Los números de Central son tan concluyentes como el análisis de su juego: el equipo está para otra cosa, pide a gritos volver a Primera, para satisfacción de su gente, y para su fútbol, que en el Nacional B no encuentra motivaciones. Son 16 los partidos sin perder, ganando 14 de ellos, y con resultados obtenidos por claros merecimientos. Como el de ayer, donde al canaya se lo vio más distendido, por momentos aburrido. Será porque el partido lo ganaba al minuto de juego. O porque Patronato lo intimidó solo durante un puñados de minutos. Pero llegó un gol excepcional de Méndez y el triunfo llegó sin discusiones.

Quedan 33 puntos por jugar y Central ya le sacó 14 de diferencia a Sarmiento, cuarto en la tabla, y fuera de los tres ascensos. Tan cómodo está el canaya con los números que de a ratos el partido cae en un trámite bucólico, ante un auriazul relajado y un rival sin argumentos para sembrar temores.

Estos extremos ayer se hicieron más nítidos porque Central encontró el gol en su primer avance al área, con Medina cabeceando entre tropiezos con el hombro, cayendo y estirando el pie como último esfuerzo para empujar al fondo, en jugada confusa, tanto que ni el arquero entendió lo que pasó. Todo Patronato reclamó una mano que no existió y desde entonces el rival quedó sugestionado con el árbitro.

Pero en general Rapallini tuvo una buena tarde. La bronca de los entrerrianos estalló por impotencia, debiendo salir a buscar el gol desde el minuto dos de juego. Y lo buscó, en un cuarto de hora donde Central mostró su versión más vulnerable, en general por macanas de Casteglione. Carignano estrelló un cabezazo cruzado en el palo y Babak estuvo muy cerca con un remate esquinado de afuera del área.

Esas jugadas aparecieron cuando Patronato se animó atacar con asistencia de los volantes, llevando muchos hombres y proponiendo juego con pases cortos. Pero al rojinegro le faltó convicción para sostener esa ambición. Porque cuando Domínguez y Méndez hicieron pesar las marcas en el medio, y con Lagos más punzante, el partido volvió a estar en manos del canaya.

El primer tiempo se fue con Central sin decidirse a ir por el segundo tanto. El complemento comenzó con el mismo semblante del canaya, a diferencia de que en cancha estaba Bareiro, quien se mostró mucho más protagonista que Toledo.

Todo era monotonía, cuando Méndez realizó el mejor gol en jugada individual de la temporada: giro de cintura hacia la derecha, toque sutil y caño a Rossi, tres pasos calculados hacia la pelota y remate de derecha al palo más cercano, desde 30 metros, para señalar el segundo y dar por finalizado el partido.

Porque la media hora siguiente Patronato se dedicó a discutir, Machín vio la roja por codazo a Bareiro, y luego le pegó Andrade al paraguayo dentro del área, dejando el defensor a Patronato con nueve y a Central con penal a favor. Lagos ejecutó al medio y se lo desvió el arquero con los pies. Lo más interesante quedó para el final, cuando Russo sacó a Méndez para que lo ovacione todo su público, que celebra con ansiedad cada victoria mientras espera que llegue de una vez el día de la vuelta.

2 Central: Caranta (6); Ferrari (5), Valentini (7), Casteglione (5), Delgado (6); Encina (5), Domínguez (6), Méndez (7), Lagos (6); Medina (5), Toledo (5). DT: Miguel Russo.

0 Patronato: Bértoli (5); Graciani (5), Andrade (4), Boggino (5), Gutiérrez (4); Machín (5), Babak (6), Ramiro López (5), Rossi (5); Carrasco (5), Carignano (5). DT: Luis Medero y Claudio Marini.

Goles: PT: 1m Medina (C). ST: 16m Méndez (C).

Cambios: ST: Desde el inicio Bareiro (6) por Toledo (C), 20m Patricio Pérez por López (P), 21m Carrizo por Medina (C), 26m Marquez por Carignano (P), 31m Almada por Patricio Pérez y 37m Becker por Méndez (C).

Cancha: Central

Arbitro: Fernando Rapallini

Expulsados: ST: 20m Machín (P) y 24m Andrade (P).

Incidencias: ST: 28m Bértoli (P) le desvió un tiro penal a Lagos (C).