A fuerza de ganas, orden en defensa y decisión para atacar, Central cambió su juego en los últimos partidos. Los resultados positivos espantaron las malas rachas y los momentos torcidos donde hasta los palos parecen jugar en contra. Pero a pedido del angustiado hincha ya todo cambió en Arroyito. Si hasta los arbitrajes dejaron de equivocarse en contra de los auriazules y cuando el partido parece que Central lo pierde por puntos hay un instante que todo lo revierte. El de ayer nació de un tiro libre que Gómez quiso poner en el área y terminó en gol, como ante Deportivo Merlo fue un tiro al arco de Monje que involuntariamente terminó en asistencia a Castillejos. Con el gol aparecieron las polémicas, amplificadas por el descredito que contagia Diego Abal en los jugadores. Y así, otra vez en el cuarto de hora final, los auriazules encontraron otra victoria, la quinta consecutiva, que los dejó junto a River en el segundo puesto y a solo un punto del líder Instituto.

Es que el árbitro fue protagonista de la mañana con sus fallos, omitiendo un penal de Gómez a Martínez y una segunda amarilla a Leiva. La semana pasado dirigió Ñuls ante All Boys y sus dudas fueron las mismas. Tantas dudas entrega Abal que a los jugadores les debe explicar con ademanes cada uno de sus fallos, por irrelevantes que sea.

Huracán reclamaba con vehemencia los errores del juez porque en la cancha la visita se entusiasmó con elaborar una victoria. La ilusión la sostenían las gambetas de Martínez y la disposición a jugar por abajo, generando tantas opciones de gol como las que tuvo Central.

Pero el equipo de Pizzi parece repetirse en sus actuaciones. Es desabrido en el primer tiempo, luce vulnerable, enredado y hasta impotente. Pero no los lastiman. Solo Biglieri, con sus corridas y centro, llevaba la pelota al área rival. Porque Rivarola no aportó al juego en su posición ofensiva, Alderete se mostró perdido, como con atención extraviada, y Medina no le ganó a nadie con su velocidad.

En la segunda parte Rivoira le cambió el lugar de la cancha a Martínez y no hizo más que quitarle participación. Eso le restó trabajo al fondo canaya, aunque por el resto todo iba mal. Entró Monje y le tiró un centro a la cabeza a Castillejos, pero el goleador falló frente al arco al pegar la pelota en el palo con su cabezazo

Central iba camino a un empate, hasta que Gómez sacó un tiro libre frontal, Lequi se puso delante de Calviño, el arquero retrocede, falla en el manotazo, la pelota se metió al pegar en el travesaño, y allí Huracán se fue del partido. Todos reclamaron infracción al uno, el propio Calviño dejó la cancha por doble amarilla por su protesta, luego Rivoira, y Central jugó el resto para regar más emociones en pocos minutos.

Valentini sacó un cabezazo que pegó en el palo y apareció Castiilejos para empujalar antes de que ingrese por el efecto para marcar el segundo, y luego Castillejos hizo el suyo sin discusión con cabezazo tras centro de Biglieri. Ganó por goleada Central en partido donde no fue superior. Pero qué mejor que un domingo al mediodía para reforzar la fe y soñar con el ascenso directo

3 Central: García (6); Ferrari (5), Valentini (5), Lequi (6), Gerardo Pérez (5); Biglieri (6), Alderete (4), Rivarola (5), Gómez (5); Medina (4), Castillejos (6). DT: Juan Antonio Pizzi.

0 Huracán: Calviño (5); Machín (5), Ferrero (6), Filippetto (6), Tavio (5); Bustos (4), Battaglia (5), Leiva (5), Gonzalo Martínez (6); Milano (5), Cámpora (4). DT: Héctor Rivoira.

Goles: ST 33m Gómez (C), 38m y 42m Castillejos (C).

Cambios: ST Desde el inicio Vismara por Alderete (C) y Pablo López por Bustos (H), 11m Monje por Medina (C), 21m Quintana por Milano (H), 36m Presedo por Leiva (H) y 37m Peppino por Rivarola (C).

Arbitro: Diego Abal

Cancha: Central

Expulsado: ST 35m Calviño (H).