El único cabezazo de Aquino salió desviado. Entre tanto, Arsenal ajustaba piezas en el fondo. Cada vez menos atacaba la visita y cuando remata se encontraba con un atento Peratta.

Con velocidad, Noir se escapó entre tres y lo bajó Burdisso para evitar su definición. Arsenal se quedó con nueve. El hincha se enfervorizó, ingresó Camacho y todo Ñuls fue a la carga. Por entonces la lepra ya había dejado los centros anunciados a Aquino por parte de Díaz y Ferracuti. Arsenal jugaba más atrás, Ñuls más adelante.

A pesar de todo lo mal que jugó Ñuls, hubo un segundo de ilusión. Fue con una gambeta de Camacho y su centro atrás para Noir, que la tiró afuera al quedar ante Campestrini. Aunque inmerecida, la oportunidad estuvo y la lepra falló.

Ñuls todavía no ganó en su estadio. Sigue entre los peores y su escasos puntos le anticipan un período de angustia. El futuro por venir ya lo sufren sus hinchas, quienes protagonizaron corridas e incidentes a la salida del estadio. Los jugadores se pelean con los rivales, y los simpatizantes con la policía. En Ñuls hay nervios, todos se pelean con todos, y en el medio se presentó Cagna para ver si puede recomponer.

0 Ñuls: Peratta (6); Díaz (4), Pellerano (5), Vergini (4), Ferracuti (3); Sperduti (4), Mateo (5), Bernardi (-), Pablo Pérez (4); Valencia (4), Aquino (3). DT: Diego Cagna.

0 Arsenal: Campestrini (6); Nervo (5), Lisandro López (6), Burdisso (5), Pérez (4); Diego Torres (4), Marcone (-), Ortiz (4), Caffa (4); Leguizamón (5), Obolo (5). DT: Gustavo Alfaro.

Cambios: ST: Desde el inicio Aguirre por Caffa y Cobo por Ortiz (A), 18m Noir por Valencia (Ñ), 20m Villalba por Sperduti (Ñ), 27m Trombetta por Diego Torres (A) y 34m Camacho por Ferracuti (Ñ).

Arbitro: Alejandro Toia.

Cancha: Coloso del Parque

Expulsados: PT: 31m Bernardi (Ñ) y Marcone (A). ST: 32m Burdisso (A).