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Al acotarse el plazo de negociación para obtener los últimos refuerzos pedidos por Miguel Russo, Central se decidió por reforzar la ofensiva renovando el contrato a Javier Toledo (en la foto), y está próximo a comprar la mitad del pase del defensor de Atlético Rafaela, Fabricio Fontanini. Los auriazules pretenden además un lateral por izquierda para entonces retirarse del mercado de pases, que cierra el jueves 9 de agosto.

Luego de dos semanas de trabajo con el plantel, y tras el ensayo del sábado en amistoso ante Los Andes, Russo se decidió por enfatizar su pedido a los directivos de un zaguero central y un delantero. La primer exigencia a resolver por las autoridades fue la negociación con Toledo, quien en la primera lista del entrenador no tenía lugar en el plantel, pero ante algunas dificultades físicas que mostró Héctor Bracamonte en la pretemporada, Russo replanteó la situación de Toledo, quien finalmente renovará contrato con club, previo acuerdo de pago de la deuda que mantiene con el delantero por la pasada temporada. Al ex Chacarita se lo espera esta mañana en Arroyo Seco para integrarse el plantel, que debutará en el Nacional el 10 de agosto ante Sarmiento de Junín.

La mayor apuesta económica se destinará a contratar un zaguero central, dado que hasta hoy los titulares en defensa son Franco Peppino y Leonardo Talamonti, dos jugadores que la pasada temporada tuvieron menor protagonismo. Para el caso, el elegido es Fabricio Fontanini, por quien Central ofreció 700 mil dólares por la mitad de su pase. Los canayas firmarán en la semana las trasferencias de Emilio Zelaya y Diego Braghieri a Lanús, y Guillermo Burdisso a Boca, fondos que se destinarán a Fontanini, quien pasó a ser la prioridad del entrenador. Rafaela desestimó la primera oferta canaya, pero las partes siguen conversando y hay optimismo en Arroyito por concretar el arribo del defensor.

El plantel retomó las prácticas ayer por la tarde. Mañana los canayas se medirán en Arroyo Seco con Central Córdoba, mientras que el sábado lo harán en el Gigante ante Patronato, en amistoso a puertas cerradas. La policía no autorizó jugar con asistencia de socios debido a que el personal de la fuerza estará abocado al operativo de seguridad a desplegar en el Coloso para el partido entre Ñuls e Independiente.