Los concertistas rosarinos Gabriel Paulochenka (guitarra) y Alejandra Sottile (clave) acaban de representar la ciudad en sendos conciertos, de gira por España. Con la acertada elección de un repertorio centrado en conectar autores ibéricos y latinoamericanos. Desde obras de Antonio Soler, obras en estilo barroco y del siglo XX, transitando por música latinoamericana y argentina. "Sí, el resultado fue óptimo, tanto en lo profesional como a nivel personal", dice Paulochenka a Rosario/12. "Fundamentalmente recibí mucho estímulo para volver: pienso trabajar este año fuertemente para armar una próxima gira en un futuro cercano. También tengo en proyecto grabar este repertorio en lo inmediato", afirma.

El periplo duró un mes, comenzando en la ciudad de Blanes el día 13 de enero, continuando en Barcelona, luego Madrid, Zaragoza, Madrid nuevamente, San Lorenzo del Escorial, Palma de Mallorca y Barcelona, ciudad donde concluyó el 10 de febrero pasado. Así, en cada recital de la gira, se intercalaron piezas solistas con obras para dúo, aportando una dinámica interesante en el programa, dando la posibilidad al público de poder apreciar cada instrumento y a su intérprete por separado, como así también la combinación tímbrica entre ambos.

"Fue precisamente conversando con la profesora Alejandra Sottile durante algunos de nuestros ensayos para actuaciones locales, que surgió la idea de presentar el repertorio del dúo guitarra y clave, por cierto muy original y poco habitual, en la ciudad de Zaragoza, donde Alejandra había hecho estudios de clave", cuenta el artista. "Fue entonces que empezamos a realizar nuestras propias búsquedas para armar el viaje, centrándonos en ciudades de España: se hizo la propuesta del dúo y un repertorio de música iberoamericana, por un lado, y la mía solista con música latinoamericana y argentina, por el otro".

Así entonces, y entre otras obras, interpretaron en conjunto "Introducción y Fandango para guitarra y clave" de L. Boccherini y "Preludio para guitarra y clave" y "Sonata para guitarra y clave" de M. María Ponce. Por su parte, Paulochenka ofreció una amplia paleta de música latinoamericana y argentina, para así llevar algo del vasto material rítmico y melódico del continente americano, intercalando autores académicos con otros de mayor corte popular.

Entre otras, interpretó "3 Piezas Rioplatenses" de M. Pujol, "3 Preludios" de H.Villa Lobos y "La Catedral", del paraguayo A. Barrios Mangoré.

Sobre los autores, el concertista comenta algunos datos interesantes:

"El compositor brasileño Héctor Villa Lobos (1887﷓1959), en su amplio repertorio para distintos instrumentos, escribió estos cinco preludios, de una gran riqueza sonora e innovadora para su momento. Agustín Barrios Mangoré (1885﷓1944) o Nitsuga Mangoré fue el Paganini de la guitarra de las selvas del Paraguay, donde la palabra Nitsuga corresponde a Agustín escrito al revés, y Mangoré viene de un legendario jefe guaraní, de quien además del nombre, adoptó también la idea de presentarse en concierto con trajes tradicionales. "La catedral" es una de sus más bellas obras, inspirado en la catedral de Asunción y sus visitas regulares a la misma. Máximo Pujol nació en Buenos Aires en 1957. Sus composiciones muestran la influencia de Piazzolla, y del mismo modo utiliza el tango como un estilo de base. En las "Tres Piezas Rioplatenses" se refleja la música argentina correspondiente a la región del Río de la Plata, que recibió influencias españolas y también en cierta medida africanas".

- ¿Desde cuándo existe esta pasión y dedicación por el instrumento?

- Comencé a estudiar guitarra desde niño. Ya comenzando la escuela secundaria, empecé a tomar clases con Juan Carlos Zemp, quien fue un gran maestro para mí: una persona dotada de una paciencia y amor a su trabajo inagotables. Esta vocación que alimentó mi querido maestro luego continuó en la Escuela de Música de la UNR con la Profesora Inés Panero de Zemp, esposa de Juan Carlos. Pero la pasión y el trabajo con la guitarra continúan hasta el presente.

Así, el concertista alterna su actividad entre la docencia (como profesor titular de guitarra en la Escuela de Música de la UNR y en el Profesorado de Música del Centro Cultural San Lorenzo) y la búsqueda de nuevos escenarios y recitales para mostrar lo que hace con tanta pasión y esmero. "La experiencia reciente en España me ha dado un empuje de entusiasmo y renovación en ese sentido", afirma. Y agrega que "es una alegría ver que la guitarra clásica ha alcanzado un nivel de excelencia gracias al trabajo de grandes intérpretes reconocidos mundialmente, que incentivaron a muchas generaciones en todo el mundo. Argentina no es ajena a este desarrollo".